El campus de Times Higher Education (THE) se inauguró en 2020 como una respuesta directa a la pandemia. En poco tiempo, las universidades de todo el mundo debieron enfrentarse al enorme de desafío de pasar a la modalidad en línea y THE comenzó a elaborar contenidos y recursos para acompañar a docentes e instituciones en ese trance. Así surgió la necesidad de compartir consejos y conocimientos, porque, si bien había mucha información sobre el tema, estaba muy dispersa. Gracias al respaldo de la Universidad de Arizona y Microsoft, lanzaron una nueva sección dedicada a producir y compartir recursos con las técnicas del periodismo: contenido conciso, claro, más rápido de digerir.
“Fue mucho trabajo en muy poco tiempo“, dice Miranda Prynne, editora adjunta del campus, al recordar los inicios de un proyecto que desde entonces no paró de crecer. Hoy una visita al sitio muestra artículos con el impacto de ChatGPT en las aulas, consejos para mejorar los tiempos de admisión, una guía para motivar la equidad de género en los equipos de investigación, además de casos de estudio, experiencias de mentorías, etc.
—Con tres años de experiencia, ¿qué información comparten hoy en día?
—Inicialmente hablábamos de enseñanza en línea, pero ahora, a medida que el motor se fue volviendo muy popular, brindamos asesoramiento en todas las formas de enseñanza: presencial, en línea, híbrida; y tenemos una gran expansión para cubrir seis áreas clave de la educación superior: enseñanza aprendizaje, gestión de la investigación, investigación, internacionalización, desarrollo sostenible y equidad, diversidad e inclusión. El campus tiene mucho que ver con la puesta en marcha y los consejos prácticos. Puede ser contenido escrito, en video, en podcasts. Se trata de ofrecer guías muy directas y consejos prácticos.
—¿Cuánta importancia le da a la formación de una comunidad en la educación?
—Una importancia enorme. Es algo que se hizo claro desde la pandemia. Yo no soy docente, soy periodista, pero debido a que todos los días trabajo con la enseñanza superior, pude compartir sus inquietudes y ver cómo manejan los desafíos. Mi trabajo tiene un foco específico en las universidades, pero imagino que hay paralelos en los demás niveles de educación. El reto clave es crear comunidades de práctica.
Básicamente, es muy importante hacer amigos en el sector
—¿Por qué?
—Porque pueden encontrar aliados tanto dentro de su universidad como en otras; unirse a grupos con quienes comparten interés e involucrarse. Básicamente, es muy importante hacer amigos en el sector. Porque así, cuando te enfrentas a algo verdaderamente difícil, puedes darte vuelta y decir: “No sé cómo manejar esto, ¿tienen alguna idea?”, tal vez otra persona que pasó por eso pueda compartir su experiencia para que, aunque no necesariamente haga que desaparezca, sí te ayude a gestionarlo mejor o minimice el desafío o te ayude a mejorar en tu trabajo. En THE Campus tratamos de construir una comunidad y compartir todo lo que podamos con ellos.
—Como experta en comunicación, ¿cómo deben hacer las compañías dedicadas a la tecnología educativa para lograr una comunicación eficiente?
—Quedó muy claro, desde el Covid, que la tecnología no debe usarse sólo porque el hecho de usarla. La tecnología se debe usar cuando resulta un facilitador, cuando potencia la pedagogía, cuando apoya las prácticas de investigación y de la enseñanza. Para las EdTech, la clave es demostrar que el uso de la tecnología que han desarrollado realmente será una ayuda. Digamos, por ejemplo, que desarrollaron una herramienta de enseñanza: necesitan demostrar por qué va a mejorar las prácticas docentes y los resultados de los estudiantes.
Para las EdTech, la clave es demostrar que el uso de la tecnología que han desarrollado realmente será una ayuda en la educación
—Pero ¿cómo pueden evaluar los resultados?
—Supongo que cada compañía va a reconocer cuál es la mejor manera de medirlos, pero yo creo que se necesita ejecutar un programa piloto con algunos estudiantes y mostrar que lo que están haciendo es útil. Entiendo, igualmente, que es una respuesta difícil porque es una especie del huevo y la gallina: cómo obtengo resultados si la universidad no lo usa, cómo persuado a la universidad del uso si antes no muestro resultados. Una solución podría consistir en invertir en pruebas particulares. Otra: trabajar con equipos de investigación universitarios que estudian el impacto de la tecnología en la educación. La mayoría de las universidades tienen departamentos que se enfocan en investigaciones de esa clase.
—¿Se puede replicar la experiencia de THE Campus en Latinoamérica?
—Sí, por supuesto. Nosotros ya trabajamos con dos universidades mexicanas; nos encantaría trabajar con universidades en Argentina. Está probado que el idioma no es una barrera. Es una complicación, por supuesto, pero también es nuestro trabajo, como editores, de corregir y asegurar la adecuación y fluidez de los artículos. Y otra cosa: THE Campus produce piezas bilingües, por lo que un video en español fácilmente podría ejecutarse con subtítulos. La misión es compartir hechos y experiencias: si algo está bien hecho, va a funcionar en cualquier lugar del mundo.
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