Hace un par de semanas el Gobierno nacional anunció la puesta en marcha de una plataforma que registrará con nombre y apellido a todos los alumnos del país y permitirá hacer un seguimiento de su trayectoria educativa. El Sistema Integral de Información Digital Educativa (SInIDE Gestión Escolar), como se llama esta herramienta, ya comenzó gradualmente a implementarse en las provincias.
El ministro de Educación, Jaime Perczyk, y el secretario de Evaluación e Información Educativa, Germán Lodola, explicaron en exclusiva para Hora Libre, la newsletter de Educación de Infobae, cómo se irán sumando las escuelas de las distintas jurisdicciones y a qué información podrán acceder docentes y Gobiernos. La entrevista, que los lectores y las lectoras de Hora Libre ya recibieron en sus mails la semana pasada, contempló preguntas que docentes de distintas partes del país, que reciben la newsletter, hicieron llegar sobre la implementación del SInIDE.
La historia del SInIDE arranca en 2012, cuando una resolución del Consejo Federal de Educación (CFE) creó un sistema de información nominal para relevar en todos los establecimientos del país, a través de una sola aplicación web, información sobre las principales variables del sistema educativo. También instaba a las jurisdicciones a utilizarlo. Sin embargo, nunca se logró conformar ese sistema nacional.
Hasta hace pocos meses solo cuatro provincias —Jujuy, Salta, Santiago del Estero y La Rioja—habían implementado el SInIDE en un formato que generaba información estática e interanual. “Se cargaba dos veces al año y permitía ver fotos de la situación de los estudiantes”, explicó Germán Lodola. Y agregó: “Otras 14 jurisdicciones —CABA, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Río Negro, San Juan, San Luis, Santa Fe y Tucumán— desarrollaron sistemas propios. Las restantes no contaban con ningún tipo de registro digital”.
A partir de ese contexto, en el último año el ministerio de Educación de la Nación y los ministerios provinciales trabajaron para mejorar la plataforma digital y así permitir la gestión escolar desde esta herramienta. De hecho ahora se denomina SInIDE Gestión Escolar. Esto significa que las escuelas y los Gobiernos van a acceder a información diaria de cada estudiante, podrán observar individualmente sus trayectorias educativas —si va a clases o se ausenta, qué calificaciones se saca, y si pasa de una escuela a otra, entre otras variables—.
Poder detectar el ausentismo a tiempo, antes de que el o la estudiante quede fuera del sistema escolar, es un aspecto que ganó relevancia sobre todo durante la pandemia. En marzo pasado, a comienzos del ciclo lectivo, el ministro Perczyk reconoció que “aún no se habían reincorporado al sistema unos 195.000 chicos y chicas entre los tres niveles: Inicial, Primario y Secundario, de un total de 13 millones de estudiantes”.
—¿Cuántos chicos y chicas aún están fuera del sistema educativo?
—(Perczyk) Estamos publicando el relevamiento anual en pocos días. Pero, adelanto que hemos logrado en términos generales una matrícula igual a la de antes de la pandemia. Tenemos menos nacimientos por lo que las salas de tres tienen menos estudiantes que antes, pero el primer año de la secundaria ha crecido. Diría que hay una recuperación del universo de pibes casi plena y eso se logró con políticas activas en todas las jurisdicciones y las becas que el 13 de diciembre de 2021 pusimos a disposición de los chicos de 16 y 17 años. El 95% de esos chicos fueron a la escuela y la certificación que hicieron las escuelas demuestra que tuvieron seguimiento presencial y pedagógico. Mientras que a ese 5% que no sostuvo su trayectoria educativa se lo está llamando uno por uno. Con los datos de ese relevamiento vamos a saber exactamente cuántos chicos aún están fuera del sistema. Pero de los 195.000 que se habían desvinculado durante la pandemia y yo mencioné en marzo pasado, volvieron todos.
Además de la asistencia y trayectoria pedagógica, a medida que las jurisdicciones adopten el SInIDE, también podrán entregar títulos de secundario de modo digital. Es decir, se podrá seguir el proceso día a día de cada estudiante, desde que entra al sistema de educación obligatoria hasta que termina.
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Ya son 21 las provincias que se comprometieron a compartir sus datos a través del SInIDE. A las cuatro jurisdicciones que tienen la vieja versión del sistema más las que no tienen una plataforma propia —Tierra del Fuego, Misiones, Catamarca, Santa Cruz, Chubut y en parte Buenos Aires— van a empezar a implementar esta nueva versión del SInIDE Gestión Escolar. Y las jurisdicciones que tienen sus propios sistemas —hasta el momento, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Mendoza, Río Negro, San Juan, San Luis, Santa Fe y Tucumán— van a migrar la información al ministerio de Educación de la Nación y este la va a transformar en datos comparables con los del resto del país. Así, todos los datos serán visualizados de la misma manera.
Vale aclarar que las escuelas que ya cargan en el sistema digital de su jurisdicción, lo seguirán haciendo igual. Aquellas que aún no lo hacen, progresivamente se sumarán a la nueva versión del SInIDE.
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Perczyk resaltó que “el sistema informático fue relativamente sencillo de desarrollar de tal manera que las escuelas puedan cargar la información. Así, alguien del equipo directivo o una docente desde el aula podrá cargar la información clickeando botones o llenando solo una vez lo que antes anotaban en fichas escritas a mano: nombre, apellido, vacunas, fecha de nacimiento, etc. Lo difícil fue lograr que las jurisdicciones aceptaran compartir información con las demás jurisdicciones y con la Nación. Porque el SInIDE posibilita que una escuela cargue su información y luego pueda comparar —por ejemplo— a sus chicos promovidos ese año con los del resto del municipio, la provincia o el país. Este es un enorme potencial para el diseño de políticas educativas en todo el país”.
Cómo se carga la información digital
Directivos y docentes subirán datos, tanto generales como diarios, de sus estudiantes a los sistemas informáticos disponibles en su jurisdicción. “Para los que trabajan directamente con el SInIDE, hay distintos tipos de usuarios, de acuerdo a su cargo y responsabilidades, y cada uno tiene atribuciones de carga diferentes”, puntualizó Lodola.
Perczyk agregó que “la idea es que todos los libros y registros escritos manualmente por el equipo directivo pasen a estar en este sistema digital —nombre, apellido, DNI, peso, altura, vacunas, si recibe AUH, etc.—. Además, desde su aula cada docente podrá cargar a través de una computadora o celular la asistencia de sus estudiantes y las calificaciones. Eso nos va a permitir saber en un lapso corto de tiempo, por ejemplo, cuántos chicos faltaron los cuatro lunes del mes de octubre, en Primaria. Podremos saber dónde ocurre esto y averiguar por qué. Luego, como escuela, estado provincial o nacional podremos implementar o sugerir políticas para revertirlo”.
Para que esto ocurra, siguió el ministro, “cada escuela —sin importar la cantidad de estudiantes que tenga ni su ubicación— recibirá el equipamiento y capacitación necesarios para hacer la carga de datos. Ya hemos desarrollado tutoriales que están online. Así, pretendemos hacer el mismo seguimiento a un pibe que va a una escuela del centro de la ciudad de Córdoba que a un pibe que va con siete compañeros a una escuela rural, en un paraje alejado de cualquier provincia”.
—¿Qué pasa en las escuelas a las que les llega esa computadora, pero no tienen conectividad o electricidad? (Pregunta que hicieron docentes de distintos puntos del país cuando les comenté que haría esta entrevista por este tema).
—(Perczyk) Electricidad diría que tenemos en casi todas las escuelas. Y en las que falta, por supuesto, hay que arreglarlo. Respecto a la conectividad, seguro vamos a terminar el año con el 90% de los pibes con conectividad en cada aula. Y vamos a tratar de alcanzar el 100% antes de marzo de 2023. La semana pasada Tierra de Fuego alcanzó el 100% de las aulas con conectividad. Tengamos en cuenta que esto comenzó hace poco tiempo, no es que ya todas las escuelas recibieron las computadoras y están cargando sus datos de manera digital. Hay en el país 60.000 instituciones educativas entre Inicial, Primaria, Secundaria y Formación Docente, de gestión pública (75%) y privada (25%). Todas deberán terminar entrando al sistema y la escuela que no lo haga, tendrá que explicar por qué no lo hace. Cada provincia dispone cuántas escuelas de manera progresiva se van sumando.
La inversión prevista, agregó Lodola, “contempla la compra y distribución de 55.000 computadoras (recordemos que en una primera instancia es una por locación y en algunas locaciones funciona más de una escuela), un servidor que almacenará la información en cada provincia y computadoras para los equipos informáticos del SInIDE Gestión Escolar. Además, contamos con financiación de organismos internacionales para que las provincias contraten los perfiles técnicos que necesitan. Todo eso es una inversión de más de 10.000 millones de pesos. A su vez, a partir de marzo de 2023 pondremos a disposición una versión off line. Es decir, podrán cargar la asistencia desde un teléfono sin conectividad y cuando el dispositivo se conecte actualiza la información al sistema”.
Qué información podrán ver las escuelas
El SInIDE permite identificar tempranamente si un pibe falta y qué días falta, si está en riesgo de abandonar, si tiene problemas de conducta o en sus calificaciones. “El equipo directivo podrá ver el nombre de cada chico en verde, amarillo, naranja o rojo de acuerdo a si hay alguna variable en estado de alerta. Así, los problemas de revinculación con la escuela, que la pandemia puso en primera plana pero que ya existían, ahora van a poder detectarse y abordarse de manera más rápida y ordenada desde la escuela, desde la jurisdicción, desde la provincia y desde la Nación. Además, la escuela podrá tener de manera rápida un panorama más completo de cada grupo y de la institución en general”, explicó Lodola.
Las jurisdicciones seguirán siendo las propietarias de la información. La Nación solo lo visualizará. Sin embargo, acotó el secretario, “contar con estos datos le permite al Gobierno nacional diseñar políticas educativas en base a evidencias para mejorar aprendizajes, asistencia, evitar repitencia y abandono. Además, la escuela se despapeliza, se elimina la duplicación o triplicación de tareas de carga de datos a registros manuscritos. Estamos yendo a las provincias y a las escuelas, a conversar con directivos y maestros para impulsar una reforma de la cultura organizacional, para mostrarles que esto les genera ventajas, para que no dejen de cargar por temor a que se los esté controlando a ellos. Porque no es el objetivo de este sistema obtener información de los docentes”.
Los pases de colegio también podrán hacerse a través de este sistema, por lo que la escuela que recibe a un estudiante accede a su historia de alertas y calificaciones. Hay provincias con un porcentaje importante de estudiantes que en determinada época del año migran junto a sus familias que hacen trabajo golondrina. “Saber que un pibe está faltando o fuera del sistema educativo y que se puede hacer algo para que vaya a la escuela es una manera de garantizar el derecho a la educación. Por eso, el SInIDE no es una cuestión solo de estadísticas”, precisó Lodola.
Respecto al derecho a la educación, en marzo de este año el CFE acordó los Lineamientos Estratégicos 2022-2027. En ese momento, Perczyk sostuvo que de las 18.000 escuelas que tiene la Argentina “alrededor de 10.000 podrían ampliar su horario. Algunas pasarían a jornada completa o jornada extendida y otras al menos a tener 25 horas semanales de clases”.
—El compromiso expresado por el CFE en los lineamientos estipuló que para 2023 el 60% de la escuelas y el 70% de los y las estudiantes tuvieran más de 20 horas semanales de clases. ¿Cuánto de esto ya se logró?
—(Perczyk) Todo eso está sobre cumplido. El 70% de las escuelas va a tener al menos 25 horas de clases y muchas ya van a tener 40 horas. A marzo de 2023, van a ser 9.761 las escuelas que tendrán garantizadas 25 horas semanales.
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