Maria Spies está exultante. Si está cansada o estresada, todo indicio desaparece detrás de una sonrisa que no puede contener. Es el segundo día del Global Impact Summit que HolonIQ organiza en la Ciudad de México y la directora del evento tiene una vitalidad contagiosa. “Esta ciudad es energizante”, dice con un inglés cristalino en el que casi de contrabando se cuela un poco de acento australiano.
HolonIQ es una plataforma de alcance global que aborda los mercados de impacto e impulsa decisiones que afectan en la educación, el ambiente y la atención médica. “En relación con la educación”, dice Spies en el escenario que la experiencia educativa Ticmas montó para el Summit, “hacemos un seguimiento de toda la innovación que sucede en una industria tan importante: cómo son las asociaciones y los nuevos modelos, hacia dónde se destina la financiación, qué podrá suceder en el futuro”.
Durante 100 días, HolonIQ visitará diferentes países de los cinco continentes. Comenzó el 22 de septiembre en Nueva York, la segunda etapa es en Ciudad de México y luego habrá cumbres en África, la India y en otros destinos como París, Berlín, El Cairo, Melbourne. Esta es la primera vez que HolonIQ llega a México, gracias a una iniciativa conjunta del Tecnológico de Monterrey —el Summit se realiza en el campus del Tec en CDMX— y el proyecto Edi-Latam.
—¿Qué hace que HolonIQ sea tan grande?
—Creo que una de las razones principales es que buscamos llenar un vacío muy grande que hay en el mercado. Cuando quisimos comprender dónde estaba ocurriendo la innovación, hacia dónde estaba fluyendo el capital, dónde estaban las brechas, no encontrábamos una fuente de información consolidada. La información sobre educación está enormemente fragmentada y la innovación no ocurre en ecosistemas fragmentados. La idea de HolonIQ era tomar este gran ecosistema mundial fragmentado y unir los puntos para que se pudieran encontrar en un solo lugar. Pero recabar datos no es suficiente porque son las personas las que hacen las cosas, las que toman las decisiones, las que innovan. Nuestras cumbres son oportunidades para vincular a las personas y sus ideas.
—HolonIQ tiene una visión tanto global como local. ¿Es diferente en Nueva York que en México o en la India?
—Cada geografía y cada cultura tiene su propia personalidad. Lo que encontramos en América Latina es un ecosistema muy relacionado. A la gente le encanta vincularse, quiere hacerlo. Piensan colectivamente los temas que le preocupan a toda la región, y eso genera mucha energía. En otras geografías, tal vez, haya un espíritu más empresarial. No es que sean individualistas, sino que piensan en el negocio, en el mercado. Veo en Latinoamérica una preocupación colectiva por mejorar la educación.
Recabar datos no es suficiente porque son las personas las que hacen las cosas, las que toman las decisiones, las que innovan. Nuestras cumbres son oportunidades para vincular a las personas y sus ideas
—¿Cómo es la relación con los gobiernos? En el Summit hay EdTechs, profesores y académicos, inversores, pero no hay gobiernos. ¿Por qué?
—Cualquier persona a la que uno le pregunte, va a decir que quiere mejorar la educación. Si trabaja en Tecnología, si es un padre, un estudiante, un decisor de políticas públicas, un inversor. Todo el mundo quiere mejorar la educación. Lo que sucede es que la gente se vincula en red y habla de esos temas en red. Aquí tratamos de conectar diferentes caminos, diferentes comunidades, y el gobierno y los formadores de políticas operan en estratos distintos. Lo hacen a un nivel alto, y es muy difícil que los ecosistemas se vinculen verticalmente. Por supuesto, los gobiernos y los decisores de políticas públicas quieren marcar una diferencia en la educación, pero lo hacen en una forma diferente.
—Pero, al final, la innovación aparece en esta clase de encuentros.
—¡Exactamente!
—Por lo tanto, los gobiernos deberían interesarse más en HolonIQ.
—HolonIQ tiene muchos clientes gubernamentales. No tanto en el departamento de Educación, sino que a menudo están en el Departamento de Innovación o el de Desarrollo Económico, que se encarga de diferentes industrias, incluida la Educación.
—Si tuviera 10 millones de dólares, ¿en qué industria los invertiría?
—Es una pregunta difícil… Pero, tomando una interpretación amplia del mercado, lo invertiría en el desarrollo de capacidades docentes. Un millón de profesores pueden impactar en cincuenta millones de estudiantes. Si ellos no innovan, si no son competentes con la tecnología y las nuevas pedagogías, no sucederá nada. Prefiero apoyar a los maestros en el territorio, porque es un apoyo que va de abajo hacia arriba.
—¿Qué expectativas tenía en México?
—No había estado antes en la Ciudad de México antes y me gusta ver a la gente y su compromiso. Creo que comparten un sentimiento de optimismo, de mirar hacia adelante y construir el futuro. Como dije antes, es una ciudad energizante. Me gusta la energía, el entusiasmo y la voluntad de avanzar. Y ver tantos estudiantes en el campus del Tec de Monterrey es asombroso. Vienes a las 7 en punto de la mañana y ya está lleno de estudiantes.
—¿Cómo se integran todas las cumbres? ¿Qué aprendió en Nueva York que podrá usar en Singapur o en Estocolmo?
—Los 100 días de impacto son mucho más que las cumbres en países diferentes. Cada uno de esos cien días, HolonIQ le dará a una comunidad global de alrededor de 5.000 personas algo nuevo en las áreas de impacto. Los eventos presenciales marcan la diferencia y creo que los últimos dos años le han dicho al mundo entero la importancia de vincularse en persona; esa es una de las razones por la que nos hacemos las cumbres, pero también hay una comunidad virtual que puede generar vínculos. No importa si están en África o Dinamarca, todos están conectados.
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