Entre el viernes y hoy, el conflicto entre los centros de estudiantes y el gobierno porteño empezó a ceder. Este lunes otros dos colegios levantaron la toma -la Escuela de Cerámica N°1 y la Rodolfo Walsh- y de ese modo quedan cinco escuelas con ocupaciones, cuando en el pico de tensión había alcanzado a una veintena de instituciones.
Hasta el momento, los cinco colegios que permanecen tomados son: el Lengüitas, la Escuela Rogelio Yrurtia, el Liceo N°5, la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola y la Escuela Técnica Fernando Fader. Esta última institución ya votó levantar la toma mañana martes al mediodía.
El viernes por la tarde, en una conferencia de prensa que nucleó a los distintos centros de estudiantes, los alumnos insistieron con “el pedido de diálogo” y denunciaron “persecución política”. El otro tema de confrontación que impulsó la ola de tomas son las viandas escolares: los chicos reclaman que se mejore la calidad de esas comidas.
El Lengüitas es el que más tiempo lleva tomado. La medida de fuerza comenzó el lunes pasado y aún no hay una fecha de finalización. El viernes, un grupo de padres de autoconvocados se congregó en la puerta para pedir que se restablezca la normalidad en la escuela. Más de 800 chicos, desde jardín hasta la nocturna, pierden clases desde por la ocupación.
En las últimas horas, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, reiteró que los alumnos que hicieron las tomas deberán recuperar los días de clases perdidos o, en caso contrario, podrían quedar libres.
“Luego del proceso de invierno, nosotros presentamos un nuevo sistema de presentismo: para ser un alumno regular, hay que tener el 85% de presentismo por bimestre. Traducido a lo que los chicos miran, eso significa que los chicos tienen una cantidad de días de faltas injustificadas sin perder la regularidad. En este caso son 7-8 días los que pueden faltar. Y ahora hay tomas que ya están superando esos días. Con lo cual, esos chicos que están en la toma, perdieron la regularidad, no son alumnos regulares. ¿Qué significa esto? Que este bimestre van a tener que hacer medidas compensatorias como por ejemplo ir a las escuelas los días sábado para recuperar la regularidad”, explicó la funcionaria.
En la cartera educativa ven dos opciones para recuperar esos días. Por un lado, exigir que los estudiantes que tomaron los establecimientos participen en los Centros de Acompañamiento a las Trayectorias Escolares (CATE) que funcionan los sábados para alumnos que necesitan reforzar contenidos. Por otro lado, advierten que las clases en secundaria terminan una semana antes y que se podría utilizar ese margen.
Al margen de los días perdidos, el gobierno porteño busca trasladar el costo de tener cerradas las escuelas y que sean las familias quienes afronten no solo los arreglos de los daños a los establecimientos, sino también el pago del equivalente diario del salario de docentes y no docentes. Por eso, ya les pidieron 1.5 millones de pesos por día de ocupación a los padres del Mariano Acosta, donde se inició la serie de tomas.
Acuña envió una carta a la Procuración General de la Ciudad de Buenos Aires con un informe técnico que cuantifica el valor correspondiente al pago diario de salarios del personal del colegio. Y la medida se haría extensiva al resto de las secundarias que fueron tomadas.
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