Los estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) definieron en asamblea un “pernoctazo” en solidaridad con las instituciones que siguen tomadas desde el lunes. Hoy pasarán la noche en la escuela y ya mañana se retomará la actividad normalmente.
Al igual que el Carlos Pellegrini, el CNBA depende de la Universidad de Buenos Aires. Si bien ambas instituciones no están en la órbita del gobierno de la Ciudad, contra el cual están dirigidos los reclamos de los jóvenes, sus alumnos decidieron “solidarizarse” con las protestas que llevan adelante los otros colegios.
A diferencia del Pellegrini, que votó la toma total del establecimiento, los estudiantes del Nacional optaron por una medida de fuerza que no impedirá el dictado de clases en la institución. Tanto el turno mañana como el turno noche adhirieron en forma masiva a la alternativa del “pernoctazo” en lugar de la toma. Por su parte, en el turno resultó más ganadora la alternativa de la ocupación, pero por mayoría se definió solo pasar la noche en la escuela.
De ese modo, hasta el momento son trece colegios porteños los que permanecen tomados o con pernocte: el Mariano Moreno, la Osvaldo Pugliese, la Agustín Tosco, la Claudia Falcone, la García Lorca, la Escuela de Cerámica N° 1, la Rodolfo Walsh, la Julio Argentino Roca, el Lengüitas, el Nicolás Avellaneda, el Liceo 5, el Pellegrini y el Nacional de Buenos Aires.
Los reclamos que más se repiten en los colegios son por mejoras edilicias, cambios en las viandas escolares, rechazo a las prácticas laborales obligatorias en empresas y a la “persecución política” a los centros de estudiantes.
Si bien el conflicto persiste, siete centros de estudiantes decidieron levantar las ocupaciones: el Mariano Acosta -que inició la ola de tomas-, la Jorge Donn, el Juan B Justo, el Colegio 19 DE 17, la Manuel Belgrano, la Julio Cortázar y el Lenguas vivas.
Ayer el gobierno porteño informó que le pedirá a los padres de los estudiantes que tomaron el colegio Mariano Acosta 1.5 millones de pesos por día de ocupación del establecimiento. La ministra de Educación Soledad Acuña busca trasladar el costo de tener cerradas las escuelas y que sean las familias quienes afronten el pago del equivalente diario del salario de docentes y no docentes.
Acuña envió una carta a la Procuración General de la Ciudad de Buenos Aires con un informe técnico que cuantifica el valor correspondiente al pago diario de salarios del personal del Mariano Acosta, cuyo centro de estudiantes inició la serie de tomas de colegios.
“Toda vez que dicha inversión se realiza con la contribución de cada vecino de la Ciudad, se solicita se inicien las acciones legales correspondientes contra los adultos que resulten responsables, a los fines de reclamar el daño patrimonial producido”, sostiene la funcionaria porteña en el escrito.
El reclamo excede a la toma del Mariano Acosta y alcanzará a todos los colegios que fueron ocupados por sus estudiantes. Tal como señala el “protocolo anti toma” que entró vigencia en 2018, los padres que autorizaron la medida de fuerza de los estudiantes deberán pagar los gastos que se desprendan de esos daños.
A su vez, hay denuncias penales. Los padres de todos los alumnos que participan de las tomas son demandados por consentir que sus hijos, menores de edad, ocupen un edificio público. Además, según informaron, deberán responder por los daños que pudieran sufrir los estudiantes y los bienes escolares.
Una vez que inicia una toma, el rector tiene la obligación de contactar a todos los padres de los chicos que participan de la medida de fuerza para que acudan a retirarlos. En caso contrario, si se niega a pasar a buscarlo o incluso participa de la toma, queda registrado y se le da intervención al Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes y el gobierno porteño, a través de la Procuración General, denuncia penalmente a cada adulto. Ayer por la noche comenzaron a llegar las notificaciones a las familias.
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