Con más de 60 años de antigüedad, el Secundario Noetinger es una institución del pueblo. Comparten, de hecho, el nombre. El colegio está en Noetinger, un pueblo de 5.000 habitantes que queda a 90 km. de Villa María, en el extremo sureste de la provincia de Córdoba. Hoy estudian 160 chicos —164, en realidad— entre Ciclo Básico y las Orientaciones: Ciencias Naturales y Economía y Administración.
El Secundario Noetinger es un colegio privado, aunque con una cuota muy baja, casi social, que trata de combinar la trayectoria de su antigüedad con la innovación educativa que proponen sus directoras, Verónica Giordano y Valentina Pochettino. Pero durante la pandemia y el tiempo inmediatamente posterior se encontraron con una situación preocupante por la cantidad de aprendizajes que se han perdido lo que impacta en el mediano y largo plazo en la calidad educativa.
El equipo de gestión también tenía la preocupación por brindar oportunidades y vincular a los estudiantes con las innovaciones, recursos y posibilidades que se dan en las grandes ciudades; como así también dar un giro en cuanto a las necesidades educativas que deben atenderse como Institución para formar a los jóvenes en competencias y saberes integrales, para el mundo laboral, los estudios superiores.
Entonces encontraron que para amalgamar la experiencia con la innovación dentro de la Institución había que trabajar en varios aspectos: poner el énfasis en el buen clima institucional, abordar con profundidad la capacitación de los docentes bajo los lineamientos de la política educativa actual, e incentivar la educación tecnológica, a la que consideran como un saber transversal del resto de las áreas de conocimiento. “Entendemos a la tecnología como algo más que manejar la cuestión instrumental asociada a la informática”, dicen.
Y, buscando un aliado en el que apoyarse y con quien trabajar en todos estos aspectos, dieron con la experiencia educativa Ticmas, que les dio las herramientas necesarias para entablar una relación diferente con los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Hoy el I.S.N. ha implementado el módulo de robótica de Ticmas en todos los niveles.
—¿Cómo dieron con Ticmas?
—Buscando en internet, vimos la página web y nos pareció que la propuesta era muy seria y que estaba en línea con nuestra manera de pensar la educación y la innovación tecnológica.
—¿Cómo se decidieron a usarlo?
—Entre nosotras nos preguntamos si estábamos locas, porque parecía que iba a ser carísimo, pero no fue así. Conseguimos el apoyo de la comisión Directiva y el de una empresa privada, que nos ha acompañado en este desafío, concretamos este sueño de tener Robótica educativa, dos robots y todo lo que la plataforma Ticmas ofrece para las diferentes materias y Proyectos.. Hoy estamos en las primeras instancias, ¡y los chicos están fascinados!
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