El gobierno bonaerense evalúa modificaciones en el régimen académico de la secundaría que entrarán en vigencia desde el próximo ciclo lectivo. Dentro de esa actualización, el cambio más resonante que se analiza es en la promoción de año, que desterraría la posibilidad de que los chicos repitan de curso.
Durante la pandemia se tomaron medidas excepcionales para el paso de año. En 2020, que transcurrió con la escuelas cerradas, todos los alumnos promocionaron. En 2021 los criterios se flexibilizaron. La provincia de Buenos Aires, al igual que la mayoría de los distritos, permitió hasta seis materias pendientes para avanzar de curso. Recién en este año, en 2022, se restableció el régimen tradicional de hasta dos asignaturas previas, pero de cara a 2023 habrá novedades.
“El régimen académico es el instrumento que regula la organización institucional y varios aspectos centrales de la vida cotidiana de la escuela. Buscamos renovarlo no por una falla en sí, sino más bien para actualizar las formas de pensar la organización escolar y hacerla más cercana a las condiciones de época, recuperar el recorrido hecho por el sistema educativo bonaerense en los 15 años de obligatoriedad de la secundaria y el trabajo durante la pandemia que construyó un nuevo saber pedagógico del que debemos aprender”, explicó a Infobae Gustavo Galli, director del nivel secundario de la provincia.
El sistema educativo bonaerense es por amplio margen el más grande del país. Solo en secundaria funcionan 4 mil escuelas y estudian 1.7 millones de chicos. En las últimas semanas, funcionarios de la Dirección General de Cultura y Educación llevaron a cabo más de 200 encuentros con directores de toda la provincia con el objetivo de recabar información para delinear la reforma. En lo que resta del año seguirán con las reuniones para que desde marzo de 2023 se ponga en marcha el nuevo régimen.
La educación privada también forma parte de la discusión y será alcanzada por la reforma. AIEPBA, la cámara que nuclea a la mayoría de los colegios privados, le presentó un documento al ministerio en el que plantean sus inquietudes. “Estamos de acuerdo en que se discuta la repitencia, pero no que la discusión se centre en ese aspecto y que se convierta en un parche para tapar las graves deficiencias que atraviesa la secundaria. La repitencia no sirve, pero no hacer nada para que el alumno aprenda tampoco sirve. Reclamemos al sistema educativo que tome las medidas adecuadas para que los chicos aprendan en serio.”, señaló Martín Zurita, su titular.
Si bien en el gobierno bonaerense aún son cautelosos, uno de los puntos centrales de la actualización será revisar la repitencia. Entre los especialistas hay cierto consenso en que el dispositivo no mejora los aprendizajes y que incluso contribuye a que los chicos abandonen la escuela. Del mismo modo, cuestionan que por adeudar 3 o más materias se deba hacer todo un mismo curso durante un año.
“Se analizan diversas alternativas, aunque no está definida aún la forma de promoción de las y los estudiantes”, deslizó Galli. Una de las opciones que gana terreno es la de “promoción ciclada”, lo cual implica dividir la secundaria en dos ciclos para articular contenidos: el ciclo básico, que iría de primer a tercer año y el ciclo superior, que iría de cuarto a sexto. Con ese formato solo habría dos instancias de promoción a lo largo de la secundaria.
¿Ese sistema no generaría aulas en las que convivan estudiantes con saberes muy dispares y dificultaría el trabajo del docente? “No podemos aventurar una respuesta concreta ya que estamos en pleno proceso de trabajo. En cualquier caso debemos trabajar para que la propuesta del nuevo régimen implique una concepción de justicia educativa a la vez que más y mejores aprendizajes”, respondió el funcionario.
Discusiones similares se vienen dando en otras provincias. El cierre de escuelas durante la pandemia llevó a que se flexibilizaran los regímenes de promoción y algunos de esos cambios permanecerían en el tiempo. Santa Fe, por ejemplo, propuso eliminar la posibilidad de que sus estudiantes repitan de año desde 2023 y mutar hacia un sistema de “avance continuo” que no esté atado a la acreditación de un número de materias.
Cambios que llegaron para quedarse
En las escuelas bonaerenses dos cambios que se implementaron en 2021 formarán parte de la letra chica de la actualización del régimen académico que se oficializará el año que viene. Por un lado, la organización del ciclo lectivo en secundaria seguirá siendo en dos cuatrimestres en lugar de tres. Por otro, se mantendrá el denominado Registro Institucional de Trayectoria Educativa (RITE).
El RITE reemplaza al tradicional boletín y se emite una vez finalizado cada cuatrimestre en escala conceptual. Tanto el primer como el segundo RITE cuentan con una valoración cualitativa que se expresa de acuerdo a tres categorías: Trayectoria Educativa Avanzada (TEA), que implica al menos el 70% de los contenidos aprobados, Trayectoria Educativa en Proceso (TEP) y Trayectoria Educativa Discontinua (TED).
Para que una materia se considere aprobada, el alumno debe lograr TEA en los dos cuatrimestres. Recién entonces se procede a calificarlo con una nota de entre 7 y 10. En caso de que no logre aprobar la asignatura, el manual habla de instancias de “intensificación de la enseñanza” durante diciembre de ese año y febrero-marzo del siguiente para acreditar el cuatrimestre que tiene pendiente o la materia completa en caso de no haber obtenido TEA en ninguno de los dos períodos.
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