Tucumán. Enviado especial.
Tres días, veinte invitados de seis países, treinta mil docentes. La sexta edición del Congreso Internacional de Educación de Tucumán colmó con creces las expectativas por la variedad de temáticas, por la presencia de importantes referentes como Keishia Thorpe —ganadora del Global Teacher Prize—, Akash Patel —que fue destacado por la revista Time como el maestro más innovador del año— y Sindey Bernal Villamarín —elegida como la mejor docente de Iberoamérica—, y también por el equipo organizador, que fue prolijo, ordenado, eficiente.
Organizado por el Ministerio de Educación de la provincia, el congreso ocurrió entre el 5 y el 7 de julio en el centro de convenciones que se montó en el Hipódromo de San Miguel; aunque el primer día, en realidad, consistió en un acto protocolar inaugural y un brindis de honor para los invitados. Las conferencias se realizaron en doble turno durante el miércoles y el jueves.
La masiva presencia de maestros y profesores de los tres niveles —inicial, primario y secundario— se explica por un punto clave: el congreso otorgaba puntaje docente, que es lo que les permite a los educadores concursar por cargos. Pero para recibirlo, no alcazaba haberse inscripto, sino que, en unas semanas, los asistentes deberán rendir un examen que cubre el contenido de las charlas.
Con un programa enteramente dedicado a la transformación educativa, además de los invitados ya mencionados, participaron Gymaah Larbi (Ghana) y Alindor Bazan (Perú) junto a figuras de la Argentina como Sandra Torresi, María Belén de Gennaro, Laura Marinucci, Cayetano Ángel De Lella, Agustín Porres, entre otros. ¿De qué hablaron? Nuevas estrategias, evaluación formativa, gestión de las emociones, el rol de los estudiantes, los docentes y las familias, etc.
Cada conferencia duraba una hora y, en los intervalos, los maestros podían desayunar o comer algo —la gran mayoría llevó su mate—, participar en juegos coordinados por animadores del Ministerio de Educación, visitar las carpas de Ticmas para interiorizarse de las nuevas propuestas de esta experiencia educativa y descubrir cómo se realiza una huerta hidropónica.
También había un sector del Ministerio de Salud donde un grupo de enfermeras esperaba a quien quisiera recibir la vacuna contra el Covid (Moderna): se vacunaron más de mil personas.
La pandemia quedó atrás… y ahora qué
En el ámbito docente, la pandemia fue mucho más que un hiato en el devenir de la Historia. Alrededor de un tercio de los estudiantes del mundo no pudieron continuar sus estudios en cuarentena; muchos aún no han vuelto a la educación formal. Una evidencia dolorosa de la crisis educativa global se ve en la notable merma de las habilidades de lectoescritura y resolución de cálculos matemáticos. En nuestro país, el bajísimo resultado en las pruebas estandarizadas PISA ha encendido alarmas urgentes en todos los distritos.
En este contexto, todos los ponentes del congreso pusieron especial énfasis en las herramientas que permiten atacar el problema aquí y ahora, sin miedo a tomar riesgos y a apostar por la innovación. Alindor Bazan recurrió a la famosa frase de Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, y señaló algunas experiencias que están llevando a la práctica con éxito en colegios del Perú, como la implementación de espacios abiertos compartidos por varios grados, aulas y maestros. La propuesta es poner la educación en función de los alumnos.
La mirada paidocéntrica se repitió con variantes y matices en todos los disertantes: buscaron poner al alumno en el centro de los proyectos (Sindey Bernal), de la evaluación (Laura Marinucci), de la identidad (Keisha Thorpe), del reconocimiento y la empatía (Akash Patel).
Belén de Gennaro, de Argentinos por la Educación, abrió, además, una puerta distinta y amplió el debate: junto a Florencia Frías habló de la siempre problemática relación entre familia y escuela. Durante la pandemia, Argentinos por la Educación creó una red con familias para comprender y potenciar la dinámica escolar.
Al infinito y más allá
Casi al cierre del congreso, hubo un panel muy desafiante en el que, convocados por el ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, participaron los decanos de las carreras de Medicina, Abogacía y Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Tucumán.
“Durante catorce años dedicamos tiempo, energías y amor hacia esos niños que empiezan en el nivel inicial y llegan al último año del secundario, pero ¿cómo pensamos la articulación con la facultad? No podemos permitirnos perder de vista esas trayectorias”, dijo Lichtmajer.
Los decanos contaron las diferentes estrategias que ponen en marcha para que los nuevos estudiantes no abandonen antes de terminar el primer año: desde una feria de microemprendedores y visitas guiadas a los alumnos que están próximos a entrar en la carrera, hasta un sistema de tutorías de alumnos y docentes. Con esto se busca evitar el desgranamiento en el primer año de estudios superiores, que, en algunos casos, puede llegar a ser superior al 50%.
Este panel fue muy breve: apenas veinte minutos. Pero le dio sentido al resto de las actividades. En la escuela hay una generosidad bellísima y amorosa de los maestros hacia sus estudiantes, que van a seguir con su vocación más allá del tiempo de la educación obligatoria. El trabajo está en prepararlos para alcanzar ese objetivo.
Después del congreso, ¿cómo sigue la formación docente? “A pleno”, dijo Lichtmajer, entusiasmado con la agenda de actividades del Programa Formar, que incluye más de un centenar de cursos gratuitos para los docentes tucumanos.
LEER MÁS