A principios de año, las discusiones radicaban en el calendario escolar. El gobierno nacional y las provincias acordaron extender los 180 días de clase obligatorios y llevarlos a 190. Sin embargo, un estudio que recién publicó Mendoza muestra que el nivel de ausentismo de los alumnos conspira contra el cumplimiento de los días de clase estipulados y que las faltas correlacionan con peores calificaciones.
El estudio estuvo a cargo de Alejandro Ganimian, doctor en Análisis Cuantitativo de Política Educativa por la Universidad de Harvard, que actuó como consultor externo de Mendoza, una de las pocas provincias que cuenta con la información nominalizada. El informe indagó en el último año escolar “normal”, 2019, y se propuso responder cuatro preguntas: cuánto se ausentan los estudiantes, en qué escuelas hay mayor ausentismo, qué tipo de alumnos son los que más faltan y cómo es el desempeño de esos estudiantes.
El análisis arrojó un ausentismo muy elevado, sobre todo en primaria. En promedio, en las escuelas públicas los chicos faltan 24 días por año; bastante más que en las privadas donde el ausentismo promedia 15 jornadas. Esos números indican que los chicos en primaria pierden entre 75 y 121 horas de clase, entre un 8 y 13% del calendario escolar.
“El estudio analizó las ausencias injustificadas en las escuelas. Notamos que en primaria el ausentismo es mucho más recurrente que en secundaria, donde los chicos faltan 17 veces en las escuelas públicas y 12 en las privadas. En Argentina debatimos muchísimo sobre si los 180 días de clase son suficientes, pero dentro de ese mismo año escolar ya se están perdiendo muchos días. Habría que hacer énfasis ahí”, señaló Ganimian en diálogo con Infobae.
En las escuelas calificadas dentro de áreas “marginales” el ausentismo es “muchísimo más alto” que en las urbanas o rurales. Del mismo modo, las faltas bajan en las escuelas que son de jornada completa.
Respecto al tipo de estudiantes, los chicos de los primeros grados se ausentan con mayor asiduidad que los más grandes. Además, el nivel socioeconómico y educativo de los padres también incide en el ausentismo: los chicos procedentes de familias de menores ingresos pasan más días fuera de la escuela, lo que indica que el contexto también impacta en la asistencia.
Las faltas, en términos académicos, no son gratuitas. Los investigadores encontraron que los alumnos que más se ausentan a clases logran peores calificaciones que quienes sí registran buena asistencia. Por ejemplo, en matemática, los alumnos que desaprobaron la materia, es decir que sacaron de 6 para abajo, faltaron en promedio 40 veces por año. En cambio, los que obtuvieron un 10, registraron 20 ausencias, la mitad.
“Correlación no implica causalidad, como siempre decimos. Hay otros factores que se asocian a los desempeños como el nivel socioeconómico y educativo de los padres, pero en cada materia observamos con nitidez un vínculo entre mejores notas y mayor asistencia. A corto plazo las consecuencias son solo académicas, pero a largo plazo las investigaciones internacionales lo muestran como un predictivo de mayor probabilidad de consumo de drogas o criminalidad”, explicó el autor del estudio.
Prueba piloto para mejorar la asistencia
El estudio también comprobó que la incidencia de las faltas sube antes de los recesos, ya sea antes de las vacaciones de invierno, antes de un feriado o antes de un fin de semana. Por caso, los viernes son los días de mayor ausentismo en el sistema educativo.
Con ese dato, el gobierno mendocino llevará adelante una prueba piloto en la segunda mitad del año. La intervención apuntará a optimizar el diálogo con las familias. Participarán 600 primarias públicas que se dividirán en tres grupos: 1) los directivos enviarán mensajes de texto “correctivos” a los padres cada 15 días, informándoles cuánto faltó su hijo en ese período; 2) los padres recibirán mensajes “preventivos” antes de las vacaciones, los feriados y los fines de semana sobre la importancia de la asistencia a la escuela; 3) habrá un grupo de control que no recibirá mensajes sobre la asistencia escolar.
En la región, tanto en Chile como en Brasil, se registran experiencias eficaces en torno al envío de mensajes a los padres. En Mendoza, en caso de que la intervención se compruebe exitosa, extenderán la medida al resto del sistema a partir del próximo ciclo lectivo.
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