Después de que la Ciudad de Buenos anunciara la prohibición del lenguaje inclusivo en las escuelas, la polémica se instaló en torno al tema. El gobierno nacional salió al cruce y cuestionó la medida que comenzó a regir desde hoy en los colegios porteños.
El ministro de Educación, Jaime Perczyk, dijo que si bien es necesario mejorar la alfabetización y la comprensión lectora de los chicos, prohibir el lenguaje inclusivo no es la solución. “Tenemos que mejorar, pero eso no se hace prohibiendo. Mejorar es que no haya violencia, que no haya femicidios, que no haya desigualdad, ni discriminación”, señaló.
“La Argentina tiene 24 provincias y cada una está enfocada en que haya más días y horas de clases, en que haya libros en las escuelas, pero hay que pensar que si tantos chicos y chicas usan ese lenguaje refleja otra cosa, una situación de injusticia, de machismo con las chicas y mujeres argentinas, y que si lo usan es porque entienden que es una herramienta para que eso cambie”, advirtió en declaraciones a C5N.
Incluso Perczyk marcó que la medida le recordaba a la decisión del franquismo de prohibir la zurdería, es decir, que los chicos escribieran con la mano izquierda. “Con eso pensaban que corregían algo y las causas son más profundas. Acá tenemos mucho que mejorar, tenemos que lograr una sociedad igualitaria, que todas las chicas pueden ir en las mismas condiciones que los varones”, expresó.
En la misma sintonía se manifestó la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta, que se mostró en contra de cualquier prohibición y señaló a las escuelas como un espacio de libertad y diversidad.
“Las escuelas deben ser ámbitos inclusivos y democráticos que respeten la libertad y la diversidad. Nada bueno se aprende de una prohibición”, manifestó en su cuenta de Twitter.
Algunas horas después, otros funcionarios del Frente de Todos también alzaron la voz contra la medida. Por caso, la legisladora porteña Laura Velasco, calificó de “fascista” la prohibición del lenguaje inclusivo y cuestionó: “En una nueva expresión de autoritarismo contra la comunidad educativa por parte de una ministra (Soledad Acuña) que piensa más en cómo llamar la atención para proyectarse electoralmente, para competir con la derecha más rancia y reaccionaria que cuestiona la ESI y la perspectiva de género”.
Hoy por la mañana, en conferencia de prensa, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta y su ministra de Educación, Soledad Acuña, ratificaron la prohibición de las expresiones con la “e”, la “x” y el “@” en las aulas y detallaron los alcances de la resolución que llegó ayer a las escuelas.
“Es fundamental que los chicos puedan ser libres, que puedan leer, escribir y comprender lo que dicen. Teniendo dominio de la lengua, ellos pueden elegir comunicarse. Esta norma lo que busca es ordenar la enseñanza en las aulas, regula el ejercicio de la tarea docente frente al aula con los estudiantes”, afirmó Acuña.
La medida alcanza tanto a las escuelas públicas como a las privadas de la Ciudad y a los tres niveles obligatorios (inicial, primaria y secundaria). Si bien ya entró en vigencia, las autoridades reconocen que llevará un tiempo la implementación y que se reflejará en forma gradual en las escuelas.
Tras conocerse la resolución, los gremios docentes también repudiaron la medida. Tanto Ute como Ademys, dos de los sindicatos porteños, consideraron que forma parte “de la ofensiva de la derecha en educación”. Al respecto, la ministra Acuña remarcó: “No le pedimos permiso a los sindicalistas para tomar decisiones en materia de política educativa”.
Ante la consulta sobre cómo controlarán la aplicación de la medida, reiteró que “no habrá una caza de brujas”, que apostarán al compromiso de supervisores, directivos y docentes para que paulatinamente los grafemas como la “e”, la “x” o el “@” dejen de aparecer en el aula y en las comunicaciones con las familias.
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