Ambiente, juventud, activismo: Bruno Rodríguez y Eyal Weintraub, los cofundadores de la agrupación ambiental Jóvenes por el Clima (parte del movimiento Fridays For Future creado por Greta Thunberg), entienden que son los integrantes de esta generación quienes pueden modificar el futuro del planeta.
“Las consecuencias de la crisis climática y ecológica nos empujan a tomar una responsabilidad histórica. No solo los jóvenes tomaremos las riendas de un futuro incierto configurado a partir de decisiones que no tomamos, sino que también debemos transformar el presente”, dijo Bruno Rodríguez. De no depositar el mayor esfuerzo, continuó, “los jóvenes estaríamos hipotecando el porvenir y las condiciones del ahora”.
Eyal Weintraub planteó la contradicción de si existe o no una antinomia entre desarrollo y ambiente: “Como está planteado el desarrollo actual, en el corto y mediano plazo es muy difícil lograr que el desarrollo económico y la sociedad ambiental avancen a la par”.
La solución sería apuntar al largo plazo mediante desarrollos sostenibles: “Debemos preguntarnos cuáles son los daños ambientales que estamos dispuestos a asumir en pos de lograr un desarrollo económico que reduzca la pobreza”, continuó Weintraub. “¿Para qué implementaremos X solución? ¿Es simplemente un desarrollo que generará mayor concentración de la riqueza? ¿Generará puestos de trabajo locales? ¿Se tendrá en cuenta la opinión de las comunidades a las cuales impacta? Estas son solo algunas de las preguntas que deberíamos hacernos”. Se trata de una transición tensa para llegar a una síntesis entre desarrollo y ambiente.
Economía verde
Para los dos activistas, la Argentina tiene un gran potencial para el desarrollo de fuentes energéticas que forman parte de los trayectos de descarbonización: energía solar en el norte, energía eólica en el sur, energía nuclear.
“Las ventajas de nuestro país, en comparación con otros, son enormes”, dijo Rodríguez. “Ser latinoamericanos y vivir en un país que no tiene escasez particular de recursos naturales, con un aprovechamiento de biodiversidad muy fuerte, nos ubica en la respuesta de la proyección de rentabilidad que puede tener una transición productiva hacia fuentes que se apoyen bajo el paradigma del desarrollo económico sostenible”.