Ana María Borzone es doctora en Filosofía y Letras, con una vastísima experiencia en su área: desde hace más de cincuenta años, desde 1969, es investigadora del CONICET. Borzone es una de las figuras más relevantes para interpretar cómo se realizan los procesos de alfabetización en los primeros años de la escuela, y también una de las voces más críticas.
“El hecho de que los chicos no aprendan a leer y escribir es algo que vengo denunciando desde hace más de treinta años”, dijo en el auditorio que Ticmas montó en la última edición de la Feria del Libro. Y agregó: “En la Argentina estamos sufriendo un problema gravísimo; los últimos datos nos lo muestran. Solo el 16% de los chicos termina en tiempo y forma la secundaria. Los chicos en nuestras escuelas no aprenden a leer ni a escribir”.
“¿Cómo hace el sistema educativo para tapar ese fracaso?”, se preguntaba Borzone: “Les dicen a los docentes y a los padres que los chicos ya van a aprender, y, cuando llegan al secundario, qué hace el sistema: lo tapa. Todos promueven, no importa que deban todas las materias. Les regalan el título. Es la mayor estafa educativa que se ha hecho en este país. ¿Por qué? Porque esos chicos no han aprendido, no se les han dado los instrumentos básicos que son la lectura y la escritura”.
Encontrar las causas del déficit educativo
“Mis primeras experiencias las hice con chicos de 5 años. Eran chicos que vivían en una villa de emergencia. Es decir: la pobreza urbana, que es quizás la más dura. Al finalizar el año esos chicos escribían textos, tenían un nivel de razonamiento cognitivo y habían avanzado muchísimo en la producción lingüística”, recordó la especialista. “Los chicos pueden aprender a leer y escribir y, lo sabemos ya desde la década del 70, es que esos aprendizajes tempranos les permiten cursar toda la escolaridad y llegar a la universidad. Por supuesto, si tienen programas eficientes de enseñanza a lo largo de toda la escolaridad”.
Borzone le explicó entonces al auditorio que desde los años 80, y con gran impacto en los 90s, se implementó lo que se llama psicogénesis de la escritura, una modalidad que genera serias deficiencias en el aprendizaje de la escritura y la lecto comprensión. Y que incluso “genera patrones de dislexia”. “La escuela pública argentina hoy genera una gran brecha entre grupos de distinto nivel socioeconómico”, afirmó.
Interpelo a las autoridades; qué van a hacer con todos esos chicos que no aprendieron a leer y a escribir
Queremos aprender
El equipo de trabajo de Borzone, llamado “Queremos aprender”, elaboró a lo largo de los años diversos informes que incluyen experiencias en escuelas rurales, escuelas aborígenes y “en todos los casos nuestros chicos aprendían a leer y a escribir en primer grado. A mí no me pueden decir, y no lo puede decir ningún científico en el mundo que los chicos no pueden aprender a leer y a escribir en primer grado. Por las características del sistema español, los chicos dominan el sistema de escritura en tres, cuatro meses”.
El método que ella usa para que los niños ingresen tempranamente en la escritura y la lectura tiene como una de las claves la oralidad: “Tienen que aprender a relatar, a describir, a explicar, a argumentar. Y al mismo tiempo van aprendiendo a leer y a escribir palabras”, explicó. Y destacó la necesidad de trabajar en progresión. “Esto no es un milagro. La escuela pública que enseñaba era un espacio de oportunidades. Esa escuela pública la perdimos”.
Borzone fue categórica: “Si los chicos no aprenden es porque no les enseñan. Es simple, pero estamos generando un grave problema. Un problema para los chicos porque destruimos su autoestima, su vida. ¿Qué vida puede tener un chico que sale del secundario y no sabe leer ni escribir? Interpelo a las autoridades: qué van a hacer con todos esos chicos que no aprendieron a leer y a escribir”.
Cambiar el método de enseñanza
Borzone explicó que se trata de invertir el método fónico “que ya probó en la década del sesenta que era mucho mejor que el método global que se utiliza en la Argentina. Pero nosotros hemos ido más allá de la discusión entre método fónico o método global porque está superado. No podemos seguir discutiendo si la Tierra es redonda o plana”.
La doctora en Filosofía explicó que primero forman un equipo con especialistas en distintas áreas como comprensión, adquisición del lenguaje oral, juego, habilidades emocionales, habilidades ejecutivas: “Preparamos al cerebro para que aprenda”.
Se trata de focalizarse en la llamada “lectura dialógica” que se aplica actualmente en los jardines y primeros años de las escuelas de la provincia de Mendoza. Borzone señaló que su deseo es que “la escuela pública recupere la calidad de la enseñanza, cuando todos los chicos aprendíamos a leer y escribir en primer grado”. Y en pos de este cambio, no solo están capacitando a miles de docentes en Mendoza sino también en otras provincias.
Que la escuela pública recupere la calidad de la enseñanza, cuando todos los chicos aprendíamos a leer y escribir en primer grado
Conciencia docente
Borzone destacó que muchos docentes en el país están interesados en modificar los actuales métodos de enseñanza de escritura y lectura, pero que no entiende los motivos de las autoridades educativas por los que no avanzan con el cambio. “A nosotros nos han prohibido hacer una experiencia en una escuela que la quiso hacer en la Provincia de Buenos Aires”, dijo.
Y aseguró que en Mendoza los resultados son favorables, ya que los chicos de cuarto grado tienen un mejor desempeño lecto-escritor que los que se encuentran en sexto grado, que aprendieron con el modelo global.
Además de trabajar con un videojuego para que los más chiquitos se acerquen a la lectura, también el equipo de “Queremos aprender” desarrolló un programa de fluidez lectora, cuya aplicación está desarrollando de forma gratuita los laboratorios de Globant.
Futuro desigual
“O dejamos la ideología y tomamos la ciencia o no vamos a sobrevivir como país”, planteó Borzone, ante los debates sobre si la educación debe ser más o menos progresista.
“Los resultados actuales son que los chicos no saben leer ni escribir. Por supuesto, si puedo pagar un colegio que sale mil dólares por mes, van a aprender a leer y a escribir, van a aprender literatura española, italiana, literatura inglesa. Van a tener una formación que los va a ubicar como la elite del futuro”, dijo, y agregó: “La desigualdad que genera ese discurso político es gravísima. Porque es una desigualdad a futuro, a oportunidades de trabajo. Y ya lo sabemos, las empresas buscan chicos y no los pueden incorporar porque aún cuando tengan el título de secundaria no comprenden los textos, no pueden leer ni escribir”.
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