Magíster en Tecnología Educativa, Licenciada en Ciencias de la Educación y especialista en liderazgo; además de liderar desde hace trece años procesos y programas de innovación social con escala mundial tanto en el sector público y privado; son solo algunos puntos destacados del impresionante currículum de Melina Masnatta que visitó el auditorio de Ticmas para conversar de un tema clave al pensar el vínculo tecnología y educación: la inclusión.
Masnatta inició la conversación contando cómo le tocó inaugurar dentro de la compañía Globant la dirección del área de Learning and Diversity, Equity and Inclusion (Aprendizaje, Diversidad, Equidad e Inclusión) para repensar su carrera profesional. “Parte de lo que hago día a día, es trabajar con un equipo global en 18 países y eso nos trae mucha diversidad y es super interesante porque eso nos hace articular y trabajar con equipos locales”.
Métricas
“Cuando trabajamos con temas como Learning (Aprendizaje) o Diversity (Diversidad) son temas bastante difíciles de medir. Por ejemplo, algo que venimos trabajando mucho en el equipo es todo lo que tiene que ver con la aplicabilidad de eso que aprendemos que es un tema y un desafío cuando trabajamos, valga la redundancia, en el mundo del trabajo de la tecnología, cuando estamos aprendiendo lo que de alguna manera estamos desarrollando”, planteó la especialista.
Y ante la pregunta sobre el ¿esto sirve?, Masnatta aseguró: “Trabajamos siempre con el objetivo de la evaluación que es mejorar la práctica”
En el mundo del trabajo de la tecnología, cuando estamos aprendiendo lo que de alguna manera estamos desarrollando
Consumo responsable de la tecnología e inclusión
“Hay que cambiar la mirada y pensar que la tecnología es de todas las edades, no solamente de la juventud”, reflexionó Masnatta y continuó: “Cuando pensamos en los consumos cognitivos y emocionales que hacemos a través de la tecnología, nos gusta poder pensar cómo esto también le da significado y significancia, valga la redundancia, en las situaciones de cada persona, en las historias de cada persona: ¿Por qué me estoy acercando a este conocimiento? ¿Cómo lo estoy abordando? ¿Y cómo está mejorando mi práctica cotidiana?”
¿Y esto para qué me sirve?
A la hora de formarse en tecnología, es común que la pregunta surja sobre la necesidad de la educación y no sobre los dispositivos que utilizamos todos los días. Al respecto, Masnatta señala: “Lo complejo es que hoy estamos dejando la decisión entre quienes crean esos algoritmos y te lo digo desde el lado de quienes creamos esos algoritmos. Si llegó a Netflix tener documentales como todo lo que habla de redes sociales, con las inteligencias artificiales… estos son los temas por los que las compañías tienen que dar a la ciudadanía respuestas”.
Por otro lado, la especialista puso el foco en comprender cómo esos algoritmos limitan nuestras capacidades de verdadera decisión y está “el riesgo a corto plazo de ¿hasta cuando vamos a seguir innovando como humanidad si hay alguien que ya lo pensó, lo diseñó y a marcar ciertos límites?”
Y sumó: “Creo que hay un tema ético muy fuerte, por el que vamos a tener que dar respuesta en los próximos años. Ahora no te imaginás acá gente fumando, y no te imaginás que en unos años una persona esté descargando una aplicación sin que te diga los desafíos cognitivos que te puede traer ese consumo. Hoy te lo dice Instragram, por ejemplo, o TikTok te dice ojo que esto podría causar adicción..”
¿Hasta cuando vamos a seguir innovando como humanidad si hay alguien que ya lo pensó, lo diseñó y a marcar ciertos límites
Learning
Una de las preguntas que se hace Masnatta es “qué nos está pasando como humanidad con el pensamiento fragmentado que estamos teniendo todo el tiempo., cuando un aprendizaje genuino necesita un aprendizaje y una concentración y atención profunda. Nos cuesta pensar en las personas, quién creó esto, para qué creo eso. Y por eso digo que tenemos que hacer como una capa cada vez que utilicemos ésto porque también hasta la persona influencer está haciendo un guiño de ojo sobre cómo tiene que contarte esa información para que sea más viral; ni siquiera es original en cómo la cuenta para poder llegar más lejos; se está acomodando a un algoritmo”, aseguró.
Pandemia
Zunini recordó una idea de Masnatta en torno a lo que se podía rescatar de la pandemia: “Se perdió el miedo a lo digital”, pero ¿qué implica eso? Masnatta, entonces, puso el foco en que ahora hablamos de salud mental.
“Creo que un resabio de la postpandemia, y de la que estamos viviendo hoy por hoy, y lo digo desde los ámbitos de trabajo que hoy ya es común decir bueno hay un impacto vinculado a ésto, al miedo de volver; ciertas emociones que antes no estaba lícito hablar”, reflexionó y aseguró que si bien es cierto que se perdió ese medio a la digital al mismo tiempo se dio un consumo excesivo de lo digital.
Para Masnatta, la pandemia permitió repensar el cómo nos comunicamos a través de la tecnología y las formas que necesita cada persona para entender lo que la otra quiere transmitir abriendo justamente los caminos de la diversidad y la inclusión. “Lo que nos queda es pensar al revés: ¿quiénes se están quedando afuera de todo esto? Quizás por temor, por quedar fuera de juego; lo veíamos en las clases que nadie decía mm yo la verdad que no entiendo mucho”, ejemplificó.
Y sumó: “La palabra inclusión es una palabra que para mí se resignifica constantemente, la tenemos que pensar en contexto; la tenemos que pensar proyectualmente”.
Chicas en tecnología
Después de su paso por el tan celebrado espacio de intercambio y formación de tecnología con perspectiva de género llamado Chicas en Tecnología, Masnatta todavía se sigue sorprendiendo con el impacto que genera en jóvenes que eligen profesionalizarse en ese ámbito. La especialista destacó que lo mejor que ocurrió cuando decidió salir del proyecto es que sabía que “ya se había creado un movimiento, y ya no depende de una persona, depende de varias personas”. Además destacó el cambio que se da en la sociedad donde una chica puede hacer tecnología.
Sobre el final retomó la cuestión de cómo una persona puede convertirse en consumidor y generador de información, aún sin saberlo. “Las personas usuarias no tienen muy en claro cuál es su rol, y no tienen muy en claro cómo su accionar va dejando huellas”, planteó. Y agregó: “Un concepto muy poderoso que a veces tenemos las personas y que creo que ahí hay un poquito más de deuda: hay un grupo que no está tan al tanto de que puede incidir y puede cambiar la brújula. De hecho, las personas que investigamos qué hacen esos consumidores y consumidoras estamos mirando, a veces, a quien se corre de la norma; y esto lo digo porque también es poderoso (es una potencial derivación a algo que no estamos viendo”.
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