Carreras que computen créditos en lugar de materias, que permitan seleccionar los contenidos como si se tratara de una plataforma on-demand, que invite a los alumnos a cursar en otras facultades e incluso en otras universidades. La propuesta de una “universidad a la carta” parece lejana, pero ayer fue puesta a consideración en un plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que nuclea a todos los rectores de instituciones públicas del país.
Hugo Juri, rector de la Universidad Nacional de Córdoba, fue quien presentó la iniciativa. En la casa de estudios cordobesa ya funciona un programa llamado Atlas, que agrupa la oferta académica de la universidad, y permite a los estudiantes elegir qué materias cursar de acuerdo a sus intereses, por más que sean asignaturas que poco tienen que ver con su carrera de base.
“Uno tiene un rompecabezas de pequeños ladrillos de conocimiento y con ellos puede trazar su propio trayecto formativo”, explicó Juri a Infobae. “Nosotros tenemos 4 mil materias. Si las juntamos con las del resto del sistema público, serían 100 mil materias. Y no hace falta que sea toda la materia, puede ser tan solo un tramo, lo que daría aproximadamente un total de un millón de créditos académicos entre todas las universidades públicas. Tenemos una infinidad de variantes que nos permitirían hacer desde pequeños tramos hasta carreras completas multidisciplinarias”, agregó.
Atlas es un motor de búsqueda. Al funcionar por palabra clave, como por ejemplo “sustentabilidad”, el usuario puede acceder a contenidos específicos dentro de una materia. En caso de que encuentre varias entradas, puede seleccionar la orientación que desee: Arquitectura, Ciencias Exactas, Ciencias Agropecuarias, entre otras.
“Egresados de una carrera de una facultad van a poder profundizar su formación en otra facultad con solo hacer un click en la palabra de interés, sin tener que navegar por toda la paginas de la universidad”, precisaron en la UNC.
A la larga, la intención es que para recibirse un estudiante tenga otra alternativa más que aprobar 40 materias de una misma carrera. Mutar gradualmente hacia un sistema por créditos. Es decir, que haya un cuerpo de contenidos obligatorios, pero también que exista la posibilidad de cursar y acreditar conocimientos de otras carreras, e incluso de otras universidades.
Esa posibilidad se ve más factible en carreras sociales o humanísticas, pero también se abre una ventana con otras disciplinas más tradicionales a partir de una tendencia que se impone a nivel global: el aprendizaje a lo largo de toda la vida.
“Va a seguir habiendo carreras como Medicina, Ingeniería civil o Derecho que tienen requisitos clásicos, pero la misma Medicina evoluciona con el big data, las neurociencias o la genómica y se vuelve trascendental actualizar conocimientos, tener una educación continua. Hacia ahí va el futuro”, remarcó Juri.
La plataforma estaría a disposición no solo de estudiantes de grado, sino también trabajadores que necesiten reconvertir sus conocimientos y graduados que pretendan actualizarse. Según sus impulsores, la propuesta abre el camino hacia un cursado que llaman “no tubular”, con ingreso en el momento que el estudiante desee, sin correlativas, ni requisitos formales previos. Una figura que la UNC reconoce como “alumno vocacional”.
Ayer, en la asamblea del CIN que se desarrolló en Jujuy, la universidad cordobesa mostró sus primeros pasos con la plataforma e instó a las otras casas de estudios que se sumen para generar “nuevas ofertas educativas interinstitucionales”, cubriendo áreas de vacancia con los mismos recursos existentes.
Según Juri, la recepción de la propuesta fue positiva. La digitalización de las materias que exigió la pandemia puede ayudar a avanzar en una plataforma a nivel nacional, que incluso incorpore instituciones de la región. “Es una necesidad absoluta. Tenemos carreras en conjunto con universidades europeas, ¿por qué no las vamos a tener dentro de nuestro país? En Europa se estimula constantemente a los estudiantes a hacer la carrera en otras universidades e incluso en otros países. Tenemos que pensar esta propuesta como región, como parte del espacio latinoamericano. Cada país tiene un nicho de conocimientos que no tiene otro. Tenemos que juntarnos para ofrecer la mejor formación”, advirtió.
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