Al término de las elecciones en las que se votaron centros de estudiantes, consejeros directivos y delegados a la FUBA en las trece facultades de la UBA, el frente reformista y aliados se adjudicaron la victoria en ocho centros, la izquierda retuvo dos, en tanto La Cámpora perdió uno de los tres que puso en juego.
El reformismo, compuesto por radicales, peronistas, socialistas e independientes, es la fuerza alineada al actual rectorado. En la elección, retuvo el control de los siete centros de estudiantes que ya conducía (Económicas, Medicina, Derecho, Ingeniería, Odontología, Psicología y Arquitectura) y sumó al Centro de Agronomía, donde la agrupación independiente LAI le ganó a La Cámpora que, a partir de mañana, conducirá solo dos facultades: Exactas y Filosofía y Letras. En tanto, el Partido Obrero mantuvo Farmacia y Veterinaria y una agrupación peronista retuvo Sociales.
La elección fue muy positiva para el reformismo ya que creció en “las cinco grandes” que ya conducía. En Medicina, que vivió una elección histórica de la que participaron 46.600 estudiantes, cosechó el 74,58% de las votos, en Económicas obtuvieron el 72,11% de los 23.600 votos emitidos, Psicología también les dio el triunfo con un 59,2% sobre un total de 17.208 votos, en Arquitectura obtuvieron el 60% de los 23.680 votos y en Derecho, donde los socialistas de Roy Cortina y la Franja Morada conducida por Juan Alfonsín fueron juntos contra La Cámpora y La Centeno, el reformismo obtuvo un triunfo holgado al quedarse con el 54% de los 22.697 votos válidos.
Ramiro Sarraf, actual presidente de la FUBA, señaló: “Con estos resultados en la UBA, el reformismo se consolida como gran elector de cara a las elecciones de decanos y rector, mantiene la conducción de la FUBA, recuperada en 2019, y con las elecciones de La Plata y Rosario nos sobra para mantener el control de la FUA”.
Entre el lunes y el viernes se desarrolló la semana de elecciones en la UBA. En general, se llevan adelante en septiembre u octubre, pero debido a los dos años de suspensión por la pandemia, decidieron adelantarlas al inicio del ciclo lectivo. La importancia de la elección radica en un caudal electoral inmenso. Tanto que el padrón de la universidad -más de 300 mil votantes- supera al de algunas provincias (La Pampa, La Rioja, Santa Cruz o Tierra del Fuego) para sus elecciones generales.
La elección se divide en dos. Por un lado, los estudiantes eligen consejeros directivos que se renuevan cada dos años. Se eligen cuatro consejeros por facultad, que son quienes luego participan de la designación del decano de la facultad y del rector de la universidad. Por eso, la mayoría estudiantil juega un rol clave.
Asimismo, los estudiantes eligen a quienes conducirán el centro de estudiantes de cada facultad. De los resultados también depende la cantidad de delegados que cada facultad enviará al congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA). En el congreso esos delegados que suman 130 luego consagran la conducción.
En la última elección, el reformismo recuperó la federación estudiantil más grande de Sudamérica después de 18 años de conducción de la izquierda. Tras esta votación, según reconocen fuentes de la universidad, está garantizada la continuidad. De hecho, por la derrota de la Cámpora en Agronomía y los buenos resultados en las “cinco grandes” llegará incluso más holgado al congreso en el que se renuevan las autoridades.
SEGUIR LEYENDO: