Después de dos años, se llevaron adelante elecciones en la Universidad de Buenos Aires. Por la tarde se conocieron los primeros resultados y la presencia de La Cámpora quedó debilitada tras la derrota que sufrió en el centro de estudiantes de Agronomía. El reformismo, por su parte, retuvo los centros de Odontología e Ingeniería.
Hasta esta elección, el kirchnerismo conducía tres facultades: Agronomía, Filosofía y Letras y Exactas. Ahora la lista de la Cámpora perdió en Agronomía en una ajustada elección con LAI, una agrupación independiente que obtuvo el 44% de los votos contra el 40% del kirchnerismo.
En tanto, en Odontología, la lista reformista AFO se impuso con contundencia con más del 95% de los votos. En Ingeniería también se produjo un triunfo holgado de la fuerza alineada al rectorado que logró un 65%.
De ese modo, el reformismo -compuesto radicales, peronistas, socialistas e independientes- se afianza en la UBA. Hasta el momento, el espacio que respalda al rector Alberto Barbieri tiene presencia en siete de las trece facultades: Medicina, Derecho, Económicas -las tres más grandes- y Odontología, Ingeniería, Arquitectura y Psicología. La tendencia marca que mantendría los centros de estudiantes que aún no están escrutados.
El lunes 4 de abril comenzó la semana de elecciones en la UBA. En general, las elecciones se desarrollan en septiembre u octubre, pero debido a los dos años de suspensión por la pandemia, decidieron adelantarlas al inicio del ciclo lectivo. La importancia de la elección radica en un caudal electoral inmenso. Tanto que el padrón de la universidad -más de 300 mil votantes- supera al de algunas provincias (La Pampa, La Rioja, Santa Cruz o Tierra del Fuego) para sus elecciones generales.
La elección se divide en dos. Por un lado, los estudiantes eligen consejeros directivos que se renuevan cada dos años. Se eligen cuatro consejeros por facultad, que son quienes luego participan de la designación del decano de la facultad y del rector de la universidad. Por eso, la mayoría estudiantil juega un rol clave.
Asimismo, los estudiantes eligen a quienes conducirán el centro de estudiantes de cada facultad. De los resultados también depende la cantidad de delegados que cada facultad enviará al congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA). En el congreso esos delegados que suman 130 luego consagran la conducción.
En la última elección, el reformismo recuperó la federación estudiantil más grande de Sudamérica después de 18 años de conducción de la izquierda. Tras esta votación, según reconocen fuentes de la universidad, está garantizada la continuidad. De hecho, por la derrota de la Cámpora en Agronomía llegaría incluso más holgado al congreso en el que se renuevan las autoridades.
El mapa político de la UBA es difuso. Un ejemplo de ello es la alianza amplia que integra la fuerza oficialista. Agrupaciones que pueden ser aliadas a nivel nacional, aquí pueden ser adversarias y viceversa. Por fuera del reformismo y el kirchnerismo, la izquierda todavía retiene dos centros de estudiantes: Veterinaria y Farmacia y Bioquímica; esta última con resultado abierto. A su vez, una agrupación peronista lidera en Sociales; otro de los centros con escrutinio incierto.
Entre la noche de hoy y la mañana del sábado, se conocerán los resultados en las diez facultades que aún no hicieron el recuento de votos.
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