Hoy poco más de 830 mil chicos volverán a las aulas. Mientras en casi todo el país las escuelas reabrirán el 2 de marzo, la Ciudad de Buenos Aires y Mendoza ponen en marcha sus ciclos lectivos en forma anticipada con la idea de sumar días de clase tras dos años de cierres e interrupciones en la asistencia.
En CABA hoy vuelven a las escuelas solo los chicos de nivel inicial y primaria. Son alrededor de 390 mil estudiantes entre colegios públicos y privados. En Mendoza, por su parte, todos los niveles obligatorios retoman de modo anticipado. Poco más de 440 mil alumnos desde jardín hasta secundaria empiezan hoy las clases.
Como ya es costumbre, docentes y directivos deben retornar unas semanas antes a los establecimientos. Más de 30 mil maestros porteños de todas las escuelas públicas participaron de una capacitación obligatoria que se realiza como antesala del inicio de clases. Las propuestas apuntaron a la recuperación de aprendizajes en temas como alfabetización inicial, planificación anual en aulas, articulación entre niveles, inclusión de tecnologías digitales, e intervenciones docentes tempranas, entre otros.
Si bien los protocolos de ambos distritos son similares, hay algunas pequeñas diferencias. En CABA, los alumnos deben usar barbijo desde cuarto grado. Mendoza sigue los lineamientos que se aprobaron a nivel nacional. Por ello, a los chicos se les exige el uso de tapabocas desde primer grado.
La otra diferencia radica en el accionar ante un contagio. En los colegios porteños se dejarán de aislar contactos estrechos asintomáticos sin importar si están o no vacunados. En las escuelas mendocinas, solo estarán exentos de aislarse los contactos, sean alumnos o docentes, que hayan completado sus esquemas de vacunación.
El 10 de febrero, tras una reunión conjunta del Consejo Federal de Salud y Educación, se aprobó por unanimidad el protocolo que regirá en todo el país para el próximo ciclo lectivo, al menos en una primera etapa. El nuevo protocolo incentiva la presencialidad plena y es más flexible que el del año pasado: elimina el concepto de burbujas y pretende una mayor continuidad en la asistencia pese a la aparición de un caso sospechoso o positivo de Covid-19. Sin embargo, sostiene el uso del barbijo.
Justamente el barbijo se ubica en el centro de la polémica. Con los padres a la cabeza, pero también ahora de la mano de dirigentes políticos y especialistas, son cada vez más las voces que se alzan en contra de la obligatoriedad del tapabocas en las escuelas.
Las autoridades, por ahora, hacen caso omiso al reclamo. Pero una declaración de Alberto Fernández generó confusión en la comunidad educativa. “Les pido que el 2 de marzo demos vuelta la página de la penuria. El 2 de marzo voy a iniciar el ciclo lectivo de todos en Catamarca y La Rioja. Vamos a volver con toda la fuerza. Vamos a olvidarnos de tener la cara tapada”, dijo el Presidente sobre el cierre de un discurso el jueves pasado.
La frase de “olvidarnos de tener la cara tapada” contradice el mismo protocolo que días antes sus ministros de Educación, Jaime Perczyk, y de Salud, Carla Vizzotti, les habían presentado a sus pares provinciales. No obstante, fuentes oficiales le restaron importancia a la declaración y aseguraron que el protocolo seguirá las mismas pautas aprobadas, que en todo caso el barbijo se revisará más adelante.
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