A un mes del inicio del ciclo lectivo, el gobierno bonaerense definió que no pedirá pase sanitario para ingresar a las escuelas. Al contrario, sumarán medidas, que incluyen provisión de barbijos y refuerzo de vacunación, para lograr que las clases en la provincia sean “con presencialidad segura, cuidada y vacunada”.
El pase sanitario para las escuelas era una inquietud en la provincia de Buenos Aires. Tanto que algunos funcionarios del gobierno de Axel Kicillof habían dejado entrever en declaraciones a los medios que se evaluaba pedir la vacunación completa a docentes y a alumnos. Sin embargo, fuentes oficiales confirmaron a Infobae que no se exigirá certificado de vacunación en los establecimientos educativos.
La decisión va en línea con la postura que asumió el gobierno nacional en palabras de sus ministros de Salud, Carla Vizzotti, y de Educación, Jaime Perczyk. De hecho, por algunas frases, se había generado cierta incertidumbre en la Casa Rosada. Temían que la provincia de Buenos Aires, por diferencia el mayor sistema educativo del país, se desmarcara de la posición nacional.
Si bien la administración bonaerense no empleará el pase sanitario en las escuelas, sí hará especial hincapié en la vacunación de cara al comienzo del ciclo lectivo. La semana pasada Kicillof anunció que los docentes ya podían recibir la tercera dosis sin necesidad de solicitar turno. Del mismo modo, habilitará postas de vacunación en 2.600 escuelas de la provincia para que la mayor cantidad posible de estudiantes complete el esquema con vistas a marzo.
Pese a la preocupación por la alta circulación que traería la vuelta a clases, los números de cobertura en la población escolar son auspiciosos. Al cierre de la semana pasada, el 90% de los adolescentes entre 12 y 17 años había recibido al menos una dosis de la vacuna, mientras que el 72% había completado el esquema de inmunización. Entre los niños de entre 3 y 11 años sí hay cierto rezago: la mitad aún no se vacunó con las dos dosis.
Ante la consulta por cambios en los protocolos, desde la Dirección General de Cultura y Educación admitieron que por ahora no se piensa en modificaciones, que por el contrario se fortalecerían los lineamientos con los que terminó el ciclo lectivo 2021. La intención es que haya presencialidad plena en las aulas, pero los barbijos seguirán siendo obligatorios desde primer grado.
El propio ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, adelantó que no revisarán la obligatoriedad del tapabocas, que tanto solo se flexibilizó su uso durante los recreos el año pasado. El funcionario pidió que se reemplacen los barbijos de tela por otros de “mayor calidad que tengan mejor protección y mayor capacidad de filtro”.
En ese sentido, el gobierno de Kicillof sumará una medida extra en lugar de relajar los cuidados. Distribuirá barbijos quirúrgicos en las escuelas públicas de la provincia para que los utilicen tanto alumnos como docentes. De ese modo, esperan que la movilización de 5 millones de personas que implica la puesta en marcha del ciclo lectivo desde el 2 de marzo no impacte en la curva de contagios que ya se encuentra en descenso, pero que se disparó desde fines de diciembre, con las escuelas cerradas.
A nivel nacional, mañana a la tarde se reunirá en el Palacio Sarmiento una comisión conformada por autoridades de Salud y Educación, la UNESCO, la Sociedad Argentina de Pediatría, los gremios docentes, entre otros. Allí se prevé que comiencen a delinearse nuevos lineamientos para la vuelta a clases. La Ciudad de Buenos Aires ya anticipó que en los próximos días presentará un nuevo protocolo para asegurar la continuidad escolar en medio de la tercera ola de contagios.
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