Después de casi dos años en los que el sistema educativo tuvo un cambio significativo y, frente a una situación epidemiológica compleja que decantó en la suspensión de la presencialidad para los niños, niñas y adolescentes durante un largo periodo, debemos empezar a pensar en cómo será el próximo año a nivel educativo y de qué manera se va a escribir el nuevo capítulo en el libro de la transformación digital educativa. Libro que se viene escribiendo hace algún tiempo, pero que durante estos últimos meses dio el salto más significativo, al ser la herramienta que permitió la continuidad del proceso educativo de millones de estudiantes alrededor del mundo.
La tecnología educativa viene atravesando un constante progreso, avalado por los avances que día a día contribuyen con la evolución de los procesos pedagógicos de los estudiantes. Y es justamente en esa línea que cada vez se suman más herramientas que permitan el desarrollo de competencias y habilidades por parte de los niños y niñas. Estas diferentes tecnologías tienen como objetivo mejorar ostensiblemente el rendimiento y desarrollo de los estudiantes, partiendo de la utilización de procesos tecnológicos. El año que está por empezar promete aún más protagonismo por parte de las nuevas tecnologías educativas, buscando, claro está, seguir respondiendo a las diversas demandas de la comunidad educativa.
El aprendizaje en línea puede parecer que ya no es una tendencia debido a la masividad con la que se vivió durante este tiempo. Sin embargo, continúa siendo todo un desafío, puesto que especialmente en Latinoamérica fueron muchas las instituciones educativas que no estaban preparadas para la transformación digital y tuvieron que aggiornarse a la nueva normalidad educaiva.
La virtualidad sin lugar a dudas llegó para quedarse y marcar el camino de la educación y en este sentido, las tendencias educativas actuales están direccionadas a la construcción de plataformas que permitan integrar las modalidades presencial y virtual, generando un modelo híbrido en el cual se pueda optimizar al máximo cada encuentro educativo. Se estima que el año que se avecina será de cambio en este sentido, convirtiendo a la transformación digital en un requisito sine qua non para todas las instituciones educativas, por supuesto aparejado de la capacitación constante a docentes, para que estén en sintonía con la era digital que atravesamos.
Por otro lado está la Inteligencia Artificial, un recurso que día a día toma mayor protagonismo y se hace más importante en el mundo empresarial y que además está empezando a desempeñar un papel en el área de la tecnología educativa. Está sonando cada vez más el desarrollo de chatbots que contribuyan a la consolidación del proceso de aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes en forma de auxiliares pedagógicos que estén disponibles todo el tiempo. Además, se ha empezado a implementar la IA en el desarrollo de metodologías de aprendizaje automático, partiendo de los datos y buscando mejores experiencias de evaluación.
En este orden, el big data y el learning analytics, empleado en la personalización de la educación, están teniendo gran auge en las instituciones educativas en las que se está implementando. Lo anterior, debido a los beneficios educativos del reconocimiento de las diferentes necesidades de los sujetos de aprendizaje, pues es de esta forma que se abren los caminos a la construcción de contenido personalizado, al acompañamiento del proceso de aprendizaje de cada estudiante, a la adecuación de la oferta educativa conforme al desarrollo de cada niño o niña, entre otros.
De toda esta ola tecnológica no se podían escapar los juegos como mecanismo educativo. Pues la gamificación, como sistema lúdico viene ganando terreno en el área de la educación, basándose en el concepto de acción-recompensa. En el escenario de aprender jugando, la transformación digital propone que cualquier proceso de aprendizaje puede ser gamificado, de manera que se pueda presentar de forma atractiva y lúdica para el estudiante.
Así las cosas, la realidad virtual y la gamificación son dos grandes factores que prometen dar un impulso importante a la educación. Con todas estas tendencias que se aproximan para 2022 y los diferentes avances en materia educativa del último tiempo, sigue vigente el reto de motivar a los estudiantes y acompañarlos en su proceso educativo de la mejor manera posible, generando contenido de calidad y valor, procurando una experiencia digital satisfactoria para toda la comunidad educativa.
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