El papa Francisco participó en la obra teatral “Los rostros de la pandemia” realizada por jóvenes de la comunidad de Scholas provenientes de 42 países. El Sumo Pontífice llegó al Pontificio Collegio Internazionale Maria Mater Ecclesiae en Roma, donde los estudiantes se encuentran conviviendo. Allí fue recibido por ellos acompañados de los fundadores de Scholas, José María del Corral y Enrique Palmeyro, y el ministro de Educación de Italia, Patrizio Bianchi.
Francisco dibujó una sonrisa en su “ícono” a modo de mensaje: “Hice una sonrisa, la capacidad de sonreír es estar abierto a los demás y entrar en el riesgo de la vida, sin miedo”.
Los jóvenes, de entre 16 y 27 años, tienen diversas procedencias culturales, socioeconómicas y religiosas. Entre ellos participan personas refugiadas, en situación de asilo político, estudiantes de prestigiosas universidades y jóvenes excluidos del sistema educativo.
“Lo de hoy fue muy emocionante. Esos jóvenes le contaron al Papa qué les pasó a sus rostros durante la pandemia. Cómo los fue afectando la ansiedad, el miedo, el aislamiento, cómo los fue marcando en sus rostros. El Papa tomó eso mismo, intervino su propia máscara con una sonrisa. Los invitó a esa sonrisa”, le dijo a Infobae del Corral.
El MIUR (Ministero dell’istruzione, dell’università e della ricerca) y Scholas convocaron estudiantes de todo el mundo para que puedan expresar sus experiencias educativas vividas durante la pandemia, así como también los aprendizajes adquiridos en sus diversas escuelas.
Muchos de ellos se veían por primera vez en persona después de 21 meses de encontrarse semanalmente en el aula sin paredes virtual e internacional que Scholas creó y mantuvo durante toda la pandemia. En un contexto de incertidumbre, y con las escuelas cerradas, Scholas promovió estos espacios donde los jóvenes no solo compartían sus dolores y preocupaciones sino cómo cada uno estaba sobrellevando el confinamiento en su país. Así se fue formando esta comunidad de jóvenes que hoy se institucionalizó en Roma.
Francisco explicó que la capacidad de encuentro mantiene abierta una comunidad: “Cuando perdemos esa capacidad de encuentro con el otro nos vamos fosilizando, el alma se fosiliza, el corazón se fosiliza. La creatividad es aquello que te impulsa, es un riesgo. Pero una comunidad sin creatividad es una máscara en donde todos tienen uniformada la cara, y uniformado el corazón, donde se apagan los sentimientos, se apagan las emociones, se hace lo que está mandado, se hace lo que está preceptuado, se hace lo que hacen todos. Y perdés tu personalidad”.
La actividad coincidió con el lanzamiento de la Escuela Política Fratelli Tutti, que reúne a 50 futuros dirigentes de distintas partes del mundo. “No fueron dos públicos, fue la misma clase intervenida por ambos juntos. Esta semana los adolescentes van a convivir con los políticos para que se creen soluciones a partir de la escucha del dolor de los otros. A partir de problemas concretos que luego se desarrollarán en el territorio”, agregó el fundador de Scholas.
La Escuela busca construir una comunidad internacional de jóvenes políticos de diversas regiones, culturas y creencias, con vocación para crear “una nueva política inspirada en la búsqueda del Bien Común, capaz de transformar la vida de las personas y sus entornos”.
El Papa dio la primera clase de la Escuela Política Fratelli Tutti impulsada y guiada por la propuesta pedagógica de Scholas Occurrentes y las competencias técnicas que aporta la Fundación Liderar con Sentido Común.
Sosthene, un joven de Ruanda actualmente refugiado en Sudáfrica, tomó el micrófono y le preguntó a Francisco: “¿Cómo podemos nosotros como comunidad internacional darle esperanza a las millones de personas alrededor del mundo que han tenido que dejar sus hogares?”
El Sumo Pontífice respondió: “La vida de un refugiado es vivir en la calle, pero no en tu calle, no en la calle de tu ciudad, sino en la calle de la vida donde te ignoran, te pisotean, te tratan como la nada. Por eso tenemos que abrir nuestro corazón a la vida del refugiado [...] es alguien que se escapó para vivir y arriesga su vida para vivir”.
El año académico de Fratelli Tutti combinará sesiones virtuales y presenciales. En las presenciales, se estudiarán diversos casos de las problemáticas planteadas por los jóvenes de Mozambique, Argentina, Haití, Italia y Rumanía. Esta primera promoción aprenderá a escuchar los problemas concretos que sufren los jóvenes y sus comunidades para luego buscar soluciones creativas junto a ellos.
Testimonios de dos argentinos que participaron de la actividad
PROGRAMA INTERNACIONAL SCHOLAS
Magui – Buenos Aires, 19 años
Scholas lo conocí hace dos años cuando arrancó la pandemia, en los encuentros virtuales. Fue muy importante para nosotros conocernos durante el encierro, sentirnos acompañados, compartir nuestros miedos, nuestros dolores. Estar acá hoy en carne y hueso con todos y poder abrazarlos es muy movilizante.
No había vivido esta experiencia nunca, que nos lleven a trabajar pensando desde la interioridad, desde el arte, me parece muy copado. Expectativas intenté no traer, está bueno sorprenderse, tenía muchas ansias de conocer a este gente que me sabía la mitad de la vida y no había podido abrazar nunca. Poder conocernos y vernos por primera vez cara a cara fue muy lindo.
PROGRAMA ESCUELA POLÍTICA FRATELLI TUTTI
María Virginia - Córdoba, 29 años
El llamado que hoy siento que tenemos como líderes es poder ser partícipes de nuestro entorno, observando desde nuestra comunidades y ecosistemas la realidad del otro y de nuestra Madre Tierra. Para poder desde allí discernir y responder con acciones concretas, que sean constructores de puentes y que respondan a la realidad hoy.
Mi expectativa para la escuela es que sea un medio para que en comunidad hagamos esa respuesta y tendamos puentes juntos.
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