En tiempos vertiginosos donde el cambio es la única constante, se presentan diversas variables que influyen en el mundo social, educativo y cultural. Y, es precisamente dentro de estas grandes transformaciones metodológicas de la educación, que surge el concepto de x-learning o aprendizaje basado en experiencias, una modalidad disruptiva que pone fin a la clase tradicional donde los alumnos solo leen, estudian y repiten los saberes adquiridos.
La motivación y el juego conforman la base del proceso cognoscitivo, ya que se ha comprobado desde las neurociencias que sin motivación no hay aprendizaje posible. Las nuevas generaciones de estudiantes que toman al multitasking como bandera, demandan educadores comprometidos y competentes que puedan ofrecerles clases flexibles e interactivas, con una amplia gama de actividades que incluyan los intereses y saberes previos de estas.
Se requiere la presencia de una pedagogía de las multialfabetizaciones que promueva las habilidades necesarias para el mundo laboral del siglo XXI y que suscite una autoevaluación docente constante para lograr una praxis ubicua, transformada y transformadora a través del uso pedagógico de la tecnología. Dentro de este contexto, el x-learning puede implementarse, por ejemplo, a través del escape room, es decir, una actividad lúdica de carácter físico y/o mental donde los jugadores se encuentran en un lugar cerrado y deben solucionar enigmas y rompecabezas para salir de allí en un tiempo determinado.
Este tipo de tareas optimiza la comunicación, el pensamiento lógico y el trabajo en equipo de los alumnos, donde se detectan fortalezas, debilidades y se toma como referente a un líder, que es quien determinará los roles y labores del resto de los participantes. En esta experiencia compartida, irrepetible y divertida, se sustenta el aprendizaje cooperativo y por descubrimiento a través de una metodología activa que favorece la zona de desarrollo próximo (brindando autonomía a cada ser cognoscente), la dialogicidad y el despliegue de las inteligencias múltiples. Aquí, dicho aprendizaje se centra en los estudiantes y adquiere sentido y significatividad para ellos, ya que es en base a sus experiencias educativas que revalorizan cada proceso formativo, personal y único.
El x-learning nos aproxima a la alfabetización emancipadora que tanto anhelaron y llevaron a cabo los reconocidos pedagogos Paulo Freire y Donaldo Macedo, quienes la definieron como un conjunto de prácticas que pueden utilizarse tanto para habilitar como para inhabilitar a las personas, aquel cimiento necesario de una actividad que tienda a la libertad.
El aprendizaje basado en la experiencia tiene múltiples beneficios, ya que permite (r)evolucionar al máximo las capacidades humanas y, en vista de un futuro a corto y mediano plazo que pareciera ya formar parte de nuestro presente, me pregunto: ¿qué tipo de experiencias estamos dejando impregnadas en la mente, el corazón y la vida de nuestros estudiantes?
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