Hoy a la mañana, 10.500 médicos recién graduados debían rendir su examen de residencia, una instancia crucial en sus carreras profesionales. Pero, al igual que el año pasado, los problemas con la plataforma impidieron que se desarrollara con normalidad. Pocas horas después, durante la tarde, los postulantes cortaron la Avenida 9 de Julio para exigir soluciones y que el examen se vuelva a tomar.
Tal como se sospechaba de antemano, los médicos que rindieron hoy reportaron una infinidad de fallas: el sistema se les cayó una y otra vez, el examen arrancó una hora y media más tarde de lo pautado, a algunos concursantes incluso nunca les llegó el mail con el link para sumarse a la plataforma, no había un mecanismo antifraude que controlara que nadie se copiara y, por si fuera poco, las preguntas del examen empezaron a circular en los grupos de WhatsApp.
“Este examen se prepara durante muchos meses. Es nuestro futuro. Literalmente es un exeman que define nuestro futuro. No se puede jugar con eso”, le dijo a Infobae Lucía, una de las médicas que rindió hoy. “El examen se nos cayó a todos entre al menos 7 y 8 veces. Empezamos a las 9:30 cuando debió arrancar a las 8, y nadie de la mesa de ayuda respondía las consultas. Yo pude terminar el examen, pero sin duda que el estrés que pasé va a afectar el resultado”, agregó.
Tanto Lucía como otros siete concursantes tuvieron la posibilidad de reunirse durante unos minutos con funcionarios de la Dirección de Talento Humano, el área dentro del Ministerio de Salud que tiene a cargo las residencias. Los médicos pidieron que se anulara el examen y se volviera a tomar, esta vez de forma presencial como siempre lo fue antes de la pandemia. Los funcionarios se comprometieron a brindar una solución dentro de las próximas 48 horas, pero desestimaron la chance de que se vuelva a tomar la prueba a todos.
El examen de residencia es crucial para la carrera de un médico. Se trata de un típico multiple-choice en el que se toma las mismas preguntas para todos los aspirantes. A partir de los resultados se conforma un ranking que combina esa calificación con el promedio obtenido durante la carrera, aunque esto último tiene menos peso. Una vez establecido, el ranking se divide en cada una de las especialidades. La importancia del examen radica en que los hospitales más prestigiosos reclutan residentes por sus puntajes hasta completar las vacantes en cada una de sus ramas.
“Nos postergaron cinco veces el examen. Originalmente se iba a tomar en julio y terminó siendo en septiembre por todos los problemas que fueron apareciendo”, señaló Lucía. “Hoy creo que entendieron que el sistema virtual no funciona. No funcionó el año pasado y este año fue peor todavía. Tuvieron tiempo para organizarlo en forma presencial, con distintas sedes y pocos alumnos, pero nunca lo intentaron siquiera”, agregó.
Por su parte, un médico que rindió el año pasado y, disconforme por los resultados, se volvió a anotar, comentó: “El examen otra vez tardó como media hora en abrirse. Empezamos cerca de las 8:30. A mí en las primeras 15 preguntas se me cayó fácil 10 veces. Había pasado una hora y había hecho solo 6 preguntas. Se caía el sistema, tenías que abrirlo en otro navegador y registrarte de vuelta: volver a sacarte la foto, hacer la parte del audio... Recién pasada la hora empezó a funcionar un poco mejor. Fue una vergüenza”.
Todos los comentarios van en la misma línea: “Estaba pautado de 8 a 10:30, la página recién funcionó a las 9:15, se borraban las respuestas, el sistema se caía en el medio, te marcaba preguntas resueltas que ni siquiera habías pasado, y a muchos se les cerró el examen antes de lo previsto”, relató otro de los concursantes.
Lo que sucedió hoy era exactamente lo que se presagiaba. La filtración de datos que ocurrió a mediados de agosto fue una mala señal. A través de la página web oficial del Ministerio de Salud de la Nación, se publicaron nombres, números de documentos, teléfono, correos electrónicos y contraseñas de los 25 mil inscriptos al examen de residencia de Medicina.
Al margen de la filtración, la mayoría de los médicos desconfiaban directamente de la modalidad virtual, con el antecedente fallido de 2020, cuando se rindió por primera vez a distancia. Aquella vez el sistema también se cayó varias veces, los mecanismos “anti-fraude” no funcionaron y hasta se pudieron googlear las respuestas.
“Este año no hubo ningún tipo de control. Vos podías estar con otra persona y googleando las respuestas. El año pasado habían dicho que iban a hacer un video 360 para controlar, pero era fácilmente manipulable. Ahora directamente dicen lo que ya sabíamos: que no tienen forma de medir que el aspirante no esté usando otra pestaña de Google. Lo que demuestra que en 2020 mintieron”, recordó un médico que rindió por segunda vez.
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