En Argentina, la Ley de Educación Nacional 26.206 determinó, entre los objetivos de la política educativa nacional, el desarrollo de competencias en los lenguajes propios de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Esta normativa propuso para la educación primaria generar las condiciones pedagógicas para el manejo de las TIC y, en el caso de la secundaria, los esfuerzos estarán abocados al desarrollo de las capacidades para la comprensión y utilización de los nuevos lenguajes producidos en el campo de la tecnología. Así mismo, se estableció que estas disposiciones son indispensables para la inclusión de los niños, niñas y adolescentes en la sociedad del conocimiento.
En esta línea, el Consejo Federal de Educación declaró la importancia estratégica del aprendizaje en programación y robótica en el Sistema Educativo Nacional durante la escolaridad obligatoria. De tal manera, que en el año 2018 aprobó los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP) de Educación Digital, Programación y Robótica. Tras esta aprobación, la Argentina pasó a ser el primer país en América Latina en integrar la robótica y la programación en la educación obligatoria.
La robótica es una ciencia transversal a diversos campos tecnológicos que tiene como objetivo diseñar máquinas robotizadas que realicen una diversidad de tareas automatizadas en función de la capacidad de su software y hardware. Esta disciplina ha venido ocupando un lugar cada vez más grande en el sistema educativo. Lo anterior se debe a que su forma de enseñanza interdisciplinaria, permite a los estudiantes desarrollar conocimientos del sistema de educación STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas, por sus siglas en inglés). Estas áreas del conocimiento proveen habilidades fundamentales para desenvolverse en el entorno actual.
La robótica fomenta el aprendizaje de dichas disciplinas a través de una formación práctica que impulsa a los estudiantes a llevar a cabo experimentos y de esta forma, protagonizar su proceso de aprendizaje. Una de las características --o mejor, ventajas-- de la robótica, es que se imparte a través de la gamificación, es decir del juego. Esta dinámica lúdica, permite un mejor entendimiento de los conceptos de las diferentes áreas y de esta manera favorece la adquisición de competencias a nivel educativo.
Lo mejor de todo, es que la educación en robótica puede impartirse a los estudiantes desde su etapa infantil, a través de actividades que fomenten su creatividad y percepción espaciotemporal. Tan pronto como el niño o niña crece y se va familiarizando con las actividades de la robótica, la propuesta educativa aumenta su dificultad. De esta manera, avanzará en el campo de desarrollo, aprendiendo a realizar circuitos eléctricos, maquetas en 3D y podrá iniciar en el campo de la programación, a través de plataformas sencillas.
A simple vista, parecería que las ventajas de la robótica son aprender a programar e incursionar en el mundo de la tecnología. Sin embargo, esta actividad promueve el desarrollo de habilidades transversales a su proceso educativo como el trabajo en equipo, el liderazgo, el pensamiento lógico, la psicomotricidad, la creatividad, la concentración y fomenta la capacidad de emprender, entre otras. Esas habilidades adquiridas por los niños, niñas y adolescentes, les permitirá un mejor desempeño en su proceso educativo en general.
Además, frente al rápido avance de los sistemas digitales como constructores de realidad, en las esferas pública y privada, es de suma importancia el reconocimiento de las tecnologías digitales y analizar de forma crítica y propositiva, como dicha tecnología podría resolver problemas o crear oportunidades. En este sentido, es un deber del Estado y del sistema educativo en general promover conocimientos en los estudiantes que les permita ser sujetos activos, intervenir y construir sistemas digitales.
Se hace necesario que los estudiantes incursionen en la comprensión de las interacciones entre el mundo virtual y el físico. Esto, a través de su inmersión en el campo de la tecnología, en el que se encuentran presentes los procesos de automatización y en esa línea, la robótica como disciplina, genera en los estudiantes un alto grado de motivación, convirtiéndose en un recurso pedagógico poderoso. Este, acompaña la promoción de la alfabetización digital, comprendida como las competencias necesarias para que los estudiantes se integren de forma plena y efectiva a la cultura digital.
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