En Argentina, casi la mitad de los chicos no termina la secundaria. La mayoría abandona por las condiciones precarias en las que viven, porque deben salir a trabajar siendo todavía adolescentes. Y la pandemia profundizará la crisis: se estima que 1.5 millones de alumnos se caerán del sistema educativo. En ese contexto, el trabajo de organizaciones de la sociedad civil se vuelve crucial.
Una de las ONG referencia en el campo educativo es la Fundación Cimientos. Desde hace 24 años implementa programas educativos diseñados para mejorar las condiciones en la que los jóvenes transitan la escuela secundaria, favorecer su posterior inserción laboral o de estudios superiores y contribuir mediante la producción y difusión de conocimiento con la calidad del sistema educativo.
Durante estos 24 años, los números de Cimientos muestran que 14.079 estudiantes recibieron una beca para completar sus estudios secundarios y 404 jóvenes una beca universitaria. En los últimos tres años, 2.265 jóvenes recibieron oportunidades de inserción laboral, capacitaciones y orientación en estudios superiores. 8.231 empresas y donantes individuales han apoyado a la organización.
“Para lograr la equidad educativa y terminar con la deserción escolar es necesario el involucramiento activo de toda la sociedad. La alianza tanto con individuos como con organizaciones del sector privado es fundamental para acompañar a cada vez más jóvenes de contextos vulnerables para que puedan lograr finalizar la escuela secundaria y así tener un futuro con más y mejores oportunidades. Todo aporte es significativo y puede generar un cambio radical en las realidades de los jóvenes de Argentina”, señaló Marcelo Miniati, su director ejecutivo.
En la misma línea, agregó: “Hoy más que nunca necesitamos del apoyo de toda la sociedad para que más jóvenes puedan terminar la escuela, obtener empleos formales y poder seguir estudiando luego de la secundaria.”
La fundación trabaja en dos líneas de acción. Por un lado, acompaña directamente a los jóvenes en el marco de la secundaria y luego impulsa la continuidad educativa y la inserción laboral. Por otro lado, contribuye con la calidad educativa a través de la capacitación docente y la gestión del conocimiento.
Sus programas se implementan en Argentina y en Uruguay. Son cuatro en total:
Futuros Egresados: desde 1997 beca a jóvenes de entre 12 y 18 años en situaciones de vulnerabilidad social para que puedan terminar la escuela secundaria. Este programa, además de la asignación de una beca económica, promueve a través del acompañamiento educativo, el desarrollo de habilidades socioemocionales que contribuyen a mejorar la trayectoria escolar, aumentar sus posibilidades de obtener el título secundario y proyectar un futuro con mejores oportunidades.
Red de Egresados: el acompañamiento se extiende luego de la obtención del título para favorecer la inserción educativa y/o laboral de los jóvenes. La red articula oportunidades que brindan empresas, organizaciones y el Estado.
Becas Universitarias: busca promover el acceso y el desarrollo de trayectorias académicas en la educación a jóvenes de bajos recursos mediante un acompañamiento y seguimiento personalizado.
Capacitación docente: brinda a las escuelas herramientas que le permitan enriquecer la práctica pedagógica de sus docentes. Busca fortalecer a los equipos docentes, generando un espacio de reflexión, intercambio y formación.
Los resultados de Cimientos a lo largo de los años reflejan el éxito de sus programas. Pese a trabajar con chicos vulnerables, los estudiantes acompañados igualan las oportunidades educativas de la media nacional de egresos en tiempo esperado. Entre el 35 y 37 por ciento llegan al último año en tiempo y forma.
Andrés Serrano, de 18 años, cursa el último año de secundaria en la Escuela Parroquial Monseñor Scalabrini de Pergamino. “Estoy super agradecido con el programa, siempre estuvieron para mí, no solo en lo económico, sino también me ayudaron bastante a crecer como persona. Lo que más me gusta es la atención y el compromiso que nos ponen a nosotros los alumnos, están siempre apoyándonos y brindándonos su ayuda. Sinceramente en estos 6 años que llevo con Cimientos fueron grandiosos”, comentó.
Más aún, el 75% de los egresados acompañados por la fundación se encuentra en la educación superior o trabajando en un empleo formal. El 25% restantes siguen siendo acompañados en su transición hacia el mundo adulto.
Azul Giannetto, de 19 años, egresó en 2020 en la Escuela de Educación Secundaria N°15 Bottaro, de Quilmes. Ella cuenta que el programa la ayuda a sortear dificultades propias de su contexto. “Generó confianza en mí y la beca no solo me ayudó (también a mi entorno) económicamente sino que también me guió por un montón de caminos, algunos que ni siquiera hubiera imaginado. Es un honor poder ser parte de una Fundación tan cálida y con una calidad humana impagable. De estos años me llevo nada más que buenas experiencias y personas que sé que estarán para guiarme cuando lo necesite”.
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