Tal como anticipó Infobae, el gobierno porteño definió el nuevo protocolo escolar que empezará a regir desde el próximo lunes, cuando vuelvan las clases tras las vacaciones de invierno. El instructivo, que revisa el distanciamiento en el aula, se aplicará gradualmente en un sistema de 4 etapas.
El lunes no retomarán todos los alumnos la asistencia diaria. Si bien el protocolo establece que ahora la burbuja pasa a ser el curso completo, la implementación se dará desde los alumnos más grandes hasta los más pequeños. Las cuatro fases son las siguientes:
4 de agosto: vuelven a la rutina habitual los alumnos de 4° y 5° año de secundaria y los de 5°y 6° año de secundaria técnica.
9 de agosto: vuelven los de 1°, 2° y 3° de secundaria y 1°, 2°, 3° y 4° de las secundarias técnicas.
17 de agosto: una vez completa la secundaria, van a volver a la rutina habitual los estudiantes del nivel primario, educación especial y los del nivel superior no universitario, de las escuelas para adultos y de los centros de formación profesional.
23 de agosto: vuelven los chicos del nivel inicial.
Una vez finalizado el esquema, 700 mil alumnos habrán retomado el esquema de clases prepandemia. La asistencia a las aulas volverá a ser obligatoria desde el próximo lunes a excepción de los estudiantes que integren grupos de riesgo o convivan con adultos con comorbilidades.
“El grupo burbuja es el aula completa de cada sala/grado/año/curso”, dice el borrador del protocolo en sus primeras páginas. Esa revisión implica que ya no habrá dos o tres subgrupos dentro de los cursos para cumplir con los 1,5 metros de distancia, sino que todos los chicos confluirán en las aulas. No obstante, se mantiene el principio de no contacto entre los distintos grados de primaria o años de secundaria.
“Para el desarrollo de las clases presenciales en el aula a cada estudiante se le asignará un lugar fijo que deberá respetar y que no podrá ser modificado mientras se mantenga la emergencia sanitaria”, advierte el instructivo. En la segunda mitad del ciclo lectivo, los 1,5 metros de distancia serán obligatorios ya no dentro del aula, sino entre los distintos cursos, por ejemplo durante los recreos.
Al margen del distanciamiento, el nuevo protocolo porteño sostiene el resto de las pautas preventivas. El uso de tapabocas continua siendo obligatorio en todo momento, salvo para los niños de jardines maternales que están exceptuados de utilizarlo. Las puertas y las ventanas de las aulas seguirán abiertas pese a las bajas temperaturas para garantizar la ventilación cruzada. También insisten en el lavado frecuente de manos con agua y jabón o alcohol en gel, y en la desinfección de los elementos escolares.
Al igual que en la primera mitad del año, los ingresos a la escuela serán escalonados, con lapsos de no más de 15 minutos entre curso y curso. Se les tomará la temperatura a todos los chicos y personal educativo, y no se le permitirá el ingreso a quienes registren más de 37,5 grados. Los padres no podrán entrar a los establecimientos.
La vuelta de los comedores escolares
Desde el 17 de agosto se retomará el servicio de comedor que se organizará por turnos y, al igual que en el aula, cada estudiante será asignado con un lugar fijo en la mesa que no se podrá modificar. Las mesas de 6 personas tendrán un aforo del 50%. Los 3 estudiantes deberán sentarse intercalados, dejando un espacio entre ellos.
Los estudiantes y docentes solo se podrán retirar el tapaboca al momento de la comida y deberán colocárselo inmediatamente al terminar. El personal de servicio que lleve adelante la atención del comedor tiene la obligación de usar tapabocas junto con una máscara facial.
Si la burbuja se aísla, el testeo es obligatorio
Docentes: si un docente da positivo de COVID-19, deberá aislarse durante 10 días corridos hasta su alta epidemiológica. El caso se confirma por test. A su vez, deberán aislarse todas las burbujas en las que haya dado clases hasta 48 horas antes de confirmarse su caso (por contacto estrecho). Al séptimo día todos deberán realizarse el test para confirmar o descartar un caso positivo de COVID-19.
Estudiantes: si un estudiante da positivo de COVID-19, deberá aislarse durante 10 días corridos hasta su alta epidemiológica. A su vez, la burbuja a la cual pertenece y los docentes que hayan dado clases hasta 48 horas antes de confirmarse dicho caso deberán aislarse (por contacto estrecho). Al séptimo día, todos los integrantes de la burbuja tendrán que realizarse el test para confirmar o descartar un caso positivo de COVID-19.
El resultado del test negativo deberá ser presentado obligatoriamente en la escuela para reincorporarse al establecimiento.
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