El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció un plan progresivo para regresar a la normalidad en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires. El mandatario presentó, así, una estrategia que se extenderá durante un mes a partir de la reanudación de las clases tras las vacaciones de invierno.
Tal como anticipó Infobae, el nuevo plan revisará el concepto de burbujas, que impide que todos los estudiantes asistan a la escuela la jornada completa. Si bien se mantendrá el principio de no interacción entre los distintos cursos, se flexibilizará el distanciamiento que hasta el momento es de 1,5 metros dentro del aula. Las burbujas pasarán a ser los grados o años completos.
Si bien el programa contemplará a todos los niveles, el gobierno porteño tiene decidido priorizar a los chicos de secundaria. Hoy a partir de las 13:15, Rodríguez Larreta junto a parte de su gabinete anunció que tras el receso invernal, que culminará el domingo 1 de agosto, los cursos completos empezarán a retomar la presencialidad.
“La asistencia a las aulas en este semestre va a ser obligatoria. Quedan exceptuados aquellos chicos que tengan alguna condición de riesgo o convivan con personas de riesgo. Ellos van a poder seguir aprendiendo a distancia”, remarcó Larreta.
Horas más tarde, la ministra de Educación Soledad Acuña precisó que también volverán funcionar los comedores escolares tras el receso invernal, un reclamo que los padres venían sosteniendo en pos de organizar la rutina familiar.
“Los kioscos y buffet ya están autorizados desde hace un tiempo y los comedores escolares, a partir del regreso de la presencialidad plena, van a estar habilitados con protocolos específicos. Estos protocolos van a suponer una reorganización de las escuelas porque no van a poder entrar todos los chicos de la misma manera que antes, con lo cual, van a tener que organizarse más turnos, porque van a tener un aforo del 50%, tienen requisitos de ventilación específicos”, dijo Acuña.
La ministra advirtió que deberán escalonarse los turnos para que no confluyan en el mismo espacio chicos de distintos cursos. “Van a volver, pero habrá que acomodar algunos de los horarios para que puedan comer todos en distintos turnos, pero vuelven los comedores”.
El anuncio se formalizó en una conferencia de prensa en el Polo Educativo de Mataderos. Allí, además del jefe de Gobierno, estuvieron el jefe de Gabinete, Felipe Miguel; la ministra de Educación, Soledad Acuña; el ministro de Salud, Fernán Quirós, y el subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales, Francisco Resnicoff.
Según las fuentes oficiales, la intención es sumar horas de presencialidad en las escuelas porteñas y empezar a amortiguar las pérdidas de aprendizajes de un año y medio de pandemia. Durante la primera mitad de 2021, los chicos asistieron a la escuela en horarios reducidos, incluso en días salteados, por la necesidad de cumplir con el distanciamiento en el aula.
“El plan que tenemos es que los chicos pasen más horas en las escuelas y que fortalezcan los aprendizajes de cara a la segunda mitad del año. Esto nos da dos ventajas: más tiempo de clases y mayor sociabilidad entre todos los compañeros de clase. Los que tenían jornada extendida van a volver a tener jornada extendida, lo mismo con la jornada completa. Son 10 horas más por semana. Es mucho”, explicó el mandatario.
Las clases presenciales volvieron a la Ciudad de Buenos Aires el 17 de febrero. Desde entonces, en jardín y primaria pudieron sostener la presencialidad. Solo en secundaria se migró hacia un modelo bimodal, que combinó clases en las aulas y tareas en el hogar, durante la segunda ola de contagios.
“Esta vez vamos a comenzar por los chicos de la secundaria. En primer lugar porque fueron los primeros que perdieron presencialidad cuando aumentaron los casos. Cada día sin clases es mayor riesgo de deserción. No podemos permitir que ni un solo chico deje la escuela. Además son los chicos que están más cerca de terminar la escuela. Tienen menos tiempo para recuperar los contenidos perdidos el año pasado”, planteó Rodríguez Larreta.
Con el 58% de los porteños ya vacunados con la primera dosis, y todos los docentes inoculados, en Uspallata consideran que es momento de avanzar en la normalidad en las escuelas. También sospechan que el anuncio no caerá bien en el gobierno nacional y que podría abrir un nuevo foco de disputa en el largo conflicto por la presencialidad escolar, que incluyó la intervención de la Corte Suprema de Justicia.
“Para poder seguir sumando horas de clase es esencial que nos sigamos cuidando. Los chicos tienen que estar en las aulas. Estoy convencido de que este esfuerzo vale la pena. Es el futuro de nuestros hijos. El futuro de nuestro país”, cerró el jefe de Gobierno.
El calendario de regresos
El plan avanzará por etapas a partir del 4 de agosto. Si bien las vacaciones terminan unos días antes, el 2 y el 3 de agosto hay mesas de examen para alumnos de secundario. De modo que esos días sólo deben asistir los chicos que tengan materias previas que rendir.
- Desde el 4 de agosto, vuelven a la rutina habitual los alumnos de 4to y 5to año de secundaria, y los de 5to y 6to año de secundaria técnica.
- El 9 de agosto vuelven los de 1ero, 2do y 3ro de secundaria y 1ero, 2do, 3ero y 4to de secundarias técnicas.
- Una vez completa la secundaria, “y siempre que la situación sanitaria lo permita”, el 17 de agosto van a volver a la rutina habitual los chicos del nivel primario, los de modalidad especial, los de escuela para adultos, los del nivel superior no universitario y de los Centros de Formación Profesional.
-El 23 de agosto retomarán la normalidad los chicos del nivel inicial.
Universidades
“Los jóvenes universitarios necesitan volver a las aulas. Llevan ya tres cuatrimestres cursando en la virtualidad”, plantean en la Ciudad. Por eso, para después de las vacaciones de invierno proyectan un regreso “gradual y cuidado” a las clases teóricas presenciales.
Ese retorno podrá darse a partir del 17 de agosto, siempre y cuando las universidades públicas y privadas reciban el aval del Ministerio de Salud porteño y del gobierno nacional. Los protocolos deberán asegurar un distanciamiento mínimo de 1,5 metros entre los estudiantes, ventilación y medidas de protección generales, como el uso de tapabocas, alcohol en gel, toma de temperatura y la implementación de un régimen de aislamiento de casos sospechosos.
Hoy las únicas actividades universitarias presenciales son las prácticas en talleres, laboratorios y hospitales-escuela, además de los exámenes finales presenciales y los servicios de apoyo académico a los estudiantes.