En medio de la ola de frío, el Gobierno planteó la necesidad de suspender las clases presenciales en aquellas aulas que no cuenten con la calefacción adecuada. El ministro de Educación Nicolás Trotta expresó que, por la ventilación cruzada que exigen los protocolos, es imperioso contar con estufas en las escuelas y que las jurisdicciones que no lo puedan garantizar -entre las que mencionó a la Ciudad de Buenos Aires- deberían suspender por al menos unos días la presencialidad.
Tras dos meses de fuertes cierres escolares, otra vez la presencialidad volvió a ser la regla en el sistema educativo. El 75% de los colegios hoy dictan clases presenciales, al menos en forma alternada. Sin embargo, las bajas temperaturas de los últimos días dificultan el cumplimiento de los protocolos, que exigen sostener las ventanas y puertas abiertas durante toda la jornada escolar.
“Las jurisdicciones tienen que garantizar la calefacción en las escuelas. En esta ola polar como la que está atravesando la región centro en este momento, si hay que suspender las clases presenciales por unos días en esa aula donde no funciona la calefacción, hay que hacerlo. Por supuesto la responsabilidad que tienen todas las jurisdicciones es la de garantizar la infraestructura en un momento donde además el Estado nacional está acompañando con la inversión”, dijo Trotta en diálogo con FM La Patriada.
Ante la consulta de Infobae, en el ministerio de Educación nacional aclararon que la suspensión correría tan solo para aquellas aulas que, por omisión o desperfectos, no cuenten con la calefacción. No para toda la jurisdicción, ni siquiera para toda la escuela. “Se hizo un fondo Covid para las provincias que necesitaban asistencia en la inversión en infraestructura. Por eso debería la calefacción debería estar garantizada. Ante un caso puntual, los directivos de las escuelas tienen que tener la potestad para suspender uno o días la presencialidad en un aula”, plantearon.
En el Palacio Sarmiento no se baraja un cambio en los protocolos. Sostendrán la exigencia de las ventanas abiertas pese al frío. “La ventilación cruzada es uno de los pilares para la presencialidad segura junto al distanciamiento y el uso de barbijo”, remarcaron. Las escuelas de las provincias patagónicas, donde las temperaturas rozan los 0 grados, también deben dejar correr el aire.
El ministro Trotta apuntó directamente contra la Ciudad de Buenos Aires. “La Ciudad tiene que garantizar la calefacción y si no, tiene que suspender las clases. Transitar estas temperaturas bajas es un desafío con la ventilación cruzada dentro del aula. La Ciudad de Buenos Aires es la más rica y más administrable de la Argentina. Entonces es su responsabilidad”, arremetió.
El funcionario nacional se sumó a un reclamo que impulsa desde la semana pasada Ute-Ctera. El principal sindicato porteño denunció que más de 100 escuelas públicas no cuentan con la calefacción adecuada en las aulas y, que ante la ola de frío polar, los docentes y estudiantes “padecen durante horas”.
“Tanto la situación de pandemia como la ola de frío son dos factores que todos preveíamos, pero evidentemente para la desidia y la política marketinera de Horacio Rodríguez Larreta no tiene importancia”, advirtieron en un comunicado.
De ese modo, el conflicto educativo entre el gobierno nacional y la Ciudad de Buenos Aires sumó un nuevo capítulo., tras varios encontronazos desde el año pasado por la suspensión o la continuidad de las clases presenciales. En el gobierno porteño salieron pronto a desmentir la falta de calefacción y mencionaron a Trotta como un vocero sindical.
“Es completamente falso que hay escuelas en la Ciudad sin calefacción. Tenemos mil escuelas de gestión estatal. Es obvio que algún día puede haber inconvenientes con la calefacción en algún aula, pero las estufas están a disposición en todos los establecimientos”, insistieron en Uspallata, la sede del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
Según precisaron, la calefacción queda prendida toda la noche con las aulas cerradas. La idea es calentar el ambiente para recibir a los chicos, pero una vez que comienzan las clases tanto la puerta como las ventanas se abren, tal como establece el protocolo. No hace falta que la apertura sea de par en par, pero sí al menos parcial.
“Trotta debería dejar de actuar como un vocero de Ute. La semana pasada, el sindicato dijo que eran 30 escuelas las que supuestamente no tenían calefacción. Como no pegó, ahora dicen que son más de 100. No es seria la denuncia”, agregaron las fuentes porteñas.
SEGUIR LEYENDO: