La Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires aprobó un regreso parcial a la presencialidad a partir del segundo cuatrimestre. Así lo definió su Consejo Directivo en una sesión que contó con la participación de las autoridades y los representantes de los distintos claustros (docentes, no docentes, estudiantes y graduados).
De ese modo, Derecho se convirtió en la primera facultad de la UBA en acordar el regreso a las aulas, aunque en forma reducida, tras un año y medio de clases virtuales. Desde fines del año pasado, tan solo algunas unidades académicas como Odontología, Medicina, Veterinaria dictaron solo prácticas de manera presencial.
“El Consejo Directivo de la Facultad de Derecho resuelve aprobar para el Segundo Período lectivo 2021, una cursada de modalidad presencial y otra cursada de modalidad virtual, cuyo modo presencial contemple el distanciamiento social y en el que se respeten sustancialmente las medidas de seguridad y protocolos, sujeta a las autorizaciones de las autoridades sanitarias correspondientes y siempre que la emergencia sanitaria lo permita”, dice la resolución.
Se tratará de un regreso escalonado y reducido. Las clases serán dictadas una vez por semana en horas, con distintos ingresos por pisos y una hora de limpieza entre cada turno. “En total serán unos 100 cursos, por lo que no empezarán más de 4 a la vez, aproximadamente”, informaron fuentes de la Facultad.
La asignación de los cursos será de acuerdo a la capacidad del aula y al 1,5 metros de distanciamiento que exigen los protocolos. Por eso, en la unidad académica calculan que el aforo será de entre 20 y 30 alumnos por curso. El resto continuará con la cursada en forma remota.
“El ingreso al edificio será solo para cursar, 15 minutos antes del comienzo de la clase y una vez finalizada se deben retirar. Habrá una puerta de ingreso y otra de egreso, y se deberá cumplir con los protocolos (toma de temperatura, declaración jurada de no presentar síntomas o estar enfermo). Y habrá una oficina designada para ser notificada de algún contacto que califique como estrecho para suspender la próxima clase, que será dictada en forma virtual”, describieron.
El paso que aún resta sortear es la aprobación del gobierno porteño. Hasta el momento, la Ciudad de Buenos Aires no habilitó la posibilidad de dictar clases presenciales en las universidades. La presencialidad se limita por ahora a los niveles obligatorios.
La facultad todavía no formalizó el pedido. Primero iniciarán la inscripción de alumnos para las materias que dictarán en forma híbrida (presencial y virtual) y ya con el número de estudiantes consolidado enviarán la solicitud al ministerio de Salud porteño.
Según consigna la resolución, los estudiantes podrán inscribirse en solo una materia presencial en el primer turno de inscripción. A partir de la segunda fecha de inscripción, en caso de quedar cupos disponibles, podrán anotarse en asignaturas extra. Le darán prioridad a los estudiantes que señalen dificultades para cursar de manera virtual, que no cuenten con los recursos tecnológicos o el espacio en la casa para hacerlo.
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