El gobierno porteño evalúa el regreso a las clases presenciales de los chicos de los últimos años de secundaria, quienes desde el 31 de mayo estudian a distancia. Así lo adelantó la ministra de Educación Soledad Acuña.
“Estamos evaluando si pueden volver a la presencialidad los alumnos más grandes de la escuela secundaria”, confirmó la titular de la cartera educativa. La mejora en los indicadores sanitarios en la Ciudad y el avance en la campaña de la vacunación contra el COVID-19 abrieron la posibilidad de que se considere el regreso a las aulas.
Tras los nueve días de confinamiento estricto que decretó Alberto Fernández, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta definió el paso a la virtualidad plena desde tercer a sexto año, por ser la población escolar que más utiliza el transporte público y más autonomía tiene. Por su parte, los estudiantes de primer y segundo año siguen cursando bajo un esquema bimodal, y en los jardines y primarias se mantuvo la asistencia diaria.
“No ponemos en duda la presencialidad. Un año sin presencialidad es demasiado. Estamos discutiendo cosas que hoy no tienen sentido. Nosotros tenemos un fallo de la Corte Suprema que es claro. El enfoque no puede ser quién tiene razón”, dijo Acuña en diálogo con Radio La Red, respecto al conflicto que mantienen con la Casa Rosada por las clases presenciales.
Todavía no hay una fecha definida para que los chicos más grandes de la secundaria retornen a la escuela. En la Ciudad afirman que dependerá de la evolución de los indicadores epidemiológicos en los próximos días. Una opción es que el regreso se produzca tras las vacaciones de invierno.
Justamente el receso invernal es uno de los puntos que definirán esta semana. La posibilidad que por estas horas cobra más fuerza es la de extender una semana más las vacaciones, que están previstas originalmente para el 19 de julio, para “ganar tiempo”.
De ese modo, el receso podría comenzar una semana antes, el 12 de julio, y extenderse hasta el 1 de agosto. En Uspallata se amparan en que el ciclo lectivo comenzó el 17 de febrero y que en total alcanza los 196 días de clases; 16 más de lo que exige la ley, y en que podrían utilizar las jornadas institucionales, que habitualmente implican suspensión de clases, para amortiguar la pérdida de días.
De acá al viernes, el gobierno porteño discutirá el ajuste del calendario escolar con el ministerio de Educación de Axel Kicillof e intentará consensuar una línea común en toda la región metropolitana. “Sería ideal, hay que ver si estamos en la misma sintonía”, dijeron en la Ciudad.
Por otra parte, la ministra Acuña celebró los avances en la inmunización del personal docente. “Vacunamos a la enorme mayoría de los docentes”, destacó. La Ciudad de Buenos Aires vacunó a los 84 mil docentes y no docentes que se anotaron para ser inmunizados. Todo el personal de jardines maternales, educación especial y de los niveles inicial, primaria y secundario ya recibió la primera dosis. Solo restan 3 mil maestros que se inscribieron el fin de semana y serán inoculados mañana.
“La Ciudad concluye de manera exitosa con el plan de vacunación al personal educativo. El formulario para empadronarse seguirá activo para todo aquel que no se haya inscripto hasta el momento y quiera hacerlo”, informó el gobierno porteño en un comunicado.
Con los avances en la vacunación, la expectativa es que los alumnos que perdieron la presencialidad la recuperen paulatinamente. La inmunización había sido uno de los reclamos de los gremios para garantizar las clases en las aulas.
En las últimas horas, el gremio docente Ute-Ctera señaló que la asistencia de los alumnos era muy baja, por el temor de las familias. “No es verdad. La presencialidad ronda el 75% en la Ciudad. Ute es el gremio kirchnerista que viene negando la presencialidad”, remarcó la ministra.
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