El gobierno porteño aún no tiene definido el regreso a clases la próxima semana. Si bien mantiene su idea original de volver a las aulas bajo la misma modalidad que aplicaba hasta el viernes pasado, aguardarán el avance de los contagios en los próximos días para tomar una resolución.
Lo que era una certeza hasta el viernes ya empieza a tambalear. La Ciudad tenía previsto retomar las clases desde el lunes 31 bajo el mismo formato. Es decir, con asistencia diaria en los niveles inicial y primario, y bimodalidad en la secundaria. Sin embargo, hoy advierten que se barajan distintos escenarios.
“Nuestra intención sigue siendo volver a las aulas el lunes. Salud va a monitorear la situación en las próximas horas y hasta mañana o el viernes no habría una definición. Por ahora seguimos analizando escenarios, pero con la idea original de volver el lunes. Vamos a esperar para tomar una decisión”, señaló a Infobae una fuente oficial.
La ciudad de Buenos Aires optó por suspender totalmente las clases, tanto presenciales como virtuales, durante los tres días hábiles de esta semana. Fue el único distrito que interrumpió la virtualidad con el argumento de hacer un corte y “no estresar al sistema” con un cambio tan brusco por solo unos días.
A modo de compensación, sumaron tres días más sobre el cierre del calendario escolar. Con el ajuste, el ciclo lectivo terminará el miércoles 22 de diciembre.
Una de las posibilidades que cobra fuerza por estas horas es la de adelantar las vacaciones de invierno. El viernes pasado, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, advirtió que se evalúa mover el receso que debería comenzar recién el 19 de julio. Una opción sería pasarlo a junio para “ganar tiempo” con la vacunación y que los chicos no sigan perdiendo días de clases.
Mientras reina la incertidumbre, volvieron a surgir diferencias con Nación. Después de que la Ciudad judicializara el conflicto por las clases -y que la Corte respaldara su autonomía-, el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta decidió ceder y cerrar las escuelas ante la vuelta a un confinamiento estricto.
Ahora, el foco de discusión radica en el día después de la cuarentena. El ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, ya salió a sentar posición: “Seamos responsables en llevar tranquilidad y certeza a las familias, porque asegurar que el 31 de mayo, el día 10, volveremos a la presencialidad en regiones de gran complejidad sanitaria como el AMBA, es no tener en cuenta los indicadores epidemiológicos que exceden el campo educativo, depende del campo epidemiológico”, dijo el fin de semana tras una sesión del Consejo Federal de Educación.
La ciudad de Buenos Aires es uno de los distritos considerados en “alarma epidemiológica y sanitaria”, según el decreto presidencial. Por ende, de acuerdo a la Casa Rosada, debería mantener las escuelas cerradas incluso si se flexibilizara el confinamiento.
Del otro lado de la General Paz, en el conurbano bonaerense, ya les informaron a los colegios que seguirán cerrados al menos por dos semanas más, hasta el 13 de junio. Salvo cambios de último momento, el gobierno de Axel Kicillof solo permitirá el regreso de la presencialidad en los partidos del interior que se encuentran en fase 3 y 4.
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