“Se suspenden las clases”. Por primera vez desde que se inició la pandemia, la frase no se pronunció de la mano con el aditivo “presenciales”. Se suspenden todo tipo de clases: presenciales y virtuales. Así lo dispuso para la próxima semana el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
La decisión llamó la atención. Si bien en los planes del gobierno porteño no estaba el cierre de los jardines y las primarias, sí desde Uspallata habían adelantado que aceptarían una suspensión total en caso de que el presidente Alberto Fernández decretara el regreso a una cuarentena estricta como la que anunció ayer. Lo que nadie esperaba es que esa suspensión incluyera también a las clases virtuales.
En lo concreto, la próxima semana se suspenderá todo tipo de actividad educativa en los distintos niveles. Con el feriado puente restablecido, serán tres días -entre el miércoles 26 y el viernes 28 de mayo- que los alumnos porteños pasarán como si fueran parte de un receso invernal anticipado.
Para compensar esos días, el gobierno porteño decidió extender el calendario escolar. Sumó tres días sobre el cierre del ciclo lectivo, que ahora pasará a finalizar el miércoles 22 de diciembre.
-¿Por qué optaron por suspender la actividad educativa, tanto clases presenciales como virtuales?
-”Es mejor que los chicos recuperen de manera presencial los días perdidos que estresar a todo el sistema con una vuelta a la virtualidad. Decidimos hacer un corte, bajar la persiana por tres días y extender el calendario que nos da margen porque los docentes trabajan prácticamente hasta el final de diciembre. Creemos que va a ser un escenario de mayor previsibilidad, con la vacunación avanzada y sin bajas temperaturas”, respondió a Infobae una fuente oficial.
-Pero la secundaria ya venía trabajando con algunos días de clases virtuales y cuando se pincha una burbuja, los cursos pasan a la virtualidad…
-La secundaria viene trabajando con una bimodalidad. El único nivel con clases 100% virtuales hoy es el superior, los terciarios y la educación para adultos. Cuando se pincha una burbuja, es un estrés para las familias y los docentes. En este caso, pudiéndolo evitar, decidimos que lo mejor es recuperar los días en diciembre de manera presencial.
A las pocas horas de conocerse la decisión, emergieron las primeras reacciones sindicales. La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), el sindicato porteño de Ctera, repudió la suspensión total de las clases. “Los maestros en CABA vamos a dar clases virtuales igual la semana que viene. Le pedimos a Larreta que no sea haragán, que no deje para Navidad lo que podemos hacer hoy”, señaló Eduardo López, secretario adjunto del gremio, en diálogo con El Destape Radio.
Desde el comienzo del ciclo lectivo, UTE convocó a tres semanas de paro docente bajo el reclamo de que se suspendan las clases presenciales, señalando un riesgo en la salud de docentes y alumnos. Ahora, con la interrupción de toda modalidad, insisten en dar lecciones virtuales.
En Parque Patricios, barrio de la sede del Gobierno porteño, se especuló extraoficialmente con que una de las razones para el cierre era justamente gremial. No darles una salida a los sindicatos, que en teoría se aferrarían a esos tres días de virtualidad para no volver a las aulas en las semanas venideras.
Pese a que la versión corrió con fuerza, en el Ministerio de Educación descartaron ese motivo. Dijeron que las razones eran meramente organizativas. “Nosotros no tomamos medidas pensando en la respuesta de los gremios”, sostuvieron.
El lunes 30 de mayo, una vez dejada atrás la semana de confinamiento, las autoridades prometieron el regreso de la actividad educativa tal como se desarrolla hasta hoy. Es decir, jardines maternales, educación especial, nivel inicial y primarios abiertos con asistencia diaria, y secundarias bajo un formato bimodal, que combina clases presenciales y remotas.
La confianza en el retorno de la presencialidad está basada en las vacunas que se prometieron para la semana próxima y en que resulte realmente un freno al avance del virus el confinamiento de los próximos 9 días.
SEGUIR LEYENDO: