El gobierno porteño decidió suspender las clases la próxima semana en todos los niveles la próxima semana. Con el feriado puente restablecido, serán tres días -desde el 26 hasta el 28 de mayo- sin presencialidad en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires ni tampoco clases virtuales. Esas jornadas serán recuperadas en diciembre. Se trata de una decisión que acordó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con el presidente Alberto Fernández, quien resolvió aplicar a partir de la medianoche del sábado un confinamiento por nueve días para intentar frenar la ola de contagios.
En el marco de ese diálogo y negociación entre la administración central y la porteña, se aceptó que los negocios no esenciales en el ámbito porteño puedan continuar abiertos, pero brindando una atención exclusivamente al aire libre, sin ingreso a los comercios. La gastronomía sólo podrá atender por take away o delivery.
El confinamiento estricto se resolvió hoy por la tarde en la reunión virtual que sostuvieron el Presidente y los gobernadores por la escalada de contagios en todo el país. Por ende, la Ciudad de Buenos Aires acata la decisión y cierras las escuelas por una semana, aunque el impacto práctico de esa medida se limita a tres días, debido al restablecimiento del feriado puente del 24 de mayo y el correspondiente al 25, por la Revolución de Mayo.
El gobierno porteño suspendió tanto las clases presenciales como virtuales la próxima semana. Como compensación por los días de presencialidad perdidos, extendió el calendario escolar, que finalizaba el 17 de diciembre, y sumó tres días de clases.
De ese modo, el calendario escolar terminará el miércoles 22 de diciembre. “Como lo último que cerramos son las escuelas, ratifico que lo primero que abrirán son las escuelas”, remarcó Larreta en conferencia de prensa.
Todavía no hay precisiones sobre cómo se piensa el regreso a las aulas después del confinamiento, pero la Ciudad priorizaría a los chicos de jardínes de infantes y primaria, tal como tenían en mente sus funcionarios para esta nueva etapa.
Antes de iniciar el ciclo lectivo, los equipos de Educación y Salud de Rodríguez Larreta prepararon un plan de emergencias que contemplaba cuatro escenarios de reducción paulatina de la presencialidad en las aulas.
Hasta hoy se cumplieron dos de esas etapas: por un lado, los terciarios, institutos superiores y la educación para adultos pasaron a una modalidad totalmente virtual y, por otro, los chicos de secundaria empezaron a cursar bajo un formato híbrido, que alterna clases presenciales y virtuales. Con esas dos restricciones, según datos oficiales, redujeron la asistencia en un 30%: 250.458 alumnos y docentes menos que en principios de marzo.
Ahora, con este shock de suspensión total por unos días, pretenden reducir al mínimo la circulación y desde el 31 de mayo restablecer paulatinamente la presencialidad en las aulas.