En Argentina 4 de cada 10 chicos dejaron de tener clases presenciales a dos meses del inicio del ciclo lectivo ya que en el AMBA y en otras partes del país volvieron a implementarse las clases virtuales para reducir la circulación en medio de la pandemia.
Mientras en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la polémica por la presencialidad parece no tener fin a pesar del fallo de la Corte Suprema, mediante un comunicado esta semana el gobierno bonaerense informó a las escuelas de la provincia que deberán seguir ofreciendo algunas actividades en los establecimientos, aunque muy limitadas.
Según ratificaron las autoridades, “en los 47 municipios que están alcanzados por la vigencia del último decreto presidencial y/o se encuentran en Fase 2″ se continúa implementando la enseñanza a distancia en prácticamente todos los niveles y modalidades pero los docentes cumplirán en los colegios diferentes roles pedagógicos.
En este sentido, se detalló que todavía hay estudiantes que deben acercarse hasta las instituciones para buscar diferentes materiales educativos, como actividades, libros de texto, juegos didácticos, entre otros, además de entregar las tareas asignadas y recibir las devoluciones de parte de sus docentes.
En estos lugares también se sigue dictando la orientación especial para aquellos alumnos que no cuenten con conectividad, se encuentren transitando la promoción acompañada y/o integren proyectos de inclusión. En estas jornadas, se les explica a los jóvenes las consignas para realizar en el hogar. En este caso, las charlas se organizan a partir de turnos asignados por los maestros de manera individual o con grupos muy reducidos.
Asimismo, en las escuelas de los distritos que están bajo Alerta Sanitaria y Epidemiológica aún se mantiene el trabajo con los equipos de orientación escolar y de acompañamiento y revinculación, como también la entrega del servicio alimentario, actividades administrativas y las obras de mejora de la infraestructura edilicia.
Por último, el gobierno bonaerense precisó a través del comunicado que las conexiones wifi de los colegios permanecerán abiertas “para que en este contexto excepcional los recursos existentes estén a disposición de la enseñanza y el aprendizaje”.
Estas actividades rigen en todos los partidos que están en Fase 2: Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Berisso, Brandsen, Campana, Cañuelas, Ensenada, Escobar, Esteban Echeverría, Exaltación de la Cruz, Ezeiza, Florencio Varela, General Las Heras, General Rodríguez, General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, La Matanza, Lanús, La Plata, Lomas de Zamora, Luján, Marcos Paz, Malvinas Argentinas, Moreno, Merlo, Morón, Pilar, Presidente Perón, Quilmes, San Fernando, San Isidro, San Miguel, San Vicente, Tigre, Tres de Febrero, Vicente López, Zárate, Bahía Blanca, Castelli, Bolívar, Villegas, Chacabuco, Carmen de Areco y San Andrés de Giles.
No obstante, si la situación sanitaria cambiara en alguno de esos municipios, el mismo sería reclasificado y allí podrían volver nuevamente las clases presenciales, como ocurre en el resto de las localidades de la Provincia que no están bajo alerta epidemiológica, y donde los alumnos siguen concurriendo a las aulas.
Para esto, la administración de Axel Kicillof anunció que establecerá un procedimiento para la reanudación progresiva de las clases presenciales, el cual sería “oportunamente será comunicado a toda la comunidad educativa, de manera que las escuelas, estudiantes y familias tengan un sendero claro para organizarse”.
Actualmente son nueve las provincias que restringieron parcial o totalmente la educación en las aulas. Según los datos oficiales, en todo el país, 16.677 escuelas suspendieron las clases presenciales y un total de 4.478.413 alumnos dejaron de asistir a las aulas, lo que implica el 39% de la matrícula nacional.
En la provincia de Buenos Aires son más de 11 mil los colegios que actualmente funcionan a distancia y albergan a más de 3 millones y medio de chicos. Por lo cual, hoy el 82% de la matrícula bonaerense está afectada por el cierre educativo.
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