Cuando en 1982 se recuperaron las Islas Malvinas, el gobierno de facto impuso que las radios dejaran de pasar música en inglés. Esa decisión fue un efecto colateral para el rock nacional, que hasta entonces era más bien resistido por los diferentes sectores de la sociedad, y le otorgó una visibilidad clave.
En ese entonces, hubo varias canciones que se volvieron icónicas, como “Solo le pido a Dios”, de León Gieco, y “Algo de paz”, de Raúl Porchetto. Pero desde entonces, muchísimos músicos volvieron sobre la guerra. Con letras que, sobre todo, destacan la gesta de los veteranos, también pueden ser abordadas con estrategias pedagógicas.
Estas son cinco canciones para trabajar en clase el conflicto del Atlántico Sur:
1. “Solo le pido a Dios”, de León Gieco. La manera en que la canción se convirtió en un símbolo de la guerra es ciertamente paradójica y permite que se la estudie desde distintos lugares. Para empezar, Gieco había tenido que exiliarse y su música estaba prohibida por la dictadura. Además, el tema había salido en el disco IV de 1978, sin que provocara demasiado estruendo y el propio autor estuvo a punto de desecharlo. También se puede pensar cómo el lema antibelicista se planteó desde el gobierno de facto como una manera de acentuar que la guerra era una decisión británica. La canción ha sido versionada largamente, incluyendo la interpretación de músicos ingleses.
2. “Comunicado Número 166”, de Los Violadores. La banda punk liderada por Pil Trafa fue una de las que se negó a participar del Festival de la Solidaridad Latinoamericana. La otra fue Virus, ya que los Moura tenían un hermano desaparecido. La negativa de estos dos grupos que hoy son icónicos pero entonces estaban en sus comienzos podría ser un interesante punto de partida para la discusión en clase. En 1985, Los Violadores —y aquí otro tema para discutir: cómo se lee el nombre del grupo en la actualidad, cuando había nacido como “Los violadores de la ley”— sacaron una canción que relataba la historia política del conflicto, la decadencia de los jerarcas argentinos y las alianzas de las naciones de la OTAN. El insulto final contra Margaret Tatcher es una capa más para elaborar con los estudiantes.
3. “Get your filthy hands of my desert”, de Pink Floyd. El último disco de Pink Floyd con la formación completa —si no consideramos la temprana salida de Sy Barrett— se llama The final cut y, por su forma y su tono, muchos lo consideran como una suerte de coda a The wall. Una brevísima canción de ese disco —de apenas 1′16″— da cuenta en diez versos del mapa geopolítico de la Guerra Fría, con Brezhnev, Menajem Beguin y Margaret Tatcher. Esta canción permite trabajar con la crítica política desde “el otro lado”, la teoría Monroe, la desigualdad de la riquezas de los países, etc.
4. “Héroes de Malvinas”, de Ciro y los Persas. A treinta años del conflicto, Andrés Ciro Martínez grabó una canción que destacaba el patriotismo de los veteranos, que se entregaron a la gesta con pésimas condiciones en las islas, un entrenamiento incompleto y un notable desequilibrio de fuerzas con el enemigo. Y luego, debieron enfrentar el olvido y la apatía de la sociedad.
5. “La hermanita perdida”, de Atahualpa Yupanqui. Muchas canciones podrían cerrar esta lista, desde “No bombardeen Buenos Aires”, de Charly García, a “La canción del soldado y Rosita Pazos”, de Fito Páez, pasando por “La isla de la buena memoria”, de Alejandro Lerner, “Reina madre”, de Raúl Porcheto, “No volvieron más”, de Callejeros, o “2 de abril”, de Attaque 77. “La hermanita perdida” tiene la característica singular de reclamar la soberanía sin hacer referencia a la guerra... porque fue muy anterior: Atahualpa escribió la letra en el 70 y Ramírez hizo la letra ocho años después.
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