De un lado de la General Paz, el de la Ciudad de Buenos Aires, las escuelas abrieron sus puertas. Con disparidad en la asistencia, hubo clases después del fallo judicial que ordenó que se reanudara la presencialidad. Del otro lado de la avenida, en el Conurbano bonaerense, todos los colegios estuvieron cerrados y así permanecerán las próximas dos semanas, por lo menos.
“Hoy fue un día atípico”, reconocieron en el Ministerio de Educación porteño. Según los datos oficiales, todas las escuelas públicas estuvieron abiertas, pero la presencialidad alcanzó cerca de un 60%, mientras que el 40% tuvo clases virtuales tal como estaba planificado desde el viernes. Para mañana ya esperan que se normalice la actividad.
La principal razón que señalan para la baja presencialidad es la demora en el anuncio oficial. La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo de la ciudad de Buenos Aires, que integran los jueces Marcelo López Alfonsín, Laura Alejandra Perugini y Nieves Machiavelli, falló a favor de las clases presenciales cerca de las 20 de ayer.
Con el fallo favorable, Rodríguez Larreta convocó de urgencia a su gabinete en Uspallata y recién dos horas y media después oficializó la continuidad de la actividad escolar en la Ciudad.
De hecho, muchos colegios privados -donde asiste más de la mitad de la matrícula porteña- optaron por sostener la planificación y recién reabrir mañana martes. “Es una falta de respeto tener a las familias y docentes hasta la 10 de la noche sin información oficial”, expresó la directora de un colegio privado que mañana retomará la actividad presencial.
Apenas se supo del fallo judicial que ordenaba garantizar la presencialidad, tres sindicatos anunciaron medidas de fuerza. Ute, Ademys y Sadop convocaron a un paro docente para hoy lunes con el fin de “preservar la salud de la comunidad educativa”.
Según el relevamiento que hizo Ute, el sindicato porteño de Ctera, más del 90 por ciento de sus afiliados adhirió a la huelga. “Exigimos a Horacio Rodríguez Larreta respete el DNU vigente y abandone los artilugios legales a los que nos tiene acostumbrados y ponga la salud y la vida como prioridad”, advirtieron en un comunicado.
En principio, los tres gremios extenderán la huelga por el plazo que consigna el DNU de Alberto Fernández, es decir, por dos semanas. De igual modo, las medidas de fuerza no suelen impactar fuerte en las escuelas de la Ciudad. Un 60% de los docentes no está sindicalizado.
Sin clases en la provincia de Buenos Aires
Las escuelas del conurbano bonaerense amanecieron cerradas. Casi tres millones de chicos se quedaron sin clases presenciales y, tal como todo el año pasado, recibirán educación remota hasta al menos el 30 de abril.
Si bien no hubo clase, fue un día convulsionado en las escuelas. En las puertas de los colegios hubo múltiples reclamos de los padres que luego confluyeron con una protesta en la Quinta de Olivos. Las familias organizaron abrazos simbólicos a las instituciones, sentadas, clases públicas y entonaron el himno.
El reclamo de los padres esconde también un temor: que la suspensión no sea solo por 15 días, sino que se extienda hasta que la pandemia dé tregua. “El año pasado también eran 15 días sin clases. Son de manual. No creemos que los chicos vayan a volver a clases en mayo”, expresaron.
Ante los trascendidos de colegios que abrirían igual, en el gobierno de Axel Kicillof ratificaron la suspensión de las clases presenciales y advirtieron sobre posibles sanciones a los establecimientos que se declararan en rebeldía. Eso incluía quita de subsidios y hasta la anulación del registro para dar clases. Es que dos escuelas privadas de La Plata habían expresado su voluntad de sostener las clases pese al DNU. El mismo domingo, ante la advertencia, dieron marcha atrás.
En la provincia de Buenos Aires se cree que habrá un efecto dominó en las próximas horas. A los municipios del conurbano se les sumarían varios distritos del Interior que retrocederían de fase y suspenderían también las clases presenciales. Hasta el momento, los intendentes de General Villegas y Castelli expresaron su voluntad de interrumpir la actividad en las escuelas.
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