“Sorpresa” y “preocupación” son los dos términos que no paran de repetirse una y otra vez en la voz de Martín Zurita, el titular de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la provincia de Buenos Aires (AIEPBA), al referirse al anuncio del presidente Alberto Fernández sobre el cierre de las escuelas del AMBA y el retorno por un período de dos semanas a la enseñanza virtual.
Zurita aseguró sentirse consternado por la medida, a la que considera en contradicción con todos los avances, reuniones y trabajo en conjunto que realizaron las instituciones educativas del país junto al Ministerio de Educación a lo largo de todo el año de la pandemia de coronavirus.
“Fue un baldazo de agua fría. Sinceramente, nadie esperaba escuchar algo así. Lo de las clases presenciales era algo que veníamos trabajando desde el año pasado y todo lo que iba a ocurrir ante una posible segunda ola estaba contemplado en las resoluciones 386 y 387 del Consejo Federal de Educación y tenía el consenso de los 24 ministros. Decía que sólo se iban a suspender las clases si había una evidencia epidemiológica sobre la incidencia de la presencialidad en los contagios”, explicó Zurita, en una entrevista con Infobae.
El anuncio del Presidente generó un revuelo tanto en las diversas organizaciones educativas como en la comunidad de los padres y hasta entre los representantes de la oposición política.
AIEPBA representa la cámara de instituciones educativas más grande de la Argentina y su titular advirtió que en el transcurso de la mañana de hoy y, a más de 12 horas del anuncio del Presidente, desde el Ministerio de Educación nacional todavía no respondieron ninguno de sus llamados.
Hace dos días, este medio accedió a un informe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires donde indicaba que en comparación con el primer mes, en el que solo se había contagiado el 0,17% de los docentes y alumnos, entre el 17 de marzo y el 12 de abril se infectó el 0,71% de la comunidad educativa, en línea con la curva ascendente en la Ciudad. No obstante, de los casos que se aislaron preventivamente por contacto estrecho dentro de una misma burbuja, dio positivo luego solo el 0,012%.
En ese mismo período, los casos acumulados de covid-19 positivos fueron 5.006, lo cual representa el 0,71% del total de los 700.518 docentes, alumnos y auxiliares que asisten a las escuelas.
“Cerrar escuelas no es una medida eficaz para frenar los contagios. Tiene una incidencia marginal. Es ineficaz. Entonces, yo me pregunto, si el 30 de abril la situación no cambia, ¿qué va a pasar?”, se preguntó el titular de la organización de colegios privados bonaerenses.
El principal temor del titular de AIEPBA radica de manera exclusiva en los propios alumnos. Incluso, la preocupación no sólo se deposita en el factor pedagógico sino, aún con mayor énfasis, en el emocional.
“El mayor riesgo son las consecuencias emocionales de los chicos y la deserción. Hay un millón y medio de alumnos en el país que perdieron vinculación total con la escuela y todavía no está contabilizada la cantidad de chicos que quedaron con una relación intermitente. Con esto, se profundiza la desigualdad, se profundiza absolutamente”, se lamentó Zurita.
Y contextualizó: “Yo no sé cuánta gente sabe cuál fue el daño real que sufrieron los chicos por el año entero de clases virtuales. Después de la virtualidad hemos visto deserciones, regresiones, estrés, desgano y hasta sobrepeso en los alumnos. Son terribles las consecuencias a las que nos estamos enfrentando. ¿Otra vez lo mismo?”.
El titular de AIEPBA comprendió que la decisión del Gobierno no está basada exclusivamente en el factor de los contagios dentro de la escuela, sino en los contagios que se pueden producir durante los traslados de los padres a los chicos hacia las instituciones. Sin embargo, no comprende cómo la solución solo se aplicó en el cierre de los colegios y no en el resto de los campos.
“Si los padres se pueden contagiar en los medios de transporte, ¿por qué no se atacó ese problema? ¿Por qué no se averigua cómo solucionar el tema del transporte? ¿Cómo es que deciden cerrar las escuelas cuando debería ser lo último que tendrían que hacer?”, afirmó.
Infobae accedió a un informe preliminar que realizó AIEPBA a través de una encuesta a unas 1.029 educaciones educativas que la integran. En el documento se reflejó que desde el comienzo del ciclo lectivo mixto de 2021 (presencial y virtual), se registraron contagios en menos del 1% del alumnado y en menos del 2% de docentes y auxiliares.
En lo que a su organización respecta, el titular de AIEPBA destacó que un problema añadido es el de la situación económica de las instituciones educativas. Según su punto de vista, la amenaza de un cierre de clases presenciales prolongada podría significar la sentencia de muerte de muchísimos colegios del ámbito privado.
“Al comienzo del ciclo del 2021, podemos decir que la mitad de las escuelas que nucleamos se encuentran en una fase de morosidad. Tienen deudas con el organismo previsional, no están pagando las cargas. Hay toda una problemática del año pasado, que hay muchas escuelas que quedaron sostenidas con alfileres”, afirmó.
Asimismo el representante de la organización, que lleva más de 20 años a cargo de AIEPBA y más de 30 como educador, consideró que las medidas aparentan ser un mensaje desde el Gobierno de cara a la trascendencia que se le otorga a la educación, en tiempos donde las pruebas internacionales reflejan un nivel académico argentino cada vez más bajo.
“Un país que no tiene a la educación entre sus prioridades es un país destinado al fracaso. Las pruebas internacionales en las que participa Argentina dan cada vez peor y lejos de ir por una senda del conocimiento e índices positivos, los resultados van a ser cada vez peores. Y no va a ser algo del futuro. Es algo que estamos viendo ahora. Hay chicos que desaparecieron de la escuela. Son chicos que tienen muchas dificultades para acceder al sistema y van a quedar fuera”, analizó.
Por el momento, Zurita desconoce qué ocurrirá con las instituciones educativas de los casi 100 distritos de la provincia de Buenos Aires que no forman parte del AMBA. Aseguró que ese punto se conocerá una vez que se pronuncie el gobernador de la provincia, Axel Kicillof (quien se estima que hará una conferencia de prensa a las 16 de hoy). “Muy posiblemente se adopten medidas similares para grandes centros urbanos, como Bahía Blanca o Mar del Plata, pero espero que recapaciten y vean el daño que se puede estar haciendo”, afirmó.
Precisamente, en el transcurso de la mañana de hoy, AIEPBA emitió dos comunicados oficiales. En el primero, rechazó las medidas anunciadas por el presidente Alberto Fernández en cadena nacional: “Consideramos y coincidimos en que la decisión de cerrar la presencialidad en las escuelas profundiza el daño a niños, niñas y adolescentes que se produjo en el 2020. AIEPBA está en estado de alerta. Somos educadores conscientes de nuestro deber”, fueron las palabras finales del documento.
El segundo está dirigido exclusivamente al gobernador Kicillof, donde se le solicita que no acompañe la medida del Presidente y que contemple la posibilidad de continuar con las clases presenciales.
“Como educador me genera una profunda tristeza porque veo el deterioro en nuestras escuelas. La educación argentina estaba en un altísimo nivel cuando empecé y hoy veo cómo se va degradando año a año”, se lamentó Zurita.
“Todo ese esplendor educativo que supimos tener en algún momento hoy ya no lo tenemos. Nos quedó el recuerdo del pasado. Y todos los intentos que hay por poner en foco la esencialidad en la educación es un paso adelante y tres pasos hacia atrás. Entonces, en la medida de que solamente todo el mundo hable de la educación de la boca para afuera pero que cuando hay que tomar medidas concretas, sean para el facilismo, para el mirar para otro lado, no vamos a tener una solución para este problema. Sin la educación, todo lo demás carece de sentido y hoy estamos profundizando cada vez más esa brecha”.
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