Ante el aumento de los contagios, Ctera, el principal gremio docente, pidió la suspensión de las clases presenciales en los distritos más afectados por la segunda ola de coronavirus. Hasta el momento, la intención del gobierno nacional es mantener las escuelas abiertas pese a las restricciones sociales y en la circulación.
“La CTERA solicita al Ministerio de Educación de la Nación y Ministerios Provinciales Educativos la suspensión temporal de la presencialidad en aquellas localidades, departamentos o distritos donde el aumento de casos ha sido exponencial en los últimos 14 días”, expresaron los dirigentes del gremio en un comunicado.
Ctera es uno de los cinco gremios con alcance nacional -junto a Uda, Cea, Amet y Sadop-, pero el de mayor cantidad de afiliados. En el comunicado, hablan de la necesidad de cuidar la salud de la comunidad educativa y de tomar medidas restrictivos “en los distintos ámbitos” para disminuir la propagación del virus.
“En esos lugares de alto riesgo, solicitamos volver temporalmente a las actividades a distancia hasta que estén dadas las condiciones óptimas de resguardo sanitario”, plantearon.
Horas atrás, el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, había ratificado la continuidad de las clases presenciales. “No se van a cerrar las escuelas”, reafirmó, a la vez que consideró que “sí pueden ser afectadas en la mínima unidad geográfica posible” por restricciones de circulación.
“Todos los ministros de Educación sostienen esta misma mirada; si hay que restringir, que sean las demás actividades”, dijo Trotta a Télam. “A partir de los consensos construidos en el marco del Consejo Federal de Educación, la administración de la presencialidad corresponde a cada gobierno provincial”, agregó.
De ese modo, si bien descartó cierres escolares, Trotta sí dio lugar a la posibilidad que deslizó por la mañana el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, quien mencionó que evalúan la reducción de la presencialidad en las escuelas: menos horas de los chicos y docentes en las aulas en pos de disminuir la circulación de las personas.
Justamente desde las 18 se desarrollará una reunión entre el gobierno bonaerense y los gremios docentes para analizar la situación. Más allá de posiciones más duras que piden cierres definitivos, la mayoría de los sindicatos está de acuerdo en reducir la presencialidad en una primera instancia.
Las medidas que se evalúan van a contramano de los datos que el Ministerio de Educación nacional difundió el martes pasado: los primeros datos de contagios en los colegios, que surgieron de la carga de los propios directores en el sistema Cuidar Escuelas durante el primer mes de clases. La muestra -que, aseguraron, era representativa- tomó 5.926 establecimientos abiertos a los que asisten un total de 1.429.190 estudiantes y 214.850 docentes y no docentes, y reflejó una muy baja incidencia.
Sobre el total de alumnos que concurren a la escuela, solo se contagió el 0,16%. Entre los docentes, se infectó el 1,03%. Más aún, desde la propia cartera educativa remarcaron que no hay forma de saber si esos contagios se produjeron al interior de las escuelas y que, por el contrario, los establecimientos se perfilan como detectores tempranos de los casos.