La Escuela Argentina de Greenwich y el uso del aula invertida a partir de trabajar con Ticmas

El aula invertida -también conocida como flipped classroom- es una de las metodologías de enseñanza y aprendizaje que ha tenido más auge en el contexto actual entre presencialidad y virtualidad educativa. Macarena Izurieta y Sea, una de las fundadoras y actual directora de la Académica de la Escuela Argentina de Greenwich, cuenta la experiencia en la implementación de esta modalidad con Ticmas.

Escuela Argentina de Greenwich

Flipped classroom es un término acuñado por Jonathan Bergmann y Aaron Sams, dos profesores de Química en Woodland Park High School que literalmente significa “aula invertida”. Bergmann y Sams idearon una solución para evitar que los alumnos perdieran clases --por ejemplo por enfermedad--, y para ello grababan los contenidos a impartir y los distribuían entre sus alumnos para que los visualizaran en casa antes de la clase. El trabajo en el aula consistía en realizar proyectos para poner en práctica los conocimientos adquiridos y resolver dudas, invirtiendo de esta manera las actividades con respecto al modelo tradicional. Comprobaron que con este nuevo enfoque las calificaciones de los alumnos mejoraron.

María Lorena Vaccher, especialista de Ticmas, sostiene que se trata de un “enfoque integral para incrementar el compromiso y la implicación del alumno en la enseñanza, haciendo que forme parte de su proceso de creación, permitiendo al docente dar un tratamiento más individualizado y personalizado”.

De la implementación en varias instituciones, el equipo de especialistas de Ticmas destaca como ventajas de la propuesta:

- Una distribución no lineal de las mesas en el aula, lo cual potencia el ambiente de colaboración.

- Permite realizar al docente durante la clase otro tipo de actividades más. individualizadas con los alumnos

- Fomenta la colaboración del alumno, su autonomía y, por tanto, refuerza su motivación.

- Involucra a las familias en el aprendizaje.

Escuela Argentina de Greenwich

El aula invertida en Greenwich

Macarena Izurieta y Sea, directora académica de la Escuela Argentina de Greenwich, cuenta la experiencia de involucrar
a su equipo docente en la modalidad de aula invertida.

--¿Qué características tiene la Escuela Argentina de Greenwich?

--La Escuela Argentina en Greenwich (EAG) surge en 2017, fundada por Beatriz Carmuega, Cecilia Caferri y yo, y abre sus puertas en septiembre 2018. El modelo educativo de las Escuelas Argentinas ya existía, y Cecilia tuvo la oportunidad de conocer la Escuela Argentina en Nueva York. Luego, la familia de Cecilia se muda a la zona de Greenwich donde vive un altísimo porcentaje de argentinos y de una comunidad hispanohablante en general. Con esa vivencia toman el desafío de la Escuela. La idea de educar, transmitir cultura, formar en los valores propios de Argentina, vivir nuestra cultura hispana es el motor que mueve al equipo. La EAG ofrece una experiencia de aula diferente. Los niños están inmersos en un mundo en español; por medio del juego estructurado y en un ambiente familiar, los niños viven el idioma y la cultura latinoamericana. La EAG es una escuela complementaria desde la enseñanza en español, a través de las Prácticas del Lenguaje y las Ciencias Sociales. Valorar nuestra identidad y que nuestros hijos también sientan orgullo de su herencia hispana viviendo en el exterior es un desafío. No porque les hablemos español en casa o nos vean tomar mate o comer empanadas nuestros hijos se vuelven bilingües o biculturales. Pero a través del lenguaje en español y la cultura, la Escuela ayuda a los alumnos a cultivar su inteligencia emocional. Cuando el aprendizaje puede conectarse con la emoción, atraviesa todas las esferas de la persona.

--¿Con qué desafíos se encontraron para optar por implementar la modalidad de aula invertida en la institución?

--Uno de los mayores desafíos que tiene la escuela es la diversidad de niveles en el uso y conocimiento del español que tienen los alumnos dentro de la misma aula. Un gran porcentaje de las familias usan el español de forma cotidiana y esto permite que sus hijos tengan un buen nivel de oralidad, que puedan comprender a la maestra en aula y seguir la clase sin mayores dificultades. Sin embargo, tenemos familias que no usan el español de forma cotidiana y esto hace que los chicos tengan otro nivel de oralidad, con mayor dificultad para comprender y un vocabulario más limitado. Somos conscientes que con 3 horas a la semana no alcanza, todos los sábados se manda tarea para que durante la semana los chicos practiquen y vayan generando vínculos con el idioma. Además, como no somos una escuela de idiomas, las familias que ingresan se comprometen a incorporar rutinas diarias a donde los hijos practiquen de forma natural el idioma.

Escuela Argentina de Greenwich

--¿Cómo han utilizado Ticmas? ¿Qué experiencia han tenido?

--Comenzamos a utilizar Ticmas, en 3 grados de primaria: 4to, 5to y 6to, en septiembre 2020. Las maestras habían seleccionado las unidades a trabajar y dentro de las mismas, habían hecho una selección de los contenidos de acuerdo a las necesidades del aula. La maestra daba los contenidos específicos en aula y los alumnos se llevaban de tarea los contenidos seleccionados por la maestra en Ticmas. Sin embargo, luego de unas semanas vimos que los chicos no podían avanzar solos en casa con Ticmas. les resultaba complejo y arduo: mucho vocabulario nuevo, y sobre todo, les faltaban saberes previos culturales. Al ver que no avanzábamos, es más que los chicos estaban frustrados ante el uso de Ticmas, decidimos cambiar la estrategia. La maestra comenzó a trabajar en el aula los contenidos de Ticmas, aclarando conceptos, explicando vocabulario, leyendo juntos los textos y dando el contexto cultural necesario. A los alumnos les quedaba para hacer en casa los ejercicios de repaso o evaluación. Vimos un cambio significativo y ahora, poco a poco, van avanzando muy bien en las diferentes unidades temáticas. Ahora, luego de tres meses de uso en aula de Ticmas los alumnos se sienten cómodos, manejan la plataforma y van comprendiendo mas y más los textos en su integridad.

--¿Qué le recomendarían a otro colegio que quiera iniciar con esta modalidad?

--Lo importante es saber “escuchar” a los alumnos, buscar entender qué pasa en su proceso de aprendizaje y ser muy flexibles para cambiar y ajustar sobre la marcha. Los maestros programamos y tenemos que “guión” a seguir (y es sumamente necesario tenerlo y hacer el esfuerzo de cumplirlo) pero los grupos de alumnos presentan desafíos y hay que estar con la disposición de ajustar y cambiar lo que sea necesario para que los chicos logren un aprendizaje significativo y real. Hacer el aula invertida es una de ellas flexibilidades que tenemos que tener bajo la manga.

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