Después de un año de encuentros virtuales, el viernes volverá a reunirse en forma presencial el Consejo Federal de Educación. Los ministros provinciales tendrán la primera sesión del año, que será decisiva para el regreso de las clases. Tanta es la importancia que le otorgan que el presidente Alberto Fernández encabezará por primera vez la mesa y, una vez que finalice, los funcionarios firmarán el compromiso de priorizar la educación sobre otras actividades en todo el país.
Según supo Infobae, tras un año signado por el cierre escolar, el Gobierno está decidido a que haya un retorno masivo a las aulas desde el próximo ciclo lectivo. Tras ese objetivo, flexibilizarán los requisitos de apertura y habrá una mirada más focalizada de la situación epidemiológica.
A partir de ahora, dejarán de monitorear los contagios de una provincia como un todo; algo que sucedió el año pasado e impidió avanzar en aperturas parciales. Las autoridades sanitarias de cada distrito seguirán la evolución de la pandemia en cada departamento o municipio, incluso en cada pueblo o paraje rural. La intención es reducir al máximo la zona geográfica para que, en caso de dispararse los contagios en las grandes ciudades, no repercuta en todo el territorio.
En octubre de 2020, los ministros aprobaron un semáforo epidemiológico demasiado restrictivo, que dejaba sin chances de clases de presenciales a la gran mayoría del país. Ahora darán un giro fuerte y seguirán tres indicadores puntuales:
1. El sistema de salud provincial debe estar en condiciones de dar una respuesta en caso de un rebrote.
2. La unidad de referencia, ya sea el departamento, municipio, pueblo o paraje no podrá ser calificado por el Ministerio de Salud como de “transmisión comunitaria sostenida” de COVID-19.
3. Los casos de las últimas dos semanas deberán ser al menos parejos a los contagios que se registraron en los catorce días anteriores. El cociente entre ambos debe dar un número entre 0,8 y 1,2. Entre esos parámetros considerarán que hay una evolución estable de la pandemia en el municipio. Más de 1,2 implicaría un aumento riesgoso y menos de 0,8 una progresión favorable.
A partir de esos tres indicadores, apuntan a que todas las provincias sostengan las escuelas abiertas pese a que el avance de los contagios los lleve a tomar medidas restrictivas en algún momento. El cierre escolar pasará a ser una instancia límite y las autoridades tendrán que precisar la fecha de reapertura.
Las provincias que se vean obligadas a retroceder a una fase de aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) interrumpirán la concurrencia de los chicos a clases, pero las escuelas seguirán abiertas para que tanto directivos como docentes puedan asistir.
En una primera etapa, las clases se retomarán en un formato bimodal para cumplir con el 1,5 metros de distanciamiento que exigen los protocolos. La mitad de los chicos irá algunos días a la escuela mientras que la otra mitad seguirá con clases remotas. El esquema de cuántos días lo define cada jurisdicción y cada escuela de acuerdo a sus posibilidades de distanciamiento. Algunas provincias ya anticiparon que alternarán una semana completa de asistencia con clases virtuales; otras quieren que el grupo A concurra un día y al siguiente lo haga el grupo B.
Solo la Ciudad de Buenos Aires anunció que todos los chicos asistirán todos los días a la escuela, al menos cuatro horas por día. Lo que harán los colegios con jornada completa será dividir los turnos en dos: la mitad de los estudiantes a la mañana y la otra mitad a la tarde.
Si bien la apuesta es que todos los alumnos retomen la actividad presencial, al igual que el año pasado, en caso de que se necesite reducir la presencia de estudiantes en las escuelas, priorizarán los cursos que implican terminación de nivel: séxto o séptimo grado en primaria y quinto o sexto año en secundaria.
Uno de los puntos que resta definir es la situación de los alumnos y docentes que viven en una provincia, pero asisten a una escuela en otro distrito. El transporte entre jurisdicciones preocupa porque puede ayudar a esparcir el virus. En principio, estarán exceptuados de asistir a los establecimientos a menos que la provincia defina lo contrario.
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