La Universidad de Buenos Aires definió la modalidad de cursada para el primer cuatrimestre de 2021. En principio, al igual que el año pasado, será casi completamente virtual, pero también incluirá un componente de presencialidad para aquellas materias prácticas.
A fines de 2020, con la curva de contagios estabilizada, la universidad habilitó el regreso a actividades presenciales. Aprobó el “Protocolo de seguridad e higiene de emergencia sanitaria para el retorno de las actividades académicas prácticas”. Luego cada facultad elaboró sus propias pautas en función de sus espacios y asignaturas.
Durante esa primera etapa, algunas facultades -como Agronomía, Ciencias Exactas y Naturales, Veterinarias, Farmacia y Bioquímica, Medicina y Odontología- recuperaron una presencialidad limitada en las materias que requieren de la manipulación de objetos o contacto físico.
Según supo Infobae, las otras asignaturas, más de corte teórico, seguirán dictándose de forma virtual durante el primer cuatrimestre de 2021. Es decir, casi todos los estudiantes continuarán con sus clases remotas. A su vez, la mayoría de los llamados a exámenes finales inmediatos, con fecha entre febrero y marzo, también serán virtuales.
De cara al primer cuatrimestre, las mismas facultades que ya iniciaron la revinculación en 2020 (Agronomía; Exactas y Naturales, Veterinaria, Farmacia y Bioquimica, Medicina, Odontología) más Ingeniería proyectan impartir de forma semipresencial o presencial algunas materias, cuyo componente práctico dificultó o imposibilitó que se dictara el año pasado.
“En la medida que las condiciones epidemiológicas lo permitan, iremos ampliando la presencialidad con la aprobación de las autoridades sanitarias”, informaron desde la UBA.
Entre sus trece facultades, la universidad acumula casi 300 mil alumnos, que se sumarían a otros 30 mil docentes. Emprender un regreso masivo a las aulas implicaría una movilización que, consideran, aún no es oportuna. Del mismo modo, piensan que los profesores pudieron sostener la continuidad pedagógica por la vía virtual.
Después de que el rector Alberto Barbieri aprobara en diciembre el protocolo general, cada facultad avanzó en sus lineamientos. Las seis unidades académicas que retomaron la actividad presencial debieron hacer un relevamiento de las condiciones edilicias y dispusieron capacidades máximas por aula y en los ámbitos de práctica como laboratorios, talleres o invernáculos. La cantidad de alumnos varía de acuerdo a las dimensiones de cada salón.
Además del distanciamiento, los protocolos contemplan una serie de medidas sanitarias recomendadas por las autoridades de Salud. Por caso, la provisión y reposición periódicas de elementos de limpieza, la disposición de jabón líquido para los baños, toallas de papel descartable, cestos y bolsas de residuos, alcohol en gel, solución alcohólica al 70%, bandejas sanitizantes para desinfección de calzado en las puertas, dispenser de alcohol en gel en el ingreso de los edificios, entre otras.
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