Durante tres horas se extendió la reunión que ayer sostuvo el gobierno porteño con los gremios docentes. Entre las 15 y las 18, discutieron el borrador del protocolo que el Ministerio de Educación les presentó. Según supo Infobae, la mayoría de los sindicatos respaldó el regreso a las aulas, pero propusieron algunos ajustes al documento oficial.
En estas horas, los gremios están estudiando el texto junto a especialistas. Para la semana que viene ya está prevista una nueva reunión en la sede de la cartera educativa, en el Barrio 31. Allí se terminarán de pulir los detalles de la organización de la vuelta de las clases presenciales y las autoridades presentarán un nuevo protocolo, en este caso destinado al uso del transporte público destinado a docentes y alumnos.
“La reunión fue muy positiva. Hay un consenso generalizado en los gremios de la necesidad de recuperar la presencialidad en este ciclo lectivo. Ya no se discute si tenemos que volver, sino cómo se debe organizar esa vuelta”, dijo Manuel Vidal, subsecretario de Carrera Docente, que está al frente de las negociaciones con los sindicatos.
Para Ute-Ctera, que mantenía una posición dura respecto de la presencialidad, la “reunión de ayer fue importante, pero hay diferencias en temas importantes”. “Las clases van a empezar, lo que estamos discutiendo son las condiciones. Analizaremos con especialistas y la comunidad educativa la propuesta. Queremos regresar a la presencialidad pero con todos los protocolos y garantías para que sea un retorno seguro”, planteó en un comunicado el principal sindicato porteño.
La mayor diferencia entre las partes es en el concepto de las burbujas. A diferencia de lo que sucedió a fines del año pasado, cuando volvieron grupos reducidos de alumnos a actividades presenciales, la Ciudad de Buenos Aires ahora plantea que la burbuja abarca los cursos enteros. Y que los docentes, en especial los de secundaria, podrán estar al frente de distintos grupos.
En el gobierno porteño dicen que no tienen margen para un ajuste en ese punto porque la secundaria está organizada por materias: un profesor de matemática, uno de lengua, uno de química, otro de física. Entonces proponen extremar los cuidados y que ante un caso positivo de un docente se aísle durante diez días a todas las burbujas con las que tuvo contacto hasta 48 horas antes de recibir el resultado del hisopado. Los maestros tendrán a disposición tres centros de testeos desde el 8 de febrero: la Usina del Arte, La Rural y la Sede Comunal 7 ubicada en Rivadavia 7202.
En CABA confluyen 17 sindicatos docentes y, ante tamaña cantidad, las opiniones son divididas pero prevalece el apoyo al inicio presencial del ciclo lectivo. “Nosotros apoyamos la vuelta a la presencialidad en condiciones de seguridad sanitaria. Estamos planteando que la adecuación de los protocolos al dictado de clases no termine implicando una sobrecarga de tareas, por la división de los grados. El gobierno se comprometió a tomar suplentes para cubrir aquellas necesidades que conlleve la implementación del protocolo”, señaló Raúl Sánchez Alberti, secretario general de Sedeba.
Para los gremialistas, hay dos temas centrales. Por un lado, revisar la organización del transporte público en horario escolar, punto sobre el que la semana que viene habrá novedades. Por otro lado, la vacunación de los docentes. En la reunión, le pidieron a la Ciudad que abra un registro para que los maestros se anoten en la lista de inmunización. Los funcionarios se comprometieron a hacerlo y les informaron que los docentes ocupan el cuarto lugar dentro del personal estratégico
Sergio Romero, secretario general de UDA, planteó: “La reunión fue importante para avanzar en el camino hacia la presencialidad. Nosotros estamos convencidos de que tiene que haber presencialidad. Nada reemplaza la actividad áulica. El 2020 fue un año nefasto para la educación. Faltan cosas para garantizar la salud de la comunidad, pero fue un paso positivo”.
En tanto, Noemí Cajal, secretaria gremial de Edupec, comentó: “El encuentro fue fructífero. Se plantearon temas que quedaron pendientes y se evacuaron dudas. Nos dieron muchas garantías y se habló de reemplazos para auxiliares y docentes dentro de los grupos de riesgo. Estamos convencidos de que el 17 de febrero queremos comenzar. Nuestros afiliados no se van a oponer a la vuelta a clases porque incluso es algo que vienen pidiendo”.
El único sindicato que mantuvo una posición dura al salir de la reunión fue Ademys. Su titular, Jorge Adaro, dijo que se trató de “una puesta en escena” y deslizó la posibilidad de convocar a un paro de cara al inicio del ciclo lectivo.
El borrador del protocolo y las propuestas de los gremios
Antes del encuentro, los sindicatos recibieron un documento con la marca de agua de “borrador”. Un texto de 18 páginas, que se puede sintetizar en las siguientes pautas que organizarán el comienzo de las clases:
-Distanciamiento de 1,5 metros.
-Exceptuar a trabajadores y trabajadoras incluidos en los grupos en riesgo que define la autoridad sanitaria nacional.
-Exceptuar de la presencialidad a aquellos estudiantes que pertenezcan a grupos de riesgo o convivan con personas de riesgo.
-Tapabocas para estudiantes en todo momento.
-Tapabocas y máscara para docentes.
-Escalonar los horarios de ingreso y egreso de los establecimientos educativos.
-Escalonar los recreos.
-A cada sala/grado/año/curso se le asignará un espacio permanente y a cada estudiante se le asignará un pupitre/mesa y silla fijos cuya disposición no podrá ser modificada.
-Continuar con la entrega de la Canasta Escolar Nutritiva.
De una primera lectura del borrador, los sindicalistas propusieron algunos ajustes. En primer lugar, pidieron que se conforme una comisión mixta con presencia gremial y el Ministerio de Salud para evaluar los avances de la pandemia. Por otra parte, insistieron en la necesidad de que la administración entregue computadoras ante un eventual rebrote que obligue a trabajar en una modalidad mixta.
Luego, hicieron otros planteos puntuales. Por ejemplo, que los docentes puedan dejar en la escuela y en un lugar aislado la ropa de trabajo y los elementos de protección, que se reduzca la cantidad de personas en los baños con un máximo de 15 minutos de permanencia y que se presente una planilla de salud a modo de declaración jurada para las clases de educación física.
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