Cuando falta menos de un mes para el inicio del ciclo lectivo, cada vez son más los padres que se manifiestan a favor del regreso de las clases presenciales. Es que el 2020, signado por el cierre de las escuelas, generó malestar en las familias. De acuerdo con una nueva encuesta, 8 de cada 10 adultos consideran “muy preocupante” la pérdida de aprendizaje de sus hijos.
El relevamiento, a cargo de Isonomía Consultores, evidencia un amplio abanico de preocupaciones de los padres a partir de la falta de presencialidad en las escuelas y la posibilidad de que en 2021 suceda lo mismo. El reporte consultó una muestra representativa de toda la Argentina entre el 14 y el 21 de enero.
La brecha de desigualdad para los segmentos más pobres también es un tema alarmante tanto para padres como para jóvenes. Al 89% de los padres le preocupa que se acentúe la pobreza actual y futura, mientras que el 94% de los jóvenes, de entre 16 y 29 años, cree que las escuelas cerradas aumentan la brecha de desigualdad en detrimento de los sectores más pobres.
Juan Germano, director de Isonomía Consultores, explicó a Infobae: “El argentino, en términos generales, sigue teniendo un alto temor al virus más allá de que se hayan flexibilizado algunas conductas. Lo que vemos en la opinión pública es que en los últimos 5 meses ha crecido exponencialmente el pesimismo sobre el futuro. Hay una idea de negatividad respecto a lo que va a venir. En lo estrictamente educativo cada vez es mayor la demanda para volver a ciertos márgenes de normalidad. Es unánime una preocupación muy poderosa”.
En otras investigaciones de tipo cualtivativas, la consultora observó que la dinámica de los hogares no estaba preparada para lidiar con clases remotas ni había capacidad tecnológica para sostener la virtualidad. “Como novedad, vemos que la preocupación por la educación es uno de los pocos temas que cruzan la grieta. No hay miradas distintas respecto a si el que opina votó a Alberto Fernández o a Mauricio Macri”, remarcó Germano.
Según el informe, la educación es hoy uno de los temas que más preocupan a la sociedad argentina. Mientras menos nivel educativo tienen los padres, más preocupados están de no poder cumplir sus tareas laborales si las escuelas no abren, expresó el 85% de los encuestados.
Por fuera de los aprendizajes, también se sabe que el cierre escolar trajo aparejado un fuerte impacto emocional en los alumnos, signos de angustia y depresión. La opinión de los padres lo confirma. Al 75% le preocupan las consecuencias mentales, físicas y emotivas en el desarrollo de sus hijos después de un año sin estar en contacto con sus compañeros.
A su vez, la evaluación de la continuidad pedagógica que llevó adelante el Ministerio de Educación arrojó que fueron las madres, en el 90% de los hogares, las que se hicieron cargo de ayudar a sus hijos con las tareas y explicaciones. Ante ese escenario desigual, el 82% considera muy preocupante el aumento de la brecha laboral de género para madres con chicos pequeños.
“Hay una presión social para avanzar sobre ciertos problemas e intentar resolverlos con velocidad ya que no hay margen para esperar a que termine la pandemia. La necesidad de retomar, con cuidados y protocolos, ciertos márgenes de presencialidad educativa es una preocupación casi unánime y que rompe, como pocos temas en nuestro país, la típica dinámica de la grieta”, concluyó Germano.
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