Desde el 17 de febrero, todos los chicos volverán a las aulas en la Ciudad de Buenos Aires. El jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta presentó junto a parte de su gabinete el plan para el regreso de las clases presenciales, que si bien da cierta autonomía a las escuelas, exige que los alumnos asistan al menos cuatro horas por día a los establecimientos.
Como ya se había informado a fines de 2020, el gobierno porteño agregó dos semanas al calendario escolar para que se retome el ritmo y se recuperen contenidos. El regreso será escalonado. El 17 de febrero iniciarán cuatro grupos de estudiantes: los chicos de los jardines maternales, el nivel inicial, primer ciclo de primaria (primer, segundo y tercer grado) y primer ciclo de secundaria (primer y segundo año).
Luego, el 22 de febrero se sumará el resto de los alumnos de la primaria y una semana después, el 1 de marzo, será el turno de todo el nivel secundario.
“La idea es que todos los chicos vayan todos los días salvo en aquellas pocas escuelas que, por infraestructura, no se pueda y tengan que presentar un plan específico. La mayoría de las escuelas primarias, por ejemplo, son de jornada completa. Entonces, en caso de tener muchos alumnos, podrían dividir a los chicos en dos turnos”, explicaron a Infobae fuentes de la administración porteña.
De ese modo, se terminan las burbujas que funcionaron desde octubre del año pasado, de grupos reducidos de un máximo de nueve alumnos y el mismo docente al aire libre. “Ahora la burbuja va a ser el aula independientemente de cómo se utilicen los espacios. O sea, el curso puede tener 30 chicos que por distanciamiento no entren en el aula, que la mitad trabaje en la biblioteca y después estén todos juntos para una clase de educación física. En caso de un positivo, se va a aislar a todo el aula”, precisaron.
La propuesta abarca tanto a las escuelas de gestión estatal como privada y consta de tres pilares:
1. La educación como actividad esencial
El gobierno porteño prorrogará el decreto 147 que jerarquiza y declara a la educación como “actividad esencial”. “La decisión marca la prioridad que tiene para nosotros el futuro de los chicos y, tal como lo indicó UNICEF, destaca la importancia de mantener abiertas las escuelas en cualquier momento de la pandemia”, expresaron en la Ciudad.
2. Los protocolos y medidas para la presencialidad
El documento señala que la presencialidad “debe volver a ser la regla” y la virtualidad convertirse de nuevo en “excepción”. Todas las escuelas van a recibir un kit de limpieza, una guía de cuidados y los docentes de escuelas públicas contarán además con barbijos quirúrgicos.
Para el gobierno porteño, “la enorme mayoría” de las escuelas está en condiciones de recibir a todos los chicos y cumplir las medidas de seguridad, de distanciamiento, higiene y ventilación. Aquellas que por limitaciones edilicias no lo puedan lograr deberán presentar una propuesta al Ministerio de Educación, pero siempre que contemple como mínimo 4 horas de clases presenciales por día.
Ante un caso sospechoso o confirmado de Covid-19 se aislará a todo el curso. Los docentes que pertenezcan a grupos de riesgo estarán exceptuados de asistir a las escuelas. Lo mismo sucederá con los alumnos que tengan una enfermedad preexistente o convivan con personas que necesiten especial cuidado.
Durante 2021 continuará la entrega de la canasta escolar nutritiva, que los docentes sostuvieron pese al cierre de las escuelas el año pasado.
3. La Ciudad al servicio de la educación
La vuelta a la presencialidad atravesará distintas áreas de gestión. Por un lado, el Ministerio de Salud pondrá a disposición dos centros de testeos para docentes desde el 8 de febrero, con la idea de que empiecen las clases habiéndose realizado un hisopado. Luego, podrán testearse cada dos semanas.
Desde la Secretaría de Transporte se prevén distintas medidas para asegurar la llegada de los chicos a las escuelas. En la puerta de los establecimientos se realizarán cortes de calle parciales para ensanchar las veredas y cumplir con el distanciamiento social.
Todos los estudiantes en los horarios de ingreso y salida de las escuelas estarán autorizados a moverse en transporte público. Según dijeron en Uspallata, están trabajando junto al gobierno nacional y de la provincia de Buenos Aires para aumentar la oferta de colectivos, principalmente en los horarios escolares.
En cuanto a los viajes en transporte escolar, reforzarán las medidas de higiene y prevención. Los conductores guardarán distancia con un plástico divisorio o se ubicarán a al menos dos metros. Solo se admitirán chicos sentados, como es la regla en el transporte escolar, utilizando tapabocas y con las ventanas abiertas.
La idea del gobierno porteño es promover también el uso de la bicicleta. Por eso, entre febrero y marzo, habrá un plan de pago de 36 cuotas sin interés del Banco Ciudad para que las familias puedan comprar la bicicleta propia. El sistema Ecobici seguirá siendo gratuito de lunes a viernes y podrán usarlo los estudiantes mayores de 16 años y docentes.