Desde los primeros días de diciembre, el gobierno porteño inició una ronda de diálogo que incluye a la comunidad educativa -docentes, directivos, padres y alumnos-. En las últimas horas, fue el turno de los especialistas. En una reunión virtual, los representantes de organizaciones de la sociedad civil dieron su impresión sobre el ciclo lectivo 2020 y proyectaron el próximo año escolar.
Los espacios de diálogo son coordinados en conjunto por el ministerio de Educación porteño y el área de Participación Ciudadana. En el último Zoom, participaron las referencias educativas de UNICEF, UNESCO, OEI, Educar 2050, Cimientos y Voy con Vos.
La participación de UNICEF venía reforzada por una declaración pública que difundieron la semana pasado respecto a la necesidad de aunar esfuerzos para una vuelta pronunciada a las clases presenciales desde 2021.
“Sacamos un posicionamiento la semana pasada frente a la vuelta a clases presenciales y la necesidad de hacer todos los esfuerzos posibles para esta vuelta, considerando el efecto negativo que provoca en los chicos y en los adolescentes. Vemos una necesidad clara de contar con la escuela también como espacio de socialización en los adolescentes principalmente, pero también en la primaria y en los chicos de nivel inicial”, señaló Cecilia Litichever, especialista en educación de UNICEF.
La experta advirtió que los déficits más evidentes se observaron en la primera infancia. La falta de escolaridad derivó en trastornos puntuales. Por caso, el 42% de los chicos tuvo dificultades con el sueño y otro grupo sufrió alteraciones en las comidas. En los adolescentes, añadió, lo que surgió con más fuerza fue el deseo de reencontrarse con sus amigos.
Por su parte, Manuel Álvarez Trongé, presidente de Educar 2050, consideró: “El regreso es indispensable, pero no suficiente. Me parece que tiene que ser parte de una estrategia del gobierno vinculada a los aprendizajes que se requieren y con el futuro de un plan educativo integral a mediano y largo plazo”.
De cara al próximo ciclo lectivo, Álvarez Trongé hizo hincapié en la “gestión de las emociones”. Dijo que será necesario considerar el impacto psicólogico a la hora de priorizar la vuelta a las aulas entre los grupos de alumnos. Del mismo modo, sostuvo que el avance en el uso de la tecnología puede ser útil en los próximos años. “Eso tenemos que aprovecharlo”, remarcó.
Nancy Montes, referente de la OEI, puntualizó en los estudiantes que perdieron vínculo con la escuela. “Todavía no tenemos una dimensión precisa, pero sabemos que los porcentajes de abandono, la cantidad de niños, niñas, jóvenes, adolescentes y adultos que han quedado desvinculados es importante”.
Para la especialista, el desafío en 2021 será delinear estrategias que atiendan las distintas realidades de los chicos. “Hay situaciones muy diferentes, por lo cual será un desafío restituir lo que no pudo trabajarse durante el 2020. Se debe pensar cómo atender a cada uno con su situación y cómo evaluar también el propio desempeño de esos estudiantes en este contexto”.
En la misma línea, Ana Julia Rosales, directora de articulación de Cimientos, llamó a prestar atención a las inequidades que se produjeron a raíz de la pandemia para pensar el 2021. “Debemos generar agrupamientos que, por un lado permitan atender las particularidades de las trayectorias y las necesidades particulares de cada estudiante y cada familia, pero que no sean grupos segregados de los que estuvieron más desconectados porque simplemente van a marcar puntos de partida muy distintos en la presencialidad y reforzarse en el tiempo”, planteó.
Como punto favorable de este año, destacó que tanto equipos directivos como docentes debieron tomar nota de los intereses de los chicos para lograr interesarlos y que no se desconecten con la escuela. “Fue condición poder captar la participación de los estudiantes para mantenerse conectados. Desde ahí es algo que las escuelas y los equipos escolares pueden capitalizar y aprender mucho”, explicó.
En tanto, Tomas Gregorini, director ejecutivo de Voy con Vos, marcó que recuperar la presencialidad es clave para equiparar las posibilidades de los chicos. “Estudiar en la casa es más complejo desde la infraestructura. Ni hablar también del acompañamiento, donde empieza a depender mucho más de la familia. Y cuando muchos de estos padres y madres no terminaron el primario, claramente tampoco tienen los recursos ni condiciones para ayudar a sus hijos”.
Por último, Mariana Clucellas, representante de UNESCO, señaló que la pandemia no solo expuso las desigualdades del sistema educativo, sino que también hizo cuestionar los métodos de evaluación tradicionales. Propuso revisar los exámenes habituales desde 2021, cuando se imagina un ciclo lectivo híbrido.
La idea del gobierno porteño es lograr “la mayor presencialidad posible” en 2021, pero la llegada de la segunda ola promovería un esquema dual, con asistencia alternada a la escuela. Sea presencial o virtual, las clases en la Ciudad comenzarán el 17 de febrero.
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