El próximo viernes cerrará el ciclo lectivo 2020 en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien en los últimos meses las escuelas pudieron llevar adelante algunas actividades de reencuentro, el año estuvo signado por la virtualidad. Para 2021 el gobierno porteño pretende invertir la modalidad de cursada, que haya la mayor asistencia presencial posible en las aulas. Con ese premisa, iniciaron una ronda de diálogo con docentes, padres, estudiantes y especialistas.
En los últimos días, el Ministerio de Educación que conduce Soledad Acuña y el equipo de Participación Ciudadana comenzó a distribuir por e-mail una encuesta a todos los docentes de la Ciudad, tanto de escuelas públicas como privadas.
Son en total 17 preguntas que, en principio, giran en torno al proceso de revinculación que comenzó desde octubre. Se les pregunta a los maestros si participaron de las burbujas, cuántos estudiantes asistieron, si consideran que fue útil, si los chicos estaban entusiasmados, si se pudieron cumplir los protocolos, si hubo capacitación a los docentes en la escuela para el trabajo en la nueva normalidad.
La segunda tanda de preguntas ya sí remite al escenario 2021. El cuestionario comienza con la premisa: “Imaginando un contexto de retorno a clases de forma totalmente presencial…” y siguen cuatro interrogantes:
-¿Qué medidas creés que se deben implementar?
-¿Qué preocupaciones supondría un retorno a clases totalmente presencial?
-¿Qué tan útil te parece la incorporación de un tiempo de recuperación de contenidos durante el receso de verano?
- A partir de lo transcurrido en el 2020, ¿considerás provechoso el inicio de clases anticipado para el 2021?
La última pregunta hace referencia a la medida del gobierno porteño de adelantar el comienzo del próximo ciclo lectivo para el 17 de febrero, cuando casi todo el país empezará el 1 de marzo.
Además de la encuesta, en la primera quincena de diciembre se llevaron a cabo las primeras reuniones virtuales con docentes y directores de escuelas. Se realizan por nivel educativo y están divididas según los cargos: docentes por un lado y equipos de conducción por el otro. Cada uno de estos grupos tiene dos reuniones y calculan una asistencia de 100 docentes por reunión que se dividen para trabajar en 3 o 4 salas.
La intención de la cartera educativa es generar un proceso participativo de cara al próximo año, sabiendo que una apertura escolar masiva puede provocar resistencias. De igual modo, pese a los insumos que puedan obtener, las fuentes oficiales aclaran que “la política educativa la define el ministerio”.
De la mano con la consulta a los docentes, desde diciembre comenzaron a tener reuniones virtuales con especialistas –pedagogos, psicólogos y psicopedagogos– con la idea de intercambiar criterios para la vuelta a las clases presenciales. También se prevén encuentros con expertos internacionales para conocer de primera mano las estrategias que adoptaron distintos países del mundo para reabrir las escuelas en medio de la pandemia.
Del mismo modo, los padres formarán parte del proceso. Lanzarán convocatorias para que desde enero los adultos puedan discutir vía Zoom con funcionarios del Ministerio de Educación. “Queremos escuchar sus opiniones acerca de las revinculaciones presenciales que se dieron en 2020, sus miedos y expectativas respecto a lo presencial. También queremos idear en conjunto estrategias para la vuelta a las clases de formas en que se sientan seguros”, expresaron en la cartera.
Por último, también habrá una instancia de diálogo con los chicos, una ronda que denominaron “ideatones”. Según explicaron, los ideatones permiten a los alumnos, divididos según sus edades, participar de la ideación y el diseño de la logística de la vuelta a clases, teniendo en cuenta sus temores y expectativas.
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