Semáforo escolar: ¿en qué municipios se podría volver a las aulas?

Un nuevo informe analizó el riesgo del regreso a las clases presenciales en algunos departamentos del país. Preocupan la falta de información sanitaria y la arbitrariedad en las decisiones

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Una alumna vuelve a clases presenciales REUTERS/Amanda Perobelli
Una alumna vuelve a clases presenciales REUTERS/Amanda Perobelli

Recién en octubre todos los ministros de Educación del país aprobaron los indicadores sanitarios que definen qué provincias y más puntualmente qué municipios están en condiciones de volver a las aulas. Un nuevo informe tomó ejemplos puntuales para evaluar el cumplimiento de la resolución.

El modelo epidemiológico toma tres indicadores: los niveles de transmisión del COVID-19, el aumento de casos entre las últimas dos semanas y las dos anteriores, y el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva. De ese cruce de variables surgen tres niveles de riesgo: bajo, moderado y alto.

Solo en los casos de riesgo bajo, los municipios pueden reanudar las clases presenciales. A día de hoy, según un reporte de CIPPEC, solo el 1% de los alumnos del país concurre clases; mucho menos de los que en realidad estarían en condiciones de asistir. Por otra parte, los departamentos que reflejan riesgo medio, tal es el caso de la Ciudad y casi toda la provincia de Buenos Aires, se los autoriza a programar actividades de revinculación al aire libre.

Un informe del Observatorio Argentinos por la Educación toma ejemplos puntuales de municipios del país en forma de semáforo. Si bien sus autores evaluaron 85 departamentos, solo en 18 de ellos lograron dar con los datos que permitieron aplicar el modelo.

“La selección se basa en la información disponible que obtuvimos de los municipios. No existe un entorno donde se centralicen todos estos datos. Lo que hicimos fue hacer una búsqueda manual de los datos en 85 municipios. Respetamos que fueran de distintos tamaños y zonas del país. De esos 85 encontramos que hay datos públicos para construir el semáforo en los que incluimos en el informe”, explicaron a Infobae desde el Observatorio.

Al evaluar los tres indicadores para cada municipio se observa que, de los 18 casos, solo General Pico, Mar del Plata y Villa General Belgrano tienen semáforo “verde”. En los tres casos, la reapertura de escuelas representa un riesgo epidemiológico bajo, en cuyo caso se recomienda “la reanudación escalonada y progresiva de las clases presenciales en todos los niveles educativos y modalidades”.

Por otro lado, los municipios de Comodoro Rivadavia, Concepción del Uruguay, Rafaela, Río Gallegos y Venado Tuerto tienen semáforo “rojo”, lo cual implica que no pueden avanzar con aperturas. El resto de los municipios observados tienen semáforo “amarillo”, es decir que presentan un nivel mediano de riesgo. Ellos son Bahía Blanca, Chilecito, La Matanza, Olavarría, Pinamar, Rosario, Rosario de la Frontera, Santa Rosa, Ushuaia y Vicente Lopez. De acuerdo al índice oficial, en todos ellos se debería avanzar en una apertura parcial.

“El mayor desafío que vemos es la disparidad de acción entre instituciones educativas, incluso dentro de un mismo municipio. Cuando las familias ven que algunos chicos retoman contacto con sus docentes y compañeros, y otros (por ejemplo, vecinos del mismo barrio) no lo hacen, es natural que hagan una lectura de injusticia y arbitrariedad”, afirmó Guadalupe Rojo, investigadora del Centro de Estudios para el Desarrollo Humano de la Universidad de San Andrés y autora del informe.

En la misma línea, agregó: “Debemos pedir objetividad para los criterios por los cuales una escuela decide no retomar actividades de revinculación, aun cuando el semáforo de su municipio está en amarillo. Y si se trata por ejemplo de problemas de infraestructura edilicia, el Estado debe aportar soluciones para facilitar la apropiación del espacio público: parques, veredas e incluso calles”.

Por su parte, Flavio Buccino, maestro y especialista en gestión educativa, planteó: “Sobre la base de dos conceptos, la transparencia y el sentido de comunidad, es imprescindible tener herramientas como este índice. Un factor clave para construir y reforzar confianza es la transparencia, a través de la promoción de información oportuna, creíble, basada en evidencia y en tiempo real. Si bien la educación no es un área de gestión local en la mayoría de nuestras provincias, esta es una excelente oportunidad para comprometer esfuerzos de ambos niveles, provinciales y locales, en el manejo y en la toma de decisiones sobre la salida paulatina de la pandemia”.

Los autores del informe advirtieron que son pocos los municipios que cuentan con toda la información necesaria para crear el semáforo epidemiológico de vuelta a clases presenciales y remarcaron que, además de las condiciones sanitarias, se deben cumplir con cuestiones organizativas y de infraestructura escolar. Tiempo para avanzar en la puesta a punto del sistema hubo de sobra.

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