En las últimas horas se había generado gran expectativa en torno a la reunión de este martes entre los ministros de educación del país. Parecía que por fin se iba a dar un paso adelante en el regreso a las clases presenciales, al menos en el trazado de un horizonte. Sin embargo, las definiciones volvieron a postergarse y casi todos los alumnos argentinos seguirán sin volver a las aulas.
Desde las 18:30, el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, encabezó una reunión de trabajo con sus pares provinciales. Las declaraciones de ayer del funcionario habían despertado entusiasmo, aunque según confiaron a Infobae cerca de él se malinterpretaron sus dichos. Lo de hoy fue un encuentro para conocer las realidades de las provincias, pero que no arrojó ninguna definición en concreto.
Ayer Trotta dio una claro giro sobre la vuelta a clases en las aulas, luego de que el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa se sumara a las voces que reclaman que los alumnos de “sexto grado y sexto año de todo el país deberían volver ya a clases”. Con respecto a ese comentario, Trotta aclaró que comparte “la voluntad” del líder del Frente Renovador y aseguró que tienen “una agenda de trabajo en común”. “La prioridad” debe estar puesta en los alumnos que cursan los últimos años", resaltó.
A su vez, el ministro planteó: “Tenemos que aprender a convivir con el COVID. No hace falta una vacuna para volver a las clases”.
Más allá de las declaraciones, hoy no hubo grandes avances. Tan solo se revalidó el modelo epidemiológico presentado la semana pasada. Ahora, las jurisdicciones que deseen emprender un regreso no necesitan tener nula o baja circulación del virus, sino que se deben ajustar a distintos indicadores que dan como resultado el nivel de riesgo en cada distrito.
Cada provincia está adaptando de acuerdo a su realidad el indicador del CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos). El modelo monitorea el nivel de transmisión comunitaria, la cantidad de casos diarios de acuerdo a la población, si la infraestructura educativa está en condiciones de aplicar los protocolos de higiene y distanciamiento y la disponibilidad de camas, tanto de terapia intensiva como para casos leves y moderados. En otras palabras, mide la capacidad de una jurisdicción de contener un brote. De ese entrecruce de variables surge un indicador que determina si el riesgo es bajo, moderado o alto.
De acuerdo a los participantes consultados, no quedó claro cuál fue el objetivo de la reunión. Durante tres horas, los ministros provinciales expusieron su posición. El jueves se volverán a reunir esta vez en una sesión formal del Consejo Federal.
Hasta el momento, en el país solo retornó el 0,2% de la matrícula total. San Luis se sumó el lunes con doce escuelas a Formosa y La Pampa, las otras dos provincias que pudieron sostener la apertura educativa en las zonas rurales. Catamarca, San Juan y Santiago del Estero debieron dar marcha atrás por las restricciones a la circulación que dispusieron sus gobernadores, por brotes de contagios que no tuvieron relación con la actividad escolar.