A ya más de seis meses de su suspensión, la discusión por la vuelta de las clases presenciales gana terreno. En este caso, son las familias quienes expresaron su opinión. A través de la web, los padres juntan firmas para que se produzca el regreso a las aulas, al menos en el último año de la secundaria.
Danisa Pedruzzi, madre de un alumno de Pilar, publicó un petitorio en Change.org titulado “Autoricen el regreso a las aulas de los alumnos que cursan el último año de clases”, que ya reunió casi 15 mil firmas de adultos que se encuentran en la misma situación: con chicos que ya pasaron seis y medio encerrados en sus casas y necesitan recuperar el vínculo presencial no solo por los aprendizajes, sino por su socialización.
En su carta, Pedruzzi describió la necesidad que emerge desde su hogar. “Los chicos necesitan darle un cierre a su vida escolar, despedirse de sus aulas, sus docentes y sus compañeros. Considerando que llevan perdida la mayor parte de las vivencias que implican el fin de una etapa que abarcó casi la totalidad de sus vidas (14 años de 17 en la mayoría de los casos) urge que se establezcan acciones prioritarias para que regresen a clase”, escribió.
La madre citó el estudio del neurocientífico Facundo Manes, que arrojó que ocho de cada diez jóvenes presentan síntomas de depresión por los efectos de la cuarentena.
“El adolescente se siente solo en un momento en el que la identificación con sus pares es clave. En el caso de los chicos que están próximos a su egreso la situación es aún más angustiante: son el centro de los memes y cargadas continuas acerca de todo lo que se están perdiendo, su viaje de egresados es una incertidumbre absoluta y todos sus esperados sueños protagónicos durante el último año de este largo camino escolar se han encontrado impedidos”, continúa el texto.
Para los chicos que deben egresar en 2020, este año fue traumático. No pudieron cumplir con los rituales típicos del cierre escolar: no pudieron hacer la fiesta, no pudieron hacer el viaje. En el mejor de los casos, solo les quedó el buzo de egresados. Para ellos, que terminan su educación obligatoria, ya se piensa en un ciclo de complementación que será entre febrero y abril de 2021.
Sin embargo, las familias insisten en la necesidad de retomar ya la actividad presencial. “Necesitamos que se contemple una acción urgente para que se establezcan las condiciones sanitarias necesarias y que estos adolescentes -flamantes adultos de un futuro inmediato- puedan ocupar las aulas por última vez. Necesitamos del apoyo de todos y de una gestión ciudadana responsable. Por favor, ¡no los dejemos solos!”, cierra la carta de la madre.
Con esa premisa, un grupo de padres marchó hoy al mediodía a la municipalidad de Pilar. La intención es que, en los dos meses que quedan para el cierre del ciclo lectivo, los chicos puedan restablecer el vínculo con sus docentes y compañeros.
Una propuesta en esa línea presentó Tres de Febrero. El municipio planteó la vuelta a clases presenciales para los alumnos de sexto año en espacios abiertos, como patios escolares, gimnasios o clubes, bajo estricto protocolo de higiene y distanciamiento. Pocos días después se sumó también San Miguel, otra localidad conducida por un intendente de Juntos por el Cambio.
Más allá de las primeras propuestas, la vuelta a las aulas aún parece lejana en la provincia de Buenos Aires. Así lo dejó entrever su directora general de Cultura y Educación, Agustina Vila, quien descartó por ahora el regreso a la actividad presencial ya que consideran que todavía, después de seis meses, no están dadas las condiciones epidemiológicas.
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