Después de dos horas de reunión, el gobierno nacional y la administración porteña quedaron cerca de un acuerdo para el regreso de las clases presenciales. Con cambios en la propuesta original, los 6.500 chicos que la Ciudad de Buenos Aires identificó como aquellos que perdieron contacto con la escuela volverían a tener clases de apoyo presenciales. La intención es que sea en los patios de las escuelas.
Este lunes desde las 12:45 se dio un encuentro muy esperado. Se reunieron los ministros de Educación de Nación y Ciudad (Nicolás Trotta y Soledad Acuña) junto a sus pares de Salud (Ginés González García y Fernán Quirós). Allí se acordaron los lineamientos del nuevo protocolo que la Ciudad deberá presentar en los próximos días para oficializar el regreso a clases. Si bien en el gobierno porteño se mostraron optimistas, fuentes nacionales plantearon que aún no está definido el retorno.
La propuesta original –la segunda– del jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta planteaba el retorno en espacios abiertos como plazas y calles y contenía cuatro grupos prioritarios: los 6.500 chicos que la Ciudad identificó como aquellos que perdieron todo contacto con la escuela, los alumnos de primer grado que comienzan con su alfabetización, los estudiantes de quinto año que terminan su educación obligatoria en diciembre y los adultos que necesitan dar un examen presencial para terminar la carrera en un oficio.
Después de dos horas de discusión, se acortó el grupo objetivo. Serán solo los 6.500 chicos los que recuperarán el trato personal. Y no será ni en plazas ni en las calles, como tenía previsto el gobierno porteño: en cambio, se desplegarán los pupitres en los patios de las escuelas.
“Los otros tres grupos que teníamos como prioritarios quedarán para más adelante a medida que podamos lograr los acuerdos con Nación”, dijeron fuentes porteñas.
Todavía no hay una fecha precisa porque se espera que el ministerio que conduce Acuña haga los ajustes pertinentes y le presente de nuevo el protocolo a Trotta. No darán los tiempos para comenzar el próximo lunes, tal era el deseo de la Ciudad.
“Se buscará analizar la situación epidemiológica de la Ciudad y establecer indicadores epidemiológicos objetivos que permitan darle certeza a las y los porteños del momento oportuno para regresar a las actividades escolares sin exponerlos a los riesgos de un posible contagio”, planteó en un comunicado el ministerio de Educación nacional.
El acuerdo se acerca después de un mes y medio de discusión. Antes de la polémica por la coparticipación, el regreso a las aulas había sido uno de los principales contrapuntos entre Ciudad y Nación en la gestión de la pandemia. De hecho, el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, rechazó la primera propuesta porteña, que pretendía abrir las escuelas como espacios digitales para que los chicos más vulnerables se conectaran desde allí. Por entonces, consideró que no estaban dadas las condiciones epidemiológicas ni pedagógicas.