Tras el revés que recibió de Nación, la Ciudad de Buenos Aires cambió de raíz su propuesta para volver a las clases. Tal como adelantó Infobae, el gobierno porteño pretende recuperar la actividad presencial en espacios públicos como parques, plazas y calles desde el lunes 28 de septiembre.
Este martes por la tarde, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, le entregó “La propuesta de retorno a la presencialidad” a su par de Nación, Nicolás Trotta. Ahora la comisión del Palacio Sarmiento dispone de cinco días hábiles para analizar la iniciativa y elevar un dictamen.
Según supo Infobae de fuentes oficiales, el plan surge de un trabajo junto al ministerio de Salud y, además de revincular a los chicos con la escuela, apunta a recuperar los lazos sociales que se perdieron en estos ya seis meses de cuarentena. Consta de tres etapas:
1 - Apoyo escolar y talleres de lectura en el espacio público:
Está destinado a los 6.500 alumnos que la Ciudad identificó como aquellos que perdieron todo tipo de contacto con la escuela. El apoyo escolar se dará en plazas de la ciudad. Se habilitará una por barrio en un horario entre las 9 y 12. La capacidad será de un máximo de dos grupos de 10 estudiantes por parque, en turnos de una hora y 15 minutos. La actividad estará a cargo de personal docente e integrantes de la red de apoyo del ministerio de Educación.
Para los chicos del primer ciclo de primaria, que tienen menor grado de autonomía, se pensaron talleres de lectura en espacios públicos. Se llevarán adelante en coordinación con la cartera de Cultura y ONGs afines.
2 - La escuela en la calle
El segundo grupo al que apunta a la propuesta es a los estudiantes de quinto año, tanto de escuelas públicas como privadas, que están cerrando su escolaridad obligatoria. Para ellos, se contemplan clases dos veces por semana entre las 10 y las 12 con el mobiliario de las escuelas al aire libre y sin cortar calles de alta circulación, a cargo de la dirección de cada establecimiento. La dinámica será optativa y bajo un estricto protocolo: 1,5 metros de distanciamiento, alumnos con tapabocas, alcohol en gel y docentes con máscara.
En la Ciudad, hay 170 secundarias estatales y 349 privadas. De acuerdo al relevamiento oficial, el alcance total de la propuesta es de 30.502 alumnos, pero las privadas deben pedir permiso para que se habilite el espacio en las calles. Si bien casi una de cada tres escuelas están ubicadas en avenidas, el gobierno porteño considera que la mayoría tienen una calle lateral donde se podría realizar la actividad.
3 - Espacios evaluativos para el nivel superior.
La tercera propuesta apunta a los estudiantes del nivel superior, tanto en el sector estatal como privado, al borde terminar la carrera, que necesitan dar exámenes finales presenciales para insertarse laboralmente. Son adultos que están estudiando profesiones y oficios en industrias que hoy están habilitadas a funcionar como turismo, gastronomía o medios de comunicación. Para ellos se habilitarán espacios abiertos, aunque es un universo reducido, de apenas 1.782 alumnos.
Antes de la polémica por la coparticipación, el regreso a las aulas había sido uno de los principales contrapuntos entre Ciudad y Nación en la gestión de la pandemia. De hecho, Trotta, rechazó la primera propuesta porteña, que pretendía abrir las escuelas como espacios digitales para que los chicos más vulnerables se conectaran desde allí por considerar que no estaban dadas las condiciones epidemiológicas ni pedagógicas.
Durante la reunión, Trotta le informó a Acuña que ya están disponibles las 6.500 computadoras para los chicos más vulnerables. Al mismo tiempo, se comprometió a coordinar una reunión con los ministros de Salud Ginés González García y Fernán Quirós para el próximo lunes con el objetivo de analizar el nivel de contagios en el distrito. El funcionario nacional quedó en evaluar la nueva propuesta, pero insistió en el trabajo articulado para ir a buscar a sus casas a los chicos que perdieron contacto con la escuela.
Pese a esa articulación, el gobierno porteño considera prioritario recuperar gradualmente la presencialidad. “No nos podemos resignar a terminar el año sin que los chicos vuelvan a clase. La escuela no es solo un espacio físico, un aula con pupitres. Es un lugar de encuentro, de referencia comunitaria y de contención fundamental en muchos aspectos. Hoy hay muchos chicos, chicas y sus familias que están alejados de esa contención. Tenemos que recuperarla, todavía estamos a tiempo”, expresó Acuña.
Ahora, con el cambio de enfoque, la Ciudad pretende torcer el primer revés. De igual modo, advierten, no buscarán trasladar el conflicto al terreno educativo. No se ampararán en el federalismo para avanzar sin la anuencia del gobierno nacional.